dijous, 4 de març del 2021

España, 1- Francia, 2 (Euro 2000-Cuartos de final)

100. Youri Djorkaeff (1-2)

Hace casi dos meses tuvimos el primer contacto con uno de los pilares de la selección francesa que encadenó título en el mundial de 1998 y la Eurocopa del 2000. Entonces, lo dejamos con él anotando un gol que dio la victoria, en la primera fase, contra la República Checa y habiéndose enfrentarse, tras caer contra los Países Bajos, en España en los cuartos de final. En este partido, disputado en Brujas, llegaría un gran momento para el atacante Youri Djorkaeff.



El futbolista de ascendencia armenia ya era todo un veterano en esta cita, con 32 años. Los franceses, que cuatro años antes, en Inglaterra, habían quedado eliminados en las semifinales por la República Checa, ya se habían enfrentado a los españoles en aquel campeonato, aunque entonces había estado en un partido de la primera fase que no era tan decisivo. Entonces, en Leeds, el resultado fue de empate a un gol y la anotación de su equipo había sido conseguida por Youri Djorkaeff, aunque después empataría Caminero. El futbolista francés se encontraba entonces en los meses de cambio entre el París Saint-Germain y el Inter de Milán y ahora, en la Eurocopa del 2000, ya estaba en otro momento de su carrera, al Kaiserslautern.

España había llegado a cuartos de final casi de rebote, después de remontar en el tiempo de descuento un 3-2 desfavorable contra Yugoslavia que le había dado el liderazgo de su grupo. En cambio, los franceses habían quedado segundos del suyo, pero no se puede despreciar nunca a un campeón del mundo, y quedó claro en el estadio Jan Breydel de Brujas.


El gol

El partido vivió los tres goles en un espacio de sólo once minutos. Poco después del descanso, Zidane adelantó a los galos con un extraordinario lanzamiento de falta. Sólo cinco después, empataría el conjunto de Camacho tras un claro penalti de Thuram a Munitis que transformaría Mendieta. Parecía que todo se encaminaba hacia el descanso a la espera de la resolución en la segunda parte, pero faltaba una acción decisiva.



En un momento en que había que conservar el balón y no meterse en líos, Guardiola lo perdió con un pase horizontal a Mendieta que interceptó Lizarazu. Rápidamente, el lateral encontró a Vieira, que usó su enorme cuerpo para mantener la posesión de la presión de todos los españoles que se le acercaban y, en el momento adecuado, descargó a la derecha, por donde entraba Djorkaeff. Muchos esperaban un centro, pero el centrocampista tenía otra idea, disparó fuerte y al primer palo y sorprendió a Cañizares. El gol ya no sería remontado, aunque España dispuso de un penalti en el último minuto que malogró Raúl.

Francia acabaría ganando aquella Eurocopa, la segunda de su historia, tras derrotar a Portugal con un gol de oro en la semifinal de Bruselas por 2-1 y de vencer a Italia en la final de Rotterdam con otro gol de oro, en esta oportunidad de Trézéguet. Djorkaeff y los suyos ya tenían el doblete.

El futbolista siguió dos temporadas más en el Kaiserslautern, hasta el mundial de 2002. Francia defendía título y él, ya con 34 años, fue convocado para el torneo de Corea y Japón. En el año anterior, la selección se había apuntado otro título, la Copa Confederaciones tras derrotar a Brasil, en la revancha de la final del 98, en las semifinales y al conjunto nipón en la final. Pero la formación de Roger Lemerre demostró que los años no pasaban en balde y quedó eliminada en el mundial en la primera ronda, y sin marcar ni un gol, con derrotas contra Senegal y Dinamarca y empate ante Uruguay. Djorkaeff fue titular el primer día y sólo disputó unos minutos más en la despedida, ante los nórdicos. Fue su último partido con la camiseta "bleu".

A nivel de clubes probó, con éxito, la aventura de la Premier. Tuvo dos buenos años con un equipo muy europeizado como el Bolton y finalizó su carrera, con 38, en Nueva York, a los MetroStars, que luego se convirtieron en Red Bulls. Tras retirarse, Djorkaeff ha mantenido su ayuda al territorio armenio de sus antepasados, abriéndo escuelas de fútbol y ayudando a la tristemente famosa, en los últimos mesos, región de Nagorno-Karabaj, feudo de pugnas entre Armenia y Azerbaiyán. De hecho, él no pudo ir al país azerí a jugar con Francia por sus raíces, las que sí que dio a conocer al resto del mundo durante décadas.

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