dijous, 27 de maig del 2021

Francia, 3- Portugal, 2 (Euro 84-Semifinales)

16. Michel Platini (3-2)

En el tercer capítulo de la mejor actuación de cualquier jugador en una fase final de la Eurocopa llegamos a las semifinales. Fue uno de los partidos más impresionantes de la historia del torneo, incluso comparable a la célebre prórroga del mundial de 1970 en el que Italia derrotó a Alemania Federal por 4-3. El partido se disputó en la caldera del Velodrome de Marsella, tuvo alternativas constantes y se decidió en el último minuto gracias al oportunismo del gran Michel Platini.


El partido llegaba después de que ambas formaciones hubieran trazado caminos diferentes hasta la penúltima instancia. Los franceses habían hecho pleno de puntos en su grupo, pero sufriendo en dos partidos. En el primero, una victoria corta contra Dinamarca, con un gol de su estrella, y en el tercero una remontada contra la ya eliminada Yugoslavia, con un hat-trick del crack de la Juventus. La formación de Michel Hidalgo sólo había mostrado todo su esplendor en el triunfo por 5-0 ante Bélgica del segundo día.

Por su parte, los portugueses habían mostrado un perfil bajo, pero con resultados meritorios. Dos empates, contra Alemania Federal y España, y una victoria por 1-0, con gol de Nené en el tramo final, ante Rumanía les había dado la segunda plaza de su grupo y un cruce muy complicado ante los anfitriones. Pero el conjunto de Fernando Cabrita era rocoso, con buenas individuales, y quería aprovechar un momento que hacía dieciocho años que esperaba, desde el tercer lugar del conjunto de Eusébio en el mundial de Inglaterra, en 1966.

El duelo fue extraordinario desde el comienzo. Uno de los grandes protagonistas del partido fue inesperado, el lateral Jean-François Domergue, que abrió el marcador con una falta directa a los 24 minutos. El partido se disputó durante la víspera de San Juan, con mucho calor en Marsella, y los lusos igualaron en la reanudación, un cuarto de hora antes del final, con un remate de su delantero centro Jordao. El choque iba hacia la prórroga.

Ésta fue tremenda. El mismo Jordao adelantó a los portugueses en el primer periodo con un remate picado que sorprendió al portero Bats. Francia fue al ataque con todo y encontró nuevamente a Domergue cuando sólo faltaban seis minutos para llegar a los penaltis. La emoción había llegado a su grado máximo.


El gol

Todos pensaban que los lanzamientos desde los once metros decidirían el finalista. Francia tenía una mala experiencia en esta suerte de dos años antes. En las semifinales del mundial de España, el conjunto galo había perdido contra Alemania Federal por culpa de un error de su central Maxime Bossis, que en Marsella también estaba en el campo. Seguramente por este recuerdo, el grupo de Hidalgo los quería evitar y, en el último minuto, llegó el golpe de orgullo de tres cuartas partes de su gran línea de medios.


Fue el pulmón del equipo, Luis Fernández, quien robó un pase peligroso de Chalana y combinó con otro prodigio físico, Jean Tigana. El centrocampista del Girondins quiso combinar por primera vez con Platini, situado casi de segundo delantero, pero el pase fue interceptado por Lima Pereira. De todos modos, el esférico volvió a Tigana, quien emprendió una acción llena de fuerza, teniendo en cuenta que llevaba 120 minutos en las piernas. Llegó a la línea de fondo y centró. El balón superó la estirada del portero Bento, cogió a contrapié a Jaime Pacheco, que cayó al suelo y fue recogido por Platini quien, con una gran sangre fría, lo hizo pasar por entre los cuerpos de tres rivales para anotar el gol del triunfo. Faltaba un minuto para el final.

Aquél no sería el momento álgido de la Eurocopa para Francia, que cuatro días después se proclamaría por primera vez campeona de un gran torneo al superar a España en la final. Platini, con nueve goles en cinco partidos, se situaba en el olimpo de los grandes jugadores de la historia.

En la temporada siguiente, el centrocampista galo sumaría el último gran torneo que le faltaba en su palmarés a nivel de clubes. Condujo a la Juventus al triunfo en la Copa de Europa, aunque éste fue agrio. Su gol, gracias a un penalti inexistente que el colegiado suizo André Daina indicó sobre Boniek, quedó eclipsado por la tragedia de ese día en Heysel, donde 39 aficionados, en su mayoría italianos, perdieron la vida. Ese mismo 1985, ganó la Copa Intercontinental.

Platini sólo aguantó sobre el campo hasta los 32 años. Disputó el mundial de 1986, en el que Francia estuvo a punto de volver a llegar a la final. El equipo destronó a los campeones, Italia, en los octavos y superó a Brasil, en los cuartos, los dos partidos con goles suyos, pero se volvió a encontrar con los alemanes en las semifinales. Sólo disputaría tres partidos internacionales más antes de retirarse en 1987. Según él, ya no disfrutaba de lo que hacía. Pero no sería una retirada del fútbol. Platini todavía tenía que mostrar una nueva vertiente en los banquillos y en los despachos.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada