dimecres, 20 de gener del 2021

Inglaterra, 2- Rumania, 3 (Euro 2000-Primera fase)

143. Dorinel Munteanu (2-2)

Si se piensa en la gran selección rumana de la última década y media del siglo pasado, la mejor etapa en la historia del país a nivel de equipo nacional, aparecen nombres de futbolistas brillantes. Desde los Lacatus o Belodedici, que condujeron al Steaua al título europeo contra el FC Barcelona en 1986, a otros como Raducioiu, Popescu, Dumitrescu, Contra o Mutu, sin olvidarnos del gran Gica Hagi. Pero entre todos estos futbolistas hay uno que fue pieza fundamental para todos los entrenadores, tanto que fue el futbolista con más internacionalidades de la historia, aunque a menudo pasa desapercibido. Era el centrocampista Dorinel Munteanu.


Jugó 134 partidos con la camiseta amarilla y fue titular en dos Eurocopas y dos mundiales. No disputó más torneos internacionales porque Rumanía entró en una travesía del desierto en la última parte de su carrera, pero su presencia, a menudo actuando de medio centro, y a veces tirado hacia la banda izquierda, fue constante durante una década. Porque Munteanu era un zurdo con un cuerpo no muy atlético, pero con una gran capacidad de sacrificio, una notable visión de juego y un demoledor disparo con su pierna buena.

Nacido en Gradinari, al sur de Timisoara y muy cerca de la frontera con Serbia, su carrera fue totalmente nómada, con muchos equipos, de su país y del extranjero, sobre todo de Alemania, donde pasó sus mejores momentos. El gran salto lo dio cuando el Dinamo de Bucarest le contrató con 23 años, justo en 1991, cuando el comunismo se derrumbaba en el país, procedente del modesto Inter Sibiu, con el que había ganado una Copa de los Balcanes. Con el equipo histórico del Ministerio del Interior rumano conquistó una liga, jugó la Copa de Europa, con eliminación contra el posterior campeón, el Olympique de Marsella, y lo contrató el Círculo de Brujas belga.

Antes ya había debutado con la selección, con la que no había llegado a la Eurocopa de 1992, pero sí al el mundial de Estados Unidos de 1994. Aquella fue la mejor actuación del equipo nacional, en el que él jugó en cinco partidos y quedó a una tanda de penaltis de las semifinales. En 1995, Munteanu fichó por Colonia, en el que estuvo cuatro años, uno de ellos en la segunda categoría. En medio, disputó los tres partidos de la Eurocopa del 1996, con eliminación en la primera ronda. Dos años más tarde, Rumanía iba camino de hacer un buen mundial en Francia 98, después de haber vencido a Inglaterra en la primera fase. Pero un exceso de confianza contra Croacia, posterior tercera clasificada, significó su eliminación. Munteanu, inamovible, actuó en los cuatro partidos.

El año siguiente, cambió el Colonia por el Wolfsburgo, con el que pudo volver a la primera categoría del fútbol germano ya con 31 años. Y sería convocado para la Eurocopa de Bélgica y los Países Bajos, donde tendría protagonismo en otro duelo ante los ingleses.


El gol

Rumanía debutó con un buen empate contra Alemania y perdió en el último minuto ante Portugal en el segundo partido por culpa de un gol de Costinha. Ante Inglaterra, que acumulaba tres puntos, sólo valía la victoria y, de paso, había que esperar a que Alemania no venciera a Portugal por muchos goles, aunque por ello no hizo falta sufrir porque los lusos se impusieron por 0-3. En Charleroi, Chivu avanzó a los rumanos, pero Shearer y Owen dieron la vuelta al resultado antes del descanso. A los tres minutos de la reanudación, una jugada hizo volver a tener esperanza al equipo de Munteanu.


Fue en una acción entre Mutu y Petrescu por la banda derecha. El centro del lateral fue muy mal rechazado por el portero Nigel Martyn, uno de los mil inventos en la portería que han perpetrado las selecciones inglesas a lo largo de la historia. El balón quedó en el centro para Munteanu, que lo paró con el pecho y disparó con la izquierda. El tiro no iba nada colocado, pero como Martyn no había podido regresar a su lugar entró por el medio de la portería. Con el 2-2 sólo faltaba un gol, que Rumanía obtuvo dos minutos antes del final con un penalti transformado por Ganea.

Munteanu volvió a ser titular en los cuartos de final, pero un gol de Totti y otro de Pippo Inzaghi pusieron fin al sueño de la selección. Aunque seguiría jugando hasta los 39 años, en 2007, Munteanu no tendría la oportunidad de disputar ningún otro gran torneo de selecciones porque el equipo nacional cayó en un gran bache y no se volvió a clasificar para ninguna fase final hasta 2016.

El centrocampista se mantuvo en el Wolfsburgo hasta 2004 antes de volver a Rumanía, al gran rival del Dinamo, el Steaua, con el que aún tuvo tiempo de ganar una liga. Terminó su trayectoria aún cambiando cuatro veces más de equipos, en los emergentes Cluj y Arges Pitesti y al final con el Vaslui y la Universitatea Cluj. Pero tanto o más prolífica que su carrera de jugador está siendo la de entrenador. Preparó a siete equipos de su país, con título de liga incluido con el Otelul Galati en 2011, antes de una aventura en Rusia, con el Mordovia y el Kuban Krasnodar, otra en Azerbaiyán, en el Qabala, y regreso a casa. Munteanu ha sido de aquellas personas que siempre están, ni que no se noten, aunque con su gol en la Eurocopa de 2000 se hizo visible por unos instantes, al menos para los ingleses.

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