dilluns, 15 de juny del 2020

Portugal, 2- Países Bajos, 1 (Euro 2004-Semifinal)

362. Jorge Andrade, en propia puerta (2-1)

Portugal se encontró la tarde del 30 de junio de 2004 con la gran oportunidad de clasificarse, por primera vez, para la final de un gran campeonato en categoría absoluta. Atrás quedaba la semifinal de la Eurocopa del 1984, con la derrota a última hora contra la Francia de Platini, y aún más la de 1966, ante la Inglaterra de Bobby Charlton. Ahora, ellos eran los anfitriones y debían derrotar a los Países Bajos para disputar el partido decisivo, el domingo siguiente.

Los portugueses habían ido pasando rondas con problemas, tras una derrota inicial en la fase de grupos contra Grecia, dos triunfos, contra Rusia y España, les clasificaron para unos cuartos de final que superaron en una larguísima tanda de penaltis ante los ingleses. El equipo de Scolari no se había mostrado muy efectivo en defensa en dos de los cuatro duelos, a pesar de disponer de una gran pareja de centrales.



Y es que Ricardo Carvalho y Jorge Andrade se habían visto las caras en una de las semifinales de la Champions de aquel año. El Oporto, el equipo del primero, eliminó el Deportivo de la Coruña, el del segundo, después de que el árbitro alemán Markus Merk expulsara de manera injusta al defensa de los gallegos. Interpretó una agresión sobre Deco, cuando realmente le hizo una broma con el pie, simulando que le daba una patada a su ex compañero, ya que Andrade era del Oporto antes de desembarcar en Riazor. La baja de Andrade, un jugador que compensaba su falta de envergadura con una excepcional colocación y con tranquilidad para salir con el balón jugado, fue vital para la vuelta, en la que el Oporto venció en La Coruña, paso previo para una final en la que derrotaría el Mónaco.

El gol

En la semifinal de la Euro 2004, las cosas empezaron a ir muy bien para Portugal. Cristiano Ronaldo adelantó a los lusos con un cabezazo en un córner al inicio y Maniche pareció sentenciar con un tiro parabólico que sorprendió a Van der Sar. El partido estaba controlado, pero se complicó cuatro minutos después del 2-0. En un centro sin aparente peligro del lateral Van Bronckhorst, Andrade intentó rechazar con fuerza, pero tocó mal el esférico, éste fue hacia atrás y la vaselina involuntaria superó al portero Ricardo.



La media hora que quedaba hasta el final se convirtió en un sufrimiento para los portugueses. Los neerlandeses acercarse al empate con alguna llegada clara, pero al final no lo consiguieron. Portugal estaba en la final.

La mala suerte de la temporada de Andrade, sin embargo, continuaría con la derrota en el partido decisivo contra Grecia. Este fue el último gran torneo de selecciones del defensa, que había estado en la Copa del Mundo de 2002, ya que en 2006 se perdió el Mundial de Alemania por una grave lesión que marcaría su carrera. Ya no volvió a ser el mismo. Cuando dejó el Deportivo, en 2007, fichó por la Juventus, que acababa de regresar de la Serie B, pero sólo pudo jugar cinco partidos en dos temporadas y se tuvo que retirar demasiado pronto, con 31 años. El autogol de 2004, por lo tanto, no fue, ni de lejos, lo peor de una buena carrera, pero demasiado corta.

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