divendres, 12 de juny del 2020

Dinamarca, 2- Portugal 3 (Euro 2012-Primera fase)

365. Nicklas Bendtner (2-2)

El danés Nicklas Bendtner ha tenido una trayectoria irregular y siempre ha parecido que podía hacer más de lo que ha acabado haciendo. Reconocido por sus participaciones con la selección danesa y también por su etapa de nueve años en el Arsenal (entre 2005 y 2014), no es sólo un rematador puro ya que también tiene capacidad de asociación con los centrocampistas y habilidad para caer a las bandas.





El problema de Bendtner durante años, sin embargo, ha sido un carácter complicado y errático que le ha comportado más de un problema y no le ha permitido ser una opción fiable para los grandes de Europa. Así, dentro de su cabeza tenía la calidad de Ibrahimovic, pero fuera de los terrenos de juego se ha labrado, sobre todo después de marcharse de los gunners, una fama de vividor y de poco sacrificado que le hicieron salir cedido al Sunderland o la Juventus (donde sólo actuó en nueve partidos) y acabar mal en el Wolfsburgo y el Nottingham Forest, antes de terminar en el Rosenborg y luego en el Copenhague, donde agota su carrera, ya con 32 años.

En 2012, Bendtner había vivido la cesión al Sunderland, pero el seleccionador danés, el sempiterno Morten Olsen, aun confiaba en él. Después de haber intervenido en el Mundial de dos años antes, era el titular en el equipo que había empezado la Eurocopa de Polonia y Ucrania derrotando a los Países Bajos por 0-1. Contra Portugal, en el segundo partido, los nórdicos comenzaron perdiendo por 0-2, con goles de Pepe y de Hélder Postiga, pero el propio Bendtner había reducido la diferencia antes del descanso de un cabezazo.

El gol

El partido languidecía en la segunda mitad. Faltaban sólo diez minutos en el Arena de Lviv cuando Lars Jacobsen penetró por la banda derecha y envió un centro muy pasado. Bendtner explotó una de sus mejores cualidades, el desplazamiento hacia el segundo palo y enganchó un gran remate de cabeza que superó al portero Rui Patrício. Dinamarca ponía, con el empate, un pie en la segunda fase. Y entonces, el delantero provocó uno de sus escándalos.




Corrió a celebrar el gol hacia el banderín de córner pero por el camino se bajó los pantalones y mostró la marca de los calzoncillos para hacer publicidad. El gesto no pasó inadvertido a la UEFA, que le castigó con un partido sin jugar y una multa de 100.000 euros. Además, Dinamarca había perdido por 2-3, por culpa de un gol del portugués Silvestre Varela en el tramo final.

Finalmente, a Bendtner le aceptaron la apelación y pudo jugar el tercer enfrentamiento de la primera fase, contra Alemania, pero Dinamarca cayó derrotada por 1-2. Este fue, hasta el momento, y no tiene pinta de cambiar la cosa, su último partido en un gran torneo.

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