dimecres, 14 d’abril del 2021

Portugal, 2- Países Bajos, 1 (Euro 2004-Semifinales)

59. Cristiano Ronaldo (1-0)

La cuarta aparición en la lista de uno de los mejores jugadores europeos de la historia es para explicar su primera presencia en un gran torneo internacional. Sólo tenía 19 años cuando la afrontó y sólo hacía uno que había llegado a la gran élite del fútbol europeo en fichar por el Manchester United y aunque no se preveía que llegaría a convertirse en el máximo goleador de la historia del fútbol, ​​ya se percibía que tenía ante sí un futuro envidiable. Era un primerizo Cristiano Ronaldo.


Afrontaba la Eurocopa de su país como primer gran campeonato de su vida. Los portugueses lo habían invertido todo para llevarse el título, empezando por fichar al seleccionador campeón del mundo, el brasileño Luiz Felipe Scolari, que había dotado a la formación de una gran disciplina táctica. Aunque había jugadores de trayectoria más larga en el grupo, como Figo, Deco o Rui Costa, ya se veía que Cristiano era la referencia de aquel equipo, a pesar de su juventud.

Nacido en Madeira, Cristiano Ronaldo (nombre de pila compuesto) dos Santos Aveiro, nació de milagro. Era el cuarto hijo de una pareja que vivía en una profunda pobreza y en la que su progenitor era alcohólico. Su madre, todo un referente en la vida del jugador, llegó a revelar que quería abortar porque ya tenía tres hijos y no los podía mantener, pero el médico no se lo permitió. Siete años después, Cristiano comenzó a jugar al fútbol cerca de Funchal, en Andorinha, y sus cualidades lo llevaron al Nacional, uno de los conjuntos grandes del archipiélago, donde llamó la atención de las categorías inferiores del Sporting de Portugal. Por lo tanto, se tuvo que trasladar a vivir al continente, a Lisboa.

Ya allí dejó muestras de su fuerte carácter, ganador y sin lugar para todo lo que él considera injusto. Llegó a lanzar una silla contra un profesor por este motivo. Además, estuvo a punto de tener que dejar el fútbol. A los quince años se le detectó una deficiencia cardíaca que le provocaba taquicardias. Fue intervenido y se le solucionó el problema cauterizando varias vías cardíacas en una sola, lo que le ralentizó la frecuencia de sus latidos en reposo.

Un año después, ya era la sensación del Sporting, En pocos meses llegó a jugar en cinco formaciones diferentes de la entidad y a debutar en el primer equipo. Era seguido por media Europa, pero un partido amistoso contra el Manchester United provocó que Alex Ferguson decidiera su contratación inmediata por 19 millones de euros. En sus inicios era extremo, con un regate imprevisible y una rapidez fuera de lo común. Disputó 29 partidos de liga con el United, eliminado en los octavos de final de la Champions por el Oporto de alguien que sería muy importante en su trayectoria, José Mourinho. El equipo ganó la Copa y él fue convocado por la selección para la Eurocopa de Portugal.

Cristiano, que ese mismo verano también jugaría los Juegos Olímpicos de Atenas, había debutado en el primer equipo portugués en agosto anterior y había actuado en cinco amistosos sin haber anotado ningún gol. En el primer partido del torneo, el equipo luso cayó sorprendentemente contra Grecia, aunque él anotó el gol del honor, su primero como internacional, Portugal sufrió mucho para ir avanzando rondas, al derrotar a Rusia y a España en la fase de grupos, y a Inglaterra, por penaltis, en los cuartos. Él había transformado su tiro en esa tanda. Superado el obstáculo británico, esperaban los Países Bajos en las semifinales.


El gol

Portugal había perdido las dos semifinales de un torneo grande, el mundial 66 y la Eurocopa 84, disputadas hasta entonces, pero siempre había sido contra el conjunto anfitrión. Ahora jugaba él en casa, en el Estadio Alvalade, el del Sporting, donde Cristiano había crecido. Y aquel joven de Funchal, que hacía cuatro años que había estado a punto de dejar el fútbol, ​​imprimió pronto su sello al partido.


Fue un córner por la izquierda del ataque portugués lanzado por Deco. La defensa el zona de los neerlandeses fracasó estrepitosamente y dejó solo a alguien que, con los años, se confirmaría como un gran especialista en el remate de cabeza. Cristiano tuvo que hacer un escorzo para tocar el balón, pero remató bien superando a quien al cabo de un año sería compañero en el United, Edwin van der Sar. Portugal ganó el partido por 2-1, con un segundo gol de Maniche, a pesar del autogol posterior de Jorge Andrade. Pero Cristiano no pudo levantar un trofeo que tardaría doce años en ganar al caer en la final contra Grecia por 0-1 en el estadio del Benfica.

Aquel fue el disparo de salida de una extraordinaria carrera que, en los años posteriores, le llevaría a conseguir, entre otros títulos, tres ligas y una Champions con el Manchester United hasta 2009, cuando sería traspasado al Real Madrid por casi 100 millones de euros. En medio, con Portugal llegó a las semifinales del mundial de Alemania, en 2006, y a los cuartos de la Eurocopa de 2008, torneo en el que no pudo marcar ningún gol. Ya como madridista, fue eliminado por España en los octavos de final de la Copa del Mundo de Sudáfrica y no volvería a encontrarse con el gol en una Eurocopa hasta 2012, en otro torneo que coincidió con una gran temporada vestido de blanco, con liga incluida. 

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