dissabte, 2 de gener del 2021

Grecia, 1- España, 1 (Euro 2004-Primera fase)

161. Angelos Charisteas (1-1)

El fútbol griego no ha destacado casi nunca en el panorama internacional, por eso fue tan sorprendente la victoria de su selección en la Eurocopa de 2004. Una serie de circunstancias se alinearon para que el grupo dirigido por el alemán Otto Rehhagel se proclamara campeón. El centrocampista Zagorakis fue elegido el mejor jugador del torneo, pero quien ha entrado en la historia ha sido el delantero centro de aquel conjunto, no sólo por el gol que dio el título, en la final, sino por dos más que fueron decisivos. Los tres entrarán en esta lista para ir tejiendo la carrera de Angelos Charisteas.


El futuro delantero del equipo nacional heleno nació en Serres, una ciudad situada al norte de Salónica, cerca de las fronteras búlgara y normacedonia. De hecho, Charisteas es macedonio, pero del sur, del territorio adscrito administrativamente a Grecia. Después de empezar a jugar en el equipo de su localidad fue captado por el Aris y su llegada a la élite no pudo ser mejor. Marcó dos goles en sus nueve primeros partidos y ayudó al equipo a ascender a la máxima división del país.

Charisteas jugó mucho durante cuatro temporadas, pero aunque fuera delantero, tampoco es que sus cifras deslumbraran. Su físico ayudaba al equipo a enviar balones largos, pero el hecho de que el Aris de la época no fuese de los equipos grandes de la competición y no marcara muchos goles provocaba que sus cifras no crecieran. Sin embargo, su presencia en la selección seguramente cambió su carrera.

Rehhagel ya era seleccionador cuando le llamó por primera vez en la fase de clasificación para el mundial del 2002. Grecia estaba encuadrada en un grupo imposible, con Inglaterra y Alemania y, a pesar de no ganar a ninguno de los dos equipos, Charisteas marcó dos goles importantes. A los alemanes les anotó uno en una derrota por 2-4 y, ante los británicos, marcó otro en Old Trafford que propició un histórico empate a dos. Alemania debería se hubiese clasificado primera de haber derrotado a Finlandia en Gelsenkirchen, pero un increíble empate a cero dejó a los ingleses primeros y obligó a la selección de Rudi Völler a jugar una repesca.

Estas actuaciones de Charisteas fueron tenidas en cuenta en el país teutón y así, después del mundial, que no jugó, se incorporó al Werder Bremen por tres millones de euros. Se acercaban sus mejores años. Después de una buena temporada de aclimatación, ganó la liga con los hanseáticos en la temporada 2003-04. No era titular de un equipo donde tenía que luchar con atacantes como los dos titulares, Ailton y Klasnic, y otros como Haedo Valdez o Ümit Davala, pero terminó jugando 24 partidos y marcando 4 goles. Además, el Bremen también se llevó la Copa contra el Aachen.

Con la selección las cosas tampoco podían ir mejor. Tras un mal inicio de la fase de clasificación para la Eurocopa, Grecia completó un tramo final espléndido, dejó atrás a España, a la que ganó en Zaragoza con un gol de Giannakopoulos, y volvió a un gran torneo diez años después de estar en el mundial de Estados Unidos. Charisteas fue una pieza fundamental con tres goles, dos en Irlanda del Norte y uno en Ucrania, y era titular indiscutible del equipo, a los 24 años, a la hora de afrontar el torneo.


El gol

El campeonato comenzó de manera sorprendentemente espléndida para Grecia, que derrotó a la anfitriona, Portugal, por 1-2 en el debut en Oporto. El segundo partido se disputaba en la misma ciudad, pero en el estadio do Bessa, el del Boavista. El rival volvía a ser España y se enfrentaban los dos conjuntos que habían vencido en la primera jornada. Quien ganara, prácticamente alcanzaba el acceso a los cuartos de final. Para los hispanos era la revancha de la fase de clasificación, que les había obligado a disputar una repesca, y se adelantaron en el marcador con un gol de Morientes en la primera parte. Pero si algo demostraron los griegos durante todo el torneo fue resistencia, y se notó en el inicio de la reanudación.


El técnico, Rehhagel, introdujo un cambio. Hizo entrar en el partido al talentoso y veterano Tsartas, ex jugador del Sevilla, que no solía formar parte de la formación titular pero que podía aportar toques diferenciales en los momentos decisivos. Así, doce minutos después de entrar, recogió un balón en la zona ancha, levantó la cabeza y vio el desmarque de Charisteas. Con su gran pierna izquierda envió un pase milimétrico que superó por encima a Iván Helguera. El delantero recogió el balón, chutó evitando la intervención de Puyol y superó por debajo a un Casillas que lo pudo tocar con los pies, pero no rechazarlo. Con la derrota posterior de los griegos contra Rusia, el gol ante los españoles, que significó el empate a uno final, fue vital para que Grecia pudiera continuar viva en el torneo.

Después llegaría otro gol en los cuartos de final, las épicas semifinales con prórroga y el gol de Charisteas que todo el mundo recuerda en la final y que dio un título, pero sin su acierto en el segundo partido en la fase de grupos, un enfrentamiento en el que España dominó sin acierto, nada de lo que pasó después no habría sido posible.

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