dimarts, 23 de març del 2021

Hungría, 0- Bélgica, 4 (Euro 2016-Octavos de final)

81. Toby Alderweireld (0-1)

La nueva era de la selección belga como potencia mundial comenzó en la fase de clasificación para el mundial de Brasil. El equipo que entonces entrenaba Marc Wilmots presentaba una particularidad, los cuatro miembros de la línea defensiva podían actuar como centrales. Algunos de ellos tenían que adaptar a jugar de lateral, aunque en el transcurso de su carrera, posteriormente, se acomodaron en el eje de la retaguardia. En este caso se encontraba Toby Alderweireld.


De hecho, la versatilidad de estos jugadores y su buena salida desde atrás venía determinada porque tres de ellos, Alderweireld, Vermaelen y Vertonghen, habían pasado por el Ajax, club referente a la hora de formar defensores que aporten en el juego de ataque de sus respectivos equipos. En el caso de Alderweireld, nacido en Amberes, comenzó a jugar en el Beerschot hasta que a los quince años fue captado por la prolífica maquinaria del club de Amsterdam. Debutó en Primera a punto de cumplir veinte años y en su segunda temporada ya se consolidó como central titular junto al referido Vertonghen, con quien después compartiría equipo en el Tottenham y en la selección.

Alderweireld, diestro, se complementaba bien con su compañero, zurdo. Él es, seguramente, el más físico de ambos, pero su buena conducción de balón también le permitía actuar en la banda. Durante seis temporadas ganó tres ligas y una Copa con el Ajax y comenzó a frecuentar la selección desde el principio de su etapa en los Países Bajos. A principio de la década de 2010, Bélgica vivía en un bache profundo. Había organizado la Eurocopa del 2000 y había jugado la fase final del mundial del 2002, pero siempre había perdido en la primera fase y en los años posteriores se había caído al anonimato continental. La llegada a la edad adulta de muchos hijos de emigrantes le dio un empujón. Así, pasó del cuarto lugar en la ronda previa del mundial de 2010, el tercero, a dos puntos de la repesca, en la de la Eurocopa del 2012, en la clasificación rotunda, y como primera, para el mundial de Brasil de 2014, en un grupo con Croacia, Serbia, Escocia y Gales.

Aquel 2014. Alderweireld había abandonado el Ajax y fichado en el mercado de invierno por el Atlético de Madrid. El equipo colchonero acabó ganado la liga y quedó a un minuto de hacer lo mismo con la Liga de Campeones, aunque él tuvo una participación intermitente, ya que era muy complicado entrar en un engranaje en el que Godín y Miranda eran indiscutibles en el centro y Juanfran y Filipe Luis, en los laterales. A pesar de ello, actuó en 22 partidos entre las tres competiciones y marcó un gol al Málaga en la penúltima jornada que terminó siendo importante para el título.

Aquel verano jugó el mundial de Brasil en cuatro de los cinco partidos de su equipo y lo hizo de lateral derecho, en convivencia con tres centrales más, Vertonghen, Kompany y Van Buyten. El equipo fue eliminado por Argentina en los cuartos de final y, a su vuelta, el Atlético decidió cederlo al Southampton. Lo aprovechó con un gran año, en que los Saints fueron séptimos en la liga de la mano de Ronald Koeman y el Atlético lo aprovechó para hacer negocio con él y venderlo al Tottenham por 16 millones de euros.

Alderweireld se consolidó enseguida al equipo de Mauricio Pochettino, de nuevo junto a Vertonghen, siempre de central, en defensa de tres o de cuatro. Después de su primer año fue convocado para la Eurocopa de 2016 de Francia donde, nuevamente a las órdenes de Marc Wilmots, volvió a la banda. Disputó los tres primeros partidos, con dos victorias y una derrota que provocaron que Bélgica fuera segunda de grupo y tuviera que enfrentarse a Hungría en las octavos de final.


El gol

El partido se disputó en Toulouse y, aunque los magiares habían pasado como primeros de su grupo, por delante de Islandia y Portugal, fueron netamente inferiores a los belgas, que hasta entonces se habían mostrado dubitativos pero que llevaron a cabo su mejor actuación del campeonato. El partido se aclaró desde muy pronto, a los diez minutos.


Kevin de Bruyne dispuso de una falta a la izquierda del ataque de su equipo. Con la técnica habitual colgó el balón al área. Lukaku no llegó en primera instancia, pero justo detrás, Alderweireld saltó aún más y remató con fuerza el esférico para superar la desesperada estirada del portero Király. Bélgica dominó el resto del enfrentamiento, pero no pudo sentenciarlo hasta el tramo final, con tres goles prácticamente seguidos de Batshuayi, Hazard y Carrasco para el 0-4 final. Lamentablemente, la exhibición no se repitió en los cuartos de final y, a pesar de adelantarse en el marcador, cayó por 3-1 contra Gales, un resultado que precipitó el final de la etapa de Wilmots a el banquillo.

A pesar de ser reconocido como uno de los mejores defensas de la Premier League, Alderweireld aún no ha obtenido ningún título con el Tottenham. Lo máximo que consiguió fue llegar a la final de la Liga de Campeones de 2019, perdida contra el Liverpool. Al año anterior, en 2018, formó parte de la selección belga que obtuvo su mejor resultado en un mundial, la tercera posición en Rusia. El jugador del Tottenham actuó como central en la línea de tres impuesta por el nuevo seleccionador, Roberto Martínez, y estuvo a un paso de la final. El próximo junio, ya con 32 años, debe ser pieza clave en el asalto definitivo de los belgas al campeonato. Será una de las últimas oportunidades de aprovechar una gran generación de jugadores que ellos saben perfectamente que hay que explotar antes de que se acabe y llegue otra sequía. 

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