dilluns, 17 de maig del 2021

Francia, 3- Portugal, 2 (Euro 84-Semifinales)

26. Jean-François Domergue (1-0 y 2-2)

Los dos primeros títulos de la historia de la selección francesa fueron conseguidos en casa, la Eurocopa de 1984 y el mundial de 1998. Y, curiosamente, en ambos casos el acceso a la final llegó después de unas semifinales durísimas que decidieron defensas que sólo marcaron aquellos dos goles en su carrera con el equipo nacional. En 1998, el triunfador fue Lilian Thuram, con dos anotaciones ante Croacia. Catorce años antes, lo había sido un protagonista mucho menos inesperado, otro lateral, en este caso zurdo. Se trata de Jean-François Domergue.


Además, el gran día de la vida deportiva de Domergue fue muy señalado, la víspera de San Juan de 1984, justo el de su 27 aniversario. Su presencia en el torneo era tan improbable que antes de empezarlo tenía una experiencia de sólo 45 minutos con la camiseta "bleu", la de un amistoso contra Alemania disputado dos meses atrás en Estrasburgo, en el que había relevado a Maxime Bossis. Antes de ello, una carrera de mucho esfuerzo y de poco brillo que llegó a aquel 23 de junio en una demostración de que las cosas pasan porque tienen que pasar.

Domergue nació en Burdeos y se formó en las categorías inferiores del Girondins. Debutó con este equipo en la máxima categoría con 18 años y estuvo allí durante cinco campañas, en que llegó a anotar incluso siete goles en alguna de ellas. Podía combinar tareas de marcador y de líbero en un conjunto que frecuentaba la zona media de la clasificación. En 1980, el Burdeos fichó al experimentado Marius Trésor y Domergue, temiendo perder su lugar, fichó por Lille. A pesar de su buena trayectoria, no había llamado la atención del seleccionador, que no lo llevó al mundial de España.

Una vez pasadas dos campañas en el equipo, lo contrató el Olympique de Lyon, donde volvió a marcar muchos goles, un total de ocho, sobre todo porque era un consumado especialista en los lanzamientos de penalti. Sólo permaneció un año en el conjunto del Loira y se trasladó al sur, a Toulouse. La temporada 1983-84 vio como el conjunto de Languedoc obtenía una espléndida quinta posición en la liga y esto provocó que el seleccionador, Michel Hidalgo, lo convocara para el amistoso de Estrasburgo, donde su rendimiento en media parte le permitió entrar en la lista final de la Eurocopa. De hecho, Domergue no aparece en las colecciones de cromos previas al torneo ya que poca gente pensaba que iría

Comenzó el campeonato en el banquillo, pero una acción en la que no estaba involucrado cambió su futuro. En el duelo inaugural, entre Francia y Dinamarca, tuvo lugar una jugada tan desafortunada como sobrecogedora.


En un balón dividido, el lateral francés Yvon Le Roux y la veterana estrella danesa Allan Simonsen fueron a buscar el esférico. Ambos fueron a la pelota, pero las dos tibias chocaron. La fuerza de Le Roux fue superior a la del pequeño extremo, que terminó con el hueso roto, una lesión que lo terminó de retirar del fútbol. Le Roux aguantó en el campo hasta el minuto 60, pero quedó demasiado afectado por la jugada, una vez conocedor de la gravedad de la lesión de Simonsen. Por ello, Hidalgo decidió sustituirlo por Domergue, que estaba en el campo cuando Michel Platini anotó el gol ganador del partido.

Hidalgo decidió no tocar nada para el siguiente enfrentamiento y Domergue estrenó titularidad. El 5-0 sobre Bélgica fue concluyente y ya se sabe que no hay que cambiar lo que funciona. Situado en el lateral izquierdo, fue titular también en la remontada contra Yugoslavia y se mantuvo allí de cara a las semifinales, que se disputarían el día de su cumpleaños, el 23 de junio, en Marsella. Aunque Le Roux había vuelto al equipo, quien había caído de la titularidad era el veterano lateral Amorós. Ahora, Domergue era indiscutible.


Los goles

El ambiente en el antiguo Velodrome era espectacular y los afortunados que asistieron al duelo disfrutaron de uno de los mejores partidos de la historia de las Eurocopas, por juego, emoción y drama. A los 24 minutos, llegó la primera acción que pocos esperaban.


Francia provocó una falta bastante centrada, quizás mejor para un zurdo, pero que también podía asumir un diestro. Cuatro días antes, Michel Platini había clavado una contra Yugoslavia y parecía que sería él quien ensayaría el disparo. Entonces, sin decir nada a nadie, Domergue cogió carrera y soltó un obús con la pierna izquierda que entró por la escuadra del palo que debía defender el portero Bento. Francia estaba más cerca de la final. Pero el camino aún sería largo. Portugal provocó la prórroga y luego se adelantó en el marcador gracias a dos anotaciones de su delantero Jordao. Los franceses se lanzaron al ataque a todas. Sólo faltaban seis minutos cuando llegó un ataque salvador.


La jugada fue muy larga y pudo terminar antes, pero un disparo de Giresse fue bloqueado por la defensa portuguesa. Domergue, incorporado al ataque, combinó precisamente con el hombre a quien había relevado el primer día, un Le Roux que, aprovechando su físico, ya estaba instalado como delantero centro. El defensa remató, volvió a haber un rebote que cayó en Platini, que se llevó la bola pero no disparó, obstaculizado por un contrario. Entonces, Domergue, que había seguido la acción, llegó y con la izquierda volvió a batir a Bento. No marcaría ningún otro gol con la camiseta azul del equipo nacional.

Francia entró en la final gracias a un gol de Platini en el último minuto antes de los penaltis tras una acción de gran jugador de Jean Tigana. En el partido decisivo, que Le Roux no volvió a terminar, ya que fue expulsado, y con Domergue de titular, los franceses ganaron el torneo al superar España por 2-0 en el Parque de los Príncipes.

Tras el éxito tardío, se podría pensar que la carrera de Domergue despegó, pero no fue así. Sólo jugó tres partidos más con el equipo nacional, un amistoso y dos duelos de clasificación para el mundial de México 86, para el que ya no sería convocado. Estuvo un año más al Toulouse antes de firmar por un Marsella donde ocupó definitivamente la posición de líbero y estuvo a punto de llegar a la final de la Recopa de 1988. La temporada siguiente fichó por el modesto Caen, a quien salvó del descenso antes de retirarse, después de tener problemas con el entrenador.

Domergue inició entonces una carrera a caballo entre la gerencia y los banquillos. Hizo ascender al Le Havre a la máxima categoría y su nombre sonó como seleccionador francés en 2002, tras el fracaso de Roger Lemerre el mundial. Finalmente, el lugar lo ocupó Jacques Santini y no pudo dirigir al equipo nacional en otra Eurocopa, precisamente la que se iba a disputar en Portugal, la formación a la que había dejado sin final en aquel calurosa noche de junio en Marsella , donde él celebró de la mejor manera su cumpleaños más recordado.

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