dimarts, 9 de març del 2021

Croacia, 1 (1) Turquía, 1 (3) (Euro 2008-Cuartos de final)

95. Ivan Klasnic (1-0)

Cuando marcas un gol en el último minuto de la prórroga que sirve para deshacer el empate inicial, parece que ya no habrá tiempo para nada más. De hecho, dos finales de Eurocopas se decidieron por una anotación en el tiempo suplementario que ya no permitieron reanudar el partido, porque entonces existía la norma del gol de oro. En 2008, ya se había abolido y todo parecía indicar que Croacia llegaría a la penúltima ronda gracias a un delantero que ya ha aparecido en esta lista, en concreto en el número 177. Se trata de Ivan Klasnic.


En esa entrada se habló de los problemas de riñón que había tenido antes y que se reprodujeron después de aquel campeonato, pero no se hizo suficiente hincapié en la ratio de goles por minutos jugados del delantero, que ese mismo verano dejando atrás siete exitosas temporadas en el Werder Bremen, a pesar de la enfermedad. Hacía sólo un año y medio que había sido trasplantado de este órgano y, por ello, ya fue un éxito que pudiera asistir a la cita de Suiza y Austria.

En el inicio de su carrera, Klasnic tuvo que decidir para qué selección jugar, ya que él es nacido en Hamburgo, en el norte de Alemania, y ha vivido toda la vida en este país. No actuó en las categorías de base de la formación balcánica, pero en 2004 decidió que vestiría la camiseta del tablero de ajedrez, la de la tierra de sus padres. Klasnic había debutado en el St. Pauli, el club más irreverente de la ciudad hanseática, con el que logró el ascenso en la temporada 2000-01, cuando él tenía 21 años. No era un delantero centro al uso, rematador, pero sus cifras goleadoras eran bastante buenas y tenía gran capacidad para asociarse con otro atacante en sistemas con dos puntas.

Aquel verano habría podido quedarse en el St. Pauli, que doce meses después acabaría regresando a la segunda categoría, pero aceptó la propuesta del Werder Bremen, que consiguió gratis sus servicios ya que finalizaba relación con su antiguo equipo. Junto al rio Wesser comenzó bien, pero en la segunda temporada tuvo dos lesiones importantes de rodilla que comprometieron su carrera. Una vez recuperado, fue esencial en el histórico doblete del equipo, que ganó la liga con seis puntos sobre el Bayern y la Copa, en una emocionante final al Alemannia Aachen en que él marcó un gol. Ese año debutó con la selección croata.

Asistió a la Eurocopa de Portugal, pero no disfrutó de ningún minuto. Sí que los tuvo dos años después, en el mundial de Alemania, pero no marcó y tuvo que volver a casa al final de la primera fase. Las cosas iban bien, pero entonces surgieron los problemas de riñón que derivaron en su trasplante, en enero de 2007. Se recuperó meteóricamente, aunque disputó partidos de la fase de clasificación para el siguiente torneo europeo, y ayudó con siete goles al Werder Bremen a clasificarse para la siguiente Champions. Su presencia en la lista de Slaven Bilic estaba asegurada.

Pero en el torneo apenas jugó. Petric y Olic le cerraban el paso de la titularidad y sólo actuó en el tercer partido de la fase de grupos, en la que marcó el gol que suponía la victoria contra Polonia y el pleno de puntos en la fase. Los cuartos de final serían contra Turquía, una buena opción para llegar a las semifinales y emular al equipo que fue tercero en el mundial de una década antes.


El gol

Klasnic volvió a iniciar el partido desde el banquillo. Este era muy cerrado y ninguna de las dos formaciones anotaba. Entonces, Bilic le hizo entrar en el minuto 7 de la prórroga en el lugar del veterano Olic. Y su actuación pudo ser histórica. No lo fue por segundos.


Era el último minuto del tiempo suplementario cuando Modric corrió más que el portero Rüstü a recoger un esférico suelto en el área. Se revolvió y envió el balón al área pequeña antes de que el arquero pudiera retornar a la portería. Allí estaba Klasnic en lucha con el central Gökhan Zan y, aunque éste intentó desviar el balón con la mano, el atacante croata saltó más e introdujo el balón en la portería. Era el minuto 119 y todo parecía hecho. Pero los balcánicos vendieron la piel del oso antes de tiempo y, en la acción siguiente, ya a la desesperada, el delantero otomano Semih Sentürk cazó un centro y fusiló a Pletikosa. En los penaltiss, Modric, Rakitic y Petric erraron tres de los cuatro de su equipo y Turquía eliminó a Croacia. Con 28 años, fue el último partido de Klasnic en un gran torneo internacional.

Porque aquel verano fichó por un Nantes que bajó a Segunda y las cosas ya no volvieron a ser igual. Tres campañas al Bolton, con otro descenso al final de la última, y ​​una de despedida en el Mainz, con sólo tres partidos sobre el campo, precipitaron el final de la carrera de un jugador que, desde la Eurocopa del 2008, sólo actuó en nueve partidos más con Croacia. Ya retirado, nuevamente los problemas de riñón de los que es recupera. Carrera de luces y sombras de un delantero talentoso, el único de la historia que ha jugado una Eurocopa después de haber sido trasplantado.

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