Alemania Federal, 1- Países Bajos, 2 (Euro 88-Semifinales)

60. Ronald Koeman (1-1)

Una década y media después de la irrupción de la Naranja Mecánica, que explotó en el mundial de 1974 después de que el Feyenoord y el Ajax hubieran encadenado cuatro Copas de Europa seguidas, los Países Bajos volvieron a vivir otra era de esplendor. En 1988, el PSV Eindhoven había conseguido ganar el máximo título continental y algunos de sus jugadores fueron vitales en la conquista de la Eurocopa del mismo año, el único título que los neerlandeses han logrado en su historia. El líder del conjunto de la Philips y uno de los cabecillas de la selección de Rinus Michels era un libre de gran clase y golpeo de balón, Ronald Koeman.

Persona de un fuerte carácter, tejió una trayectoria extraordinaria como jugador, en una época en que jugó por los tres grandes clubes del país y, sobre todo, es recordado por su paso por el FC Barcelona, ​​donde marcó el gol que dio los azulgrana la primera Copa de Europa de la historia de la entidad. Originariamente centrocampista, aprovechó su buena colocación y desplazamiento de balón en largo para adaptarse a la defensa, aunque no era un marcador al uso. Dotado de un violentísimo disparo, lo demostró con muchos goles desde fuera del área y faltas directas y además, era casi infalible en los lanzamientos de penalti.

Koeman, junto con su hermano mayor, Erwin, que también sería internacional, se formó en el equipo de su ciudad natal, Groningen, al norte del país, con el que debutó en la máxima categoría y anotó 14 y 15 goles en el campeonato en los dos últimos años con los blanquiverdes. A los veinte años, en 1983, fue contratado por el Ajax, entonces entrenado por Aad de Mos, y donde coincidió con talentos que actuarían con él después con la selección como Marco van Basten o Frank Rijkaard, su compañero en el centro de la defensa naranja, en 1988.

Con Johan Cruyff en el banquillo, a partir del año 1985, ganó una liga y una Copa con el club de Amsterdam. Ya había debutado con la selección como jugador del Groningen, pero el equipo no se había podido clasificar ni para la Eurocopa de 1984, ni para el mundial de 1986. Ese año decidió dar un giro a su vida. Tras desavenencias con el Ajax fue contratado por un PSV Eindhoven que estaba formando un gran conjunto. Ya instalado como líbero, con un equipo que también tenía a Ruud Gullit, ganó la liga en su primera temporada, con Guus Hiddink en el banquillo. En la segunda, Gullit se marchó al Milan, pero el PSV se proclamó sorprendentemente campeón de Europa, con Koeman de líder y sin haber ganado ninguno de los últimos cinco partidos, gracias a los goles fuera de casa y en las tandas de penaltis.

En cuanto al equipo nacional, aprovechó la benevolencia de un grupo con Grecia, Hungría, Polonia y Chipre para clasificarse sin problemas para su primer gran torneo desde 1980. La mezcla de jugadores del PSV, alguno del Ajax y los neerlandeses del Milan lo convertían en uno de los favoritos. Pero el equipo empezó mal, con derrota contra la URSS en Colonia. Fueron necesarias dos victorias más, con la resurrección de Van Basten y tres goles ante Inglaterra y uno milagroso de Wim Kieft contra Irlanda para llegar a las semifinales. Pero el rival era terrible. Alemania Federal, la anfitriona.

El gol

El partido parecía una revancha de la final de mundial de 1974. Esta vez no se jugaba en Múnich, sino en Hamburgo, y los alemanes se adelantaron tras un polémico penalti de Rijkaard a Klinsmann que transformó Matthäus. Los neerlandeses se quejaron mucho, pero no lo pudieron hacer mucho después del que les indicó a favor el colegiado rumano Ioan Igna.

Van Basten recibió un balón largo del otro Koeman, Erwin. Lo paró y quiso superar al central Köhler, que se lanzó al suelo y le tocó mínimamente. El delantero ni pidió penalti y se quería levantar para seguir jugando, pero el colegiado, con ganas de compensar la pena máxima anterior, indicó el punto fatídico. Ronald Koeman tomó la responsabilidad de lanzarlo y empató engañando totalmente al portero Immel. Los Países Bajos ganarían el partido por 1-2, con un gol in extremis de Van Basten, y se clasificaron para una final en la que se vengaron de la Unión Soviética por el duelo del debut con un 2-0 que les hacía campeones. Ronald Koeman y sus compañeros del PSV, como el portero Van Breukelen, el defensa Van Aerle, el centrocampista Vanenburg o el delantero Kieft completaban el doblete de títulos europeos en un año.

Koeman aguantó un año más en el PSV antes de convertirse en el segundo fichaje más caro, entonces, de la historia del Barça detrás del de Maradona. Aunque le costó adaptarse el club, se convirtió en un mito en encadenar las cuatro ligas y la Copa de Europa, ganada a la Sampdoria con un gol suyo de falta, con un viejo conocido del Ajax, Johan Cruyff, en el banquillo. En 1990 disputó el mundial de Italia, con eliminación en los octavos de final a manos alemanas, en la venganza de la venganza, y estuvo a punto de jugar otra final de la Eurocopa en 1992, pero cayó por penaltis contra Dinamarca. También actuó en el mundial de 1994, en que los Países Bajos fueron vencidos por Brasil en los cuartos de final. En los tres torneos, el equipo que dejó a Koeman y a los suyos fuera de la competición se acabó proclamando campeón

Ronald Koeman dejó el FC Barcelona en 1995, en la decadencia del Dream Team, y fichó por el tercer grande de los Países Bajos, el Feyenoord, con el que no pudo ganar ningún título en los dos años en los que jugó antes de retirarse como al defensa con más goles de la historia del fútbol, ​​193, por delante del argentino Passarella. La selección ya la había dejado a los 31 años, en el mundial de Estados Unidos.

Entonces inició una larguísima carrera de entrenador, tanto de ayudante, como de principal, que le llevó a los banquillos de todos los clubes en los que jugó excepto, curiosamente, el del Groningen. También fue preparador a formaciones como el Vitesse, el Benfica, el Valencia, donde ganó una Copa, o el Southampton. Era el seleccionador neerlandés que habría tenido que dirigir al equipo en la Eurocopa de 2020, pero recibió una oferta del FC Barcelona, ​​que lo escogió para sacarlo de la crisis deportiva que estaba viviendo. Koeman, de momento, no podrá dirigir a los nuevos jugadores de su país en una cita internacional 33 años de hacer historia con sus compañeros de generación, unos futbolistas que aún son los únicos campeones de algo, a nivel de selecciones, del fútbol neerlandés.