dimecres, 31 de març del 2021

España, 4- Italia, 0 (Euro 2012-Final)

73. Jordi Alba (2-0)

Los laterales cada vez tienen más importancia en el fútbol moderno. En un ecosistema con elementos de banda actuando a pierna cambiada y buscando casi siempre el interior para rematar a portería, son estos jugadores, que hace décadas eran los más despreciados del equipo y se limitaban a ejercer de marcadores, los que deben dar profundidad. Por ello, muchos de ellos son atacantes reconvertidos a funciones defensivas que, al final, no lo son tanto. Es lo que ocurrió con la evolución de Jordi Alba.


Originario de L'Hospitalet de Llobregat, al lado del Camp Nou, Jordi Alba se formó como extremo izquierdo en las categorías inferiores del FC Barcelona, ​​pero fue descartado, entre otros motivos, por su estatura, en 2005, cuando ya tenía 16 años. Se tuvo que buscar la vida y fichó por el Cornellà, en los conjuntos inferiores del cual hizo buenas temporadas y llamó la atención del fútbol base del Valencia, que lo contrató por 6.000 euros.

Alba, futbolista rápido y dinámico, actuó en el filial valencianista y aceptó una cesión al Gimnàstic de Tarragona, conjunto de Segunda División, donde llevó a cabo una buena temporada 2008-09, con 4 goles en 35 partidos a las órdenes de un ex jugador valencianista, César Ferrando. Actuaba en el medio del campo, como interior, por delante del lateral y en esta posición fue repescado por el primer equipo del Valencia, entrenado entonces por Unai Emery.

Fue el técnico vasco quien le fue encontrando una nueva posición. Compartían banda con el francés Jérémy Mathieu y ambos tenían la capacidad de jugar de lateral o en el centro del campo. Durante tres campañas formaron una buena banda izquierda en el Valencia y esto valió a Alba ir convocado por primera vez con la selección absoluta de Vicente del Bosque, que buscaba sustituto para el campeón del mundo, Joan Capdevila. Alba ya había sido internacional en categorías inferiores, a raíz de su fichaje por el Valencia, y estaba seleccionado también para los Juegos Olímpicos de aquel verano en Londres, pero un buen final de campaña con su club convenció a Del Bosque, que sólo le había hecho jugar tres partidos, de llevárselo a la Eurocopa de Polonia y Ucrania y, además, de titular.

De hecho, Alba se vio beneficiado por el déficit de jugadores en la posición de lateral izquierdo. Los otros dos defensas de banda de la convocatoria, Arbeloa y Juanfran, eran diestros y esto dio vía libre para el jugador del Valencia, que ya había llegado a un acuerdo para volver al FC Barcelona, ​​para jugar todos los minutos. Lo hizo en el empate contra Italia y las victorias ante Irlanda y Croacia en la primera fase, en el triunfo ante Francia en los cuartos y en el agónico por penales contra Portugal en las semifinales. Era el momento de afrontar la primera gran final de su carrera, la de la Eurocopa contra Italia.


El gol

El partido vino rodado para España desde el inicio. La táctica de actuar sin delantero centro y con Cesc con mucha libertad destrozó a los italianos que, además, vieron como el central Chiellini se lesionaba. Los españoles se adelantaron pronto con una acción del propio Cesc que remató Silva. Cuatro minutos antes del descanso, llegó una anotación que pesaría mucho y que explica el mismo protagonista en este vídeo de la UEFA.


Casillas envió un balón largo buscando a Cesc quien, abandonando la posición de punta, habilitó de cara a Alba. Este combinó con Xavi y comenzó a correr para romper la desorganizada defensa transalpina. El pase milimétrico del director de juego del FC Barcelona y de la selección dejó solo al lateral ante Buffon y, sin nadie a quien pasar el esférico, éste optó por resolver y batir al portero. Era el 2-0 y media final. Prandelli, el seleccionador italiano, agotó los cambios en el descanso pero se le lesionó Motta a continuación. La segunda parte fue un trámite que remataron el tercer gol, de Torres, y el cuarto, de Mata.

Jordi Alba, por tanto, entró con el pie derecho al FC Barcelona donde, enseguida, se hizo con el puesto de lateral. Había llegado justo después de la salida de Guardiola del club, pero con Tito Vilanova, alguien que lo conocía bien la cantera, en el banquillo. Ganó la liga en el primer año y siguió siendo titular indiscutible en la selección, con la que fue subcampeón de la Copa Confederaciones en Brasil. También jugó su primer mundial al verano siguiente, con fracaso y marcha a casa en la primera ronda.

En el FC Barcelona, ​​después de una temporada complicada con Martino de entrenador, ahora con Luis Enrique en el banquillo y con el tridente Messi-Suárez-Neymar, el equipo consiguió su segundo doblete y él comenzó a crear una sociedad con el argentino que aún dura, aprovechando las entradas del brasileño hacia dentro. La acción de Messi picando el balón desde la derecha o desde el medio para la internada de Alba por la izquierda y el retorno de éste para el remate de la estrella se ha convertido en un clásico de los últimos años.

En 2016 también participó en una Eurocopa que significó el adiós de Del Bosque en la selección, con revancha de Italia en los octavos de final. En el Barça, su relación con Luis Enrique se deterioró después de un cambio de sistema de éste para intentar la remontada, conseguida, ante el París Saint-Germain en la Champions. Alba, jugador de carácter muy fuerte, no se tomó bien quedar fuera del 3-4-3 para ese partido, pero respondió con buenas temporadas una vez salió del equipo el técnico asturiano, y también Neymar, con dos ligas más a las órdenes de Ernesto Valverde. También actuó en el convulso mundial del 2018, con nueva caída en octavos, ahora ante Rusia.

En los últimos años, el hecho de que Luis Enrique haya sido el seleccionador, salvo unos meses, no le ha hecho fácil volver al equipo nacional. Ahora tiene mucha competencia, con hombres como Reguilón o Gayá que le ponen muy complicado ir a la Eurocopa de 2021, en buena parte por su falta de sintonía con el preparador. El verano pasado parecía que podía ser el de su salida del FC Barcelona, ​​con la crisis deportiva que terminó con el 2-8 ante el Bayern en Lisboa, que llegaba después de cursos de fracasos europeos, pero no ha sido así. Sigue de titular, nueve años después de volver a casa y de aquel gol en la final de Kiev que allanó mucho el camino de la selección española hacia su tercera Eurocopa.

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