Suecia, 2- Inglaterra, 3 (Euro 2012-Primera fase)

159. Danny Welbeck (2-3)

Inglaterra ha sacado desde las categorías inferiores de los distintos clubes muchos delanteros en los últimos años. Pocos de ellos se han terminado de consolidar, a pesar de que muchos han tenido oportunidades de brillar en equipos de primera línea de su liga. Algunos, como Harry Kane, han acabado triunfando indiscutiblemente, pero otros han vivido pasos por la primera línea de fuego que, o bien han sido efímeros, o bien se han ido diluyendo, aunque de condiciones no les faltaban. Es el caso de Danny Welbeck.

Con 18 años, Welbeck ya recibió oportunidades de Alex Ferguson en un Manchester United que se encontraba en la élite europea. Aterrizó en el primer equipo el año siguiente a la conquista de la última Liga de Campeones del club, sobre todo en partidos de las Copas nacionales y un par de liga. En el año posterior ya jugó Champions, pero la competencia en la delantera era enorme, con elementos como Rooney, Tévez, Berbatov u Owen y, en el primer año, del mismo Cristiano Ronaldo. Por ello, aceptó una cesión al Sunderland la temporada 2010-11 que le fue bastante bien. El equipo se clasificó en media tabla, él marcó seis goles y volvió a Old Trafford.

Welbeck no es un ariete, ni tampoco es un media punta. Es un delantero que se puede amoldar a todo el arco del ataque, con grandes condiciones físicas para jugar al contraataque y también con cierto instinto rematador sin ser un gran goleador. Había desarrollado una gran carrera en las categorías inferiores de las diferentes selecciones, la sub-17, con la que perdió la final de un europeo contra España con un gol de Bojan, la sub-19, con otra final perdida, ahora contra Ucraína, y la sub-21, con dos goles en la fase final de un Campeonato de Europa, pero eliminación en la primera fase.

En la temporada de cesión al Sunderland también debutó con la selección, dirigida por Roy Hodgson. Intervino en algunos partidos de la fase de clasificación para la Eurocopa. En verano de 2011, retornó a Old Trafford y allí se consolidó, tanto en el United, con el que marcó nueve goles en treinta partidos en la liga, a pesar de que perdió el título por diferencia de goles contra el City, como en la selección. Por ello, un defensor del 4-4-2 como Hodgson se lo llevó a la Eurocopa de Polonia y Ucrania, con muchas posibilidades de jugar.

El gol

Welbeck fue titular en todos los partidos. En el primero, Hodgson introdujo una variante, por la baja por sanción de Rooney, y lo dejó como único punta contra Francia. El empate a uno final no le convenció y volvió al dibujo típico ante Suecia, acompañándolo de Andy Carroll. El duelo, en Kiev, fue vibrante. Carroll adelantó a los ingleses con un cabezazo, antes de que dos acciones protagonizadas por el central Mellberg avanzaran los suecos ya en la segunda parte. Por suerte, Theo Walcott entró en el campo e igualó el partido enseguida. Doce minutos antes del final, llegaría el gran momento del delantero del United.

Fue en una acción iniciada por el lateral Glen Johnson, desafortunado en el empate a uno, que cedió el balón a Walcott. Este profundizó por la derecha del área y envió un centro a media altura. Welbeck, marcado por Mellberg, no podía rematar de cara e inventó un recurso de artista. De espaldas a portería, con el talón, impulsó el esférico sin mirar a la portería y batió a Isaksson, tan sorprendido como todos. El golazo daba la victoria y el acceso virtual de los ingleses a cuartos de final.

Welbeck volvió a jugar en la victoria contra Ucrania, con un gol de Rooney, que dio a los ingleses el primer puesto del grupo. En la primera eliminatoria directa compartió ataque con su compañero en el United y fue relevado por Walcott al minuto 60. Vio desde el banquillo la eliminación por penaltis.

Con su equipo vivió el último gran año de Ferguson, el de antes de la retirada, con la liga obtenida, pero también la decadencia de aquel grupo en los años posteriores. Asistió al mundial de Brasil de 2014, donde jugó y fue relevado en las derrotas contra Italia y Uruguay que dejaban el equipo nacional fuera de juego, y el mismo verano quiso hacer un cambio en su carrera. Con sólo 24 años fichó por el Arsenal, con el que ganó una Copa y una Copa de la Liga en las cinco temporadas en que estuvo en el club, pero su protagonismo fue bajando. Le convocaron para el mundial de Rusia, en el que la selección fue cuarta, pero él jugó un papel anecdótico, actuando solo 11 minutos en la derrota en la primera fase contra Bélgica.

Welbeck descendió un nivel más la temporada pasada, cuando lo fichó el Watford, un conjunto que terminó bajando de categoría. Su último partido del curso fue, justamente, en el campo del Arsenal, con derrota por 3-2. Ahora sólo tiene 30 años y vuelve a marcar goles en la Premier, en el Brighton, pero su mejor tiempo parece haber pasado. Ha estado en grandes torneos, pero la época en que era titular en equipos grandes ha quedado lejos. Habrá que ver qué quiere hacer en el futuro porque el talento, como demostró en el gol de la Eurocopa del 2012, lo tiene.