dimarts, 5 de gener del 2021

República Checa, 1- Francia, 2 (Euro 2000-Primera fase)

158. Youri Djorkaeff (1-2)

La gran selección francesa que ganó el mundial de 1998 y la Eurocopa de 2000 se empezó a fraguar en el anterior torneo europeo, el de 1996. Después de no haber participado en dos mundiales seguidos, con la llegada de Aimé Jacquet al banquillo se creó un grupo de jugadores de primer nivel continental que llevaron a la formación a las cotas más altas. Una de sus piezas clave a la hora de conectar el centro del campo con la delantera era Youri Djorkaeff.


Era hijo de un ex internacional francés, Jean Djorkaeff, participante en el mundial de Inglaterra de 1966. Youri nació en Lyon y la familia de su padre era de origen armenio. De hecho, durante el mismo año 2000 él se negó a viajar a Turquía a disputar un partido contra la selección otomana después de haber recibido muchas amenazas por su origen. Armenia, como se puede seguir en la actualidad a través de los noticiarios, se encuentra enemistada con Azerbaiyán por los territorios del Alto Karabaj y los azeríes y los turcos son pueblos con una gran hermandad. Volviendo al fútbol, ​​con sólo dieciséis años Djorkaeff había debutado en un equipo de categorías bajas como el Grenoble y con 21 fue contratado por el Estrasburgo, con el que marcó 15 goles en 25 partidos en la segunda categoría.

Djorkaeff era un jugador de difícil catalogación. Se alineaba el centro del campo, pero tenía alma de rematador y goleador. Pero no era delantero, ya que quería asociarse siempre con la creación de la jugada. Tanto en el equipo nacional, como en la selección, se le tenía que dejar su libertad y entonces él mismo ya era suficientemente disciplinado para saber cómo debía actuar en fase defensiva.

Durante la década de los noventa fue tejiendo una buena carrera, primero en Mónaco y luego en el París Saint-Germain, aunque bastante huérfana de títulos. Sólo ganó una Copa con los primeros y una Recopa con los segundos. En 1996, cuando ya tenía 28 años, es cuando inició realmente el mejor de su trayectoria. Lo fichó el Inter de Milán, con lo cual daba un paso adelante importante a nivel de clubes. El mismo año fue convocado para la Eurocopa. Djorkaeff había debutado con la selección en 1993, tras el fracaso en el torneo de Suecia. No pudo disputar el mundial del 1994 por dos derrotas seguidas en casa, contra Israel y Bulgaria. Él participó en el primero de los dos partidos. Israel marcó en el minuto 84 el empate a dos, él salió al campo para buscar la victoria y en el minuto 90, Reuven Atar anotó el 2-3 definitivo. Después, la famosa derrota contra los búlgaros, con un gol de Emil Kostadinov en el último minuto que destrozó a Francia. Djorkaeff no estaba, ese día.

Gérard Houllier fue relevado como seleccionador por Aimé Jacquet y éste inició una revolución, aunque salvó algo del pasado. Djorkaeff sobrevivió a la purga y fue convocado para la Eurocopa de 1996. El equipo no hizo un torneo muy brillante, pero llegó a semifinales. Allí, la República Checa se cruzó en el camino y dejó fuera de la final a los galos por penaltis. Dos años más tarde, Francia ganaría el mundial en casa, con él de titular, ya con 30 años y, en 2000, volvía a haber Eurocopa. Djorkaeff seguía siendo de los indiscutibles.


El gol

Francia debutó con una clara victoria contra Dinamarca por 3-0. El segundo partido tenía connotaciones de historia reciente. El verdugo de 2000, la República Checa se volvía a cruzar en el camino. En el primer partido, los centroeuropeos habían perdido contra los Países Bajos y necesitaban vencer. Un error de Nemec propició el primer gol francés, obra de Henry. Pero Poborsky empató de penalti en una acción mal arbitrada por el colegiado inglés Graham Poll, ya que la falta de Deschamps a Nedved había sido fuera del área. Con empate a uno, y al cuarto de hora de la segunda mitad, llegó el gol definitivo.


Los franceses eran unos especialistas en jugar a la contra aprovechando la velocidad de sus puntas, sobre todo de un Thierry Henry que se encontraba en su mejor momento. Por eso no era raro ver goles como este. Un contraataque que sale de la propia área, en un robo de balón de Patrick Vieira, que saca el esférico combinando con Djorkaeff y lo cede a Zidane. Este, de primera y con un toque de gran calidad le devuelve la pelota a su compañero que envía un pase largo y bombeado hacia Thierry Henry. Es con este que la acción coge velocidad. En una jugada habitual, le hace un lío en el lateral Repka y cede hacia el centro, an la posición del lateral Vincent Candela, que se había pegado un gran esprint desde la defensa. El pase queda atrasado, pero acompañando la acción llega quien la había iniciado, Djorkaeff, que con las facultades goleadoras mencionadas antes remata por bajo y supera al portero Srnicek. La revancha de 1996 ya era un hecho.

Los checos quedaban eliminados de manera matemática y los franceses se clasificaban. Djorkaeff fue suplente en el tercer partido, contra los Países Bajos, con el primer lugar del grupo en juego. Entró en el campo en el minuto 67, con 2-3 en contra, resultado que se mantuvo hasta el final. Francia, vigente campeona del mundo, se vería las caras en los cuartos de final contra España, en un partido que dará como resultado otro gol de esta lista dentro de unos cuantos días.

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