divendres, 8 de gener del 2021

Turquía, 2- Bélgica, 0 (Euro 2000-Primera fase)

155. Hakan Sükür (1-0 y 2-0)

Turquía no ha sido una selección habitual en los grandes campeonatos. Hasta el año 2000 sólo había tomado parte en un mundial, el de 1954, y en una Eurocopa, la de 1996. Pero en la primera década del siglo XXI totalizó más participaciones que en toda la historia y, además, con muy buenos resultados. Uno de los elementos clave para explicarlos fue el mejor jugador de su historia, el delantero centro Hakan Süuür.


Él fue la punta de lanza de una generación que sacó al fútbol otomano de las catacumbas del continente y que alcanzó cotas tan destacadas como convertir a uno de sus equipos, el Galatasaray, en campeón de un competición europea o llevar al equipo nacional a las semifinales de una Copa del Mundo. Conocido como "El Toro del Bósforo", por su planta física y su fuerza al rematar las jugadas, Hakan Sukur nació en Sapanca, pocos kilómetros al este de Estambul, ya en la parte asiática del país. Comenzó a demostrar sus capacidades en el Sakaryaspor y el Bursaspor antes de ser fichado por uno de los grandes del país, el Galatasaray, que fue el club de su vida. Llegó a ganar ocho ligas y cinco Copas, entre otros trofeos, y en 1993, con 22 años, debutó en la Champions.

El año antes ya se había estrenado con una selección que quedó lejos del mundial de Estados Unidos, pero que sorprendió con la clasificación para la Eurocopa de 1996, su primer gran torneo en 42 años. Hakan marcó siete goles en siete partidos y dejó atrás a Suecia, tercera del último mundial, para llegar a la fase final del torneo. En Inglaterra, los turcos pagaron la inexperiencia y cayeron en los tres partidos y sin marcar ni un gol, pero la participación les sirvió de mucho para el futuro.

La selección no entró en el mundial de Francia 98, eliminada por los Países Bajos y Bélgica, aunque Hakan seguía destacando, con ocho goles, cuatro de ellos en una gran actuación ante Gales. Pero en el 2000 sería su gran año. Con el Galatasaray ganó la Copa de la UEFA por penaltis, contra el Arsenal, en Copenhague, tras una gran trayectoria una vez eliminados de la Champions. Además, Turquía se había clasificado para la Eurocopa precisamente de Bélgica y los Países Bajos tras una agónica repesca contra Irlanda. Era el momento de que el equipo, más maduro, demostrara que había aprendido la lección de cuatro años antes.


Los goles

Turquía perdió contra Italia en el debut por 1-2 y empató a cero contra Suecia en el segundo partido. Sólo valía la victoria ante Bélgica, en Bruselas, en el tercero para pasar a los cuartos de final. Los belgas les habían dejado fuera de la última Copa del Mundo, pero el momento era diferente. Miles de turcos llenaron las gradas del estadio del Rey Balduino, el antiguo Heysel, y asistieron a un momento histórico de la mano de su gran delantero centro. Y todo comenzó con una demostración de astucia y un error muy grave del portero local.



Justo antes del descanso, con empate a cero, todo el mundo ya esperaba que el árbitro pitara el final del primer periodo cuando el turco Alpay Özalan despejó con contundencia un balón que describió una trayectoria altísima y que parecía que no iría a ninguna parte. Todo favorecía al solvente portero del Anderlecht Filip de Wilde, pero Hakan Sükür percibió una oportunidad y no la desaprovechó. El esférico botó en el área y el delantero hizo valer sus 191 centímetros de altura para superar a los 180 del portero belga, aunque éste saltó con los brazos arriba, tocó el balón con la cabeza e inauguró el marcador.

El conjunto local intentó empatar, consciente de que una simple igualada le podía dar la clasificación, pero Turquía se defendió bien, y además, encontró una oportunidad en el minuto 25 que le acabó de asegurar la victoria.


Fue en un robo al delantero belga Strupar que acabó en los pies de Tayfur, que había entrado en la primera parte en el lugar del lesionado Tugay. Este levantó la cabeza, vio la defensa contraria avanzada y envió un esférico al espacio para la entrada de Suat Kaya. El centrocampista entró en el área, pero no quiso ser egoísta. Dio el pase de la muerte y Hakan Sukur se adelantó por segunda vez a De Wilde, que terminaría el partido expulsado por otro error saliendo del área hacia el final del enfrentamiento. El 2-0 clasificaba los turcos y dejaba a los belgas fuera de la competición. Turquía no avanzó más en el torneo, ya que fue eliminada por dos goles del portugués Nuno Gomes en los cuartos de final, pero la experiencia fue muy positiva para el futuro.

Aquel verano, Hakan Sukur fichó por el Inter de Milán, en un momento en que los futbolistas turcos no salían mucho de su país. No triunfó, sólo estuvo una temporada y media y fichó en el mercado de invierno de 2002 por el Parma. Turquía había entrado en el mundial del siguiente verano de manera cómoda. Él ya tenía 30 años y era su última oportunidad de hacer un gran papel en una Copa del Mundo. Y así fue. Sólo Brasil, en las semifinales, rompió la posibilidad de que el equipo llegara a la final, pero consiguió la tercera posición al derrotar a Corea del Sur, uno de los anfitriones, por 2-3 con un gol suyo que es considerado el más rápido de la historia del torneo. Aunque jugaría 32 partidos más con la selección y marcaría 14 goles, aquel fue su último gran campeonato.

En el tramo final de su carrera disputó nueve partidos con el Blackburn Rovers, con el que probó, por poco tiempo, el sabor de la Premier, y regresó a casa, al Galatasaray, donde siguió ganando títulos nacionales hasta que se retiró en 2008, con 36 años, marcando en su último partido, en casa contra el Gençlerbirliği, y llevándose su última liga.

Una vez abandonado el fútbol, ​​Hakan Sükür se ha seguido significando en su país, pero desde otra vertiente. Entró en política, fue elegido parlamentario por el Partido de la Justicia y del Desarrollo. Dimitió dos años después, en 2013, y desde 2016 vive exiliado en los Estados Unidos por su supuesta participación en el golpe de estado contra el presidente Erdogan. Este olvidó que era un héroe deportivo del país y exigió su detención, pero él ya había abandonado Turquía, a quien puso en el mapa futbolístico pocos años antes y donde ahora no puede vivir si lo quiere hacer en libertad.

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