dilluns, 24 de maig del 2021

Dinamarca, 2- Alemania, 0 (Euro 92-Final)

19. John Jensen (1-0)

Durante el verano de 1992, a muchos futbolistas daneses les cambió la vida. Tenía que ser una época para estar de vacaciones, pero en aquellas semanas lograron el mejor y más inesperado éxito de sus carreras. Algunos de esos jugadores aprovecharon el sorprendente título continental alcanzado por Dinamarca en Gotemburgo para conseguir buenos contratos en clubes europeos y forjar una carrera que, de otro modo, habría estado lejos de sus posibilidades. Uno de ellos fue el centrocampista John Jensen.


Durante toda su trayectoria, y aún hoy en día, es conocido por el apelativo "Faxe". Le viene de cuando era juvenil y, tras una victoria, sus compañeros del Bröndby le ducharon con la cerveza que lleva este nombre, proveniente del sur de la isla donde está Copenhague, la ciudad en la que nació y donde comenzó a jugar a fútbol. Se formó en los equipos inferiores del conjunto de la capital y debutó en la máxima categoría con dieciocho años.

Su juego pronto fue reconocido. En 1987, justo el año después de que la Dinamita Roja deslumbrara, hasta encontrarse con Butragueño en Querétaro, en el mundial de México, fue elegido jugador del año en su país. Había debutado con el equipo nacional justo después de la Copa del Mundo y fue seleccionado para la Eurocopa de Alemania, donde jugó media parte en la derrota contra España y todo el partido en el duelo perdido ante Italia, que significaba el adiós al campeonato. Aquel verano, después de haber ganado dos ligas con el Bröndby, fichó por el Hamburgo.

En el equipo hanseático su rendimiento fue de más a menos. Hizo un buen primer año, en el que el conjunto del norte de Alemania fue cuarto en la liga, pero su presencia bajó en el segundo, tras el cual decidió volver al Bröndby. Se estableció en el equipo nacional, pero Rumanía, por un punto, le dejó sin disputar el mundial de Italia 90. Jensen se retiró sin poder jugar ninguna Copa del Mundo, una de sus asignaturas pendientes.

De vuelta a casa, continuó siendo imprescindible como un centrocampista de pelea, de pie fuerte, de mucho recorrido y de buena llegada al área. Ganó la liga de 1991 y disputó cuatro partidos de la fase de clasificación para la Eurocopa de 1992. Dinamarca fue eliminada por Yugoslavia y sus jugadores se preparaban para un verano sin fútbol. Pero no fue así. Faxe estuvo jugando con el Bröndby hasta dos días antes del inicio del torneo en Suecia y a tres de su debut ante Inglaterra en Malmö, a veinte minutos de casa.

Fue titular desde el principio en el entramado montado por Richard Möller-Nielsen, con tres centrales, dos laterales largos y un centro del campo rocoso que compartía con Kim Vilfort, uno de los posteriores héroes del campeonato. Dinamarca empató el primer partido a cero contra los ingleses, cayó ante Suecia en el segundo por culpa de un gol de Tomas Brolin y se clasificó milagrosamente tras derrotar a Francia, en el tercer duelo, con una anotación de Lars Elstrup . La rocosidad danesa quedó probada en las semifinales, ganadas por penaltis ante los Países Bajos. El sueño seguía y Dinamarca, eliminada en la fase previa, jugaría la final de Gotemburgo contra la campeona del mundo, Alemania.


El gol

Faxe Jensen tenía algunas cuentas pendientes con los alemanes, después de haber tenido que dejar la Bundesliga sin triunfar en ella por completo. Ahora, a los 27 años, era el eje sobre el que pivotaba una selección que, aunque no era tan brillante como la de los años ochenta, se estaba mostrando más efectiva. Las gradas del estadio Ullevi se llenaron de banderas rojas y blancas que tardaron pocos minutos en celebrar el primer gol.


La presión danesa sobre los rivales era una de las claves de ese equipo y se demostró en el minuto 19, cuando Köhler robó un balón a Poulsen y lo cedió a Brehme. Este no vio llegar a Kim Vilfort, que segundos antes había ganado de cabeza en un servicio del portero Schmeichel. Hoy en día, seguramente se señalaría falta del centrocampista danés, pero el colegiado suizo Bruno Galler dejó que el juego siguiera. Poulsen volvió a recoger el esférico y vio la incorporación de Jensen. Pasó el balón hacia la frontal del área y allí el jugador del Bröndby superó la oposición de un Effenberg que se había tirado a sus pies y soltó un disparo seco y durísimo que superó la estirada de Bodo Illgner.

Alemania notó el golpe y, aunque dominó territorialmente el partido, no fue nunca capaz de superar la presión danesa, que contaba con el apoyo de su gente y con el convencimiento de que se encontraban disputando el partido más importante de las sus vidas. Así, doce minutos antes del final, otro disparo lejano, esta vez de Kim Vilfort, selló una de las sorpresas más grandes de la historia del torneo, el título danés.

La gran Eurocopa sirvió de escaparate para Jensen, que fue contratado por el Arsenal por 1,6 millones de euros. Jugó cuatro años en Inglaterra en un equipo que, en aquella época, practicaba un juego físico muy diferente del que preconizó al poco tiempo en las manos de Arsène Wenger. Ganó una Copa tras la primera temporada, con mucha participación, pero esta fue bajando cada vez más. Encima, tuvo la desilusión de no poder clasificarse para el mundial de Estados Unidos, a pesar de ser un puntal importante del equipo, nuevamente por culpa de España, y se quedó fuera también de la Eurocopa 1996, a pesar de haber jugado cinco partidos de la fase previa, Möller-Nielsen ya no contó con él, que entonces tenía 31 años.

Aquel verano volvió al Brondby, donde ganó dos ligas más. A los 33 años llegó a disputar una fase de grupos de la Champions en el que se encontró con el Bayern, el Manchester United y el FC Barcelona en el mismo grupo. Al final de aquella campaña le contrató el modesto Helfolge, con el que logró la hazaña de ganar el campeonato, el único de la historia de la entidad. En 2001 se retiró. Después inició una carrera de entrenador de equipos daneses y también de técnico asistente. Durante dos temporadas lo fue de Michael Laudrup en el Getafe, con el que llegó a unos históricos cuartos de final de la Copa de UEFA en que fue eliminado por el Bayern de Múnich de manera milagrosa.

Hace un par de años, Jensen dirigió durante unos días a la selección tras una disputa por las nóminas y por el cobro de derechos entre los jugadores y los dirigentes. En esta pugna también entró el seleccionador, el noruego Age Hareide. Jensen dijo que lo hacía porque "la selección ha representado muchas cosas para mí y sólo quiero ayudarla y que los partidos [ante Gales y Eslovaquia] se puedan disputar". Como hacía en el campo con su trabajo oscuro, Jensen salió al corte, buscando un bien colectivo como el que alcanzó aquella soleada tarde de junio en Gotemburgo, cuando un disparo suyo comenzó a hacer entrar Dinamarca en la lista de los equipos campeones.

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