Francia. 2- España, 0 (Euro 84-Final)

71. Bruno Bellone (2-0)

La vida de los deportistas de élite a menudo viene determinada por el complicado equilibrio entre el éxito total y el fracaso más profundo. Y no sólo desde el punto de vista deportivo. Quien no sabe gestionar el hecho de que la trayectoria al máximo nivel llega un día que se acaba, y a veces de manera abrupta, lo puede llegar a pagar con la ruina o, incluso, con la vida. Este camino es el que recorrió, aunque afortunadamente sin llegar al final, el extremo francés de los años ochenta Bruno Bellone.

Nació en Toulon y fue una especie de niño prodigio. Se formó en las categorías inferiores del vecino Mónaco y con 19 años ya debutó con la selección francesa, en un duelo contra Irlanda en el que el equipo perdió, pero él marcó. Conocido como Lucky Luke, por la rapidez como disparaba, podía actuar de extremo izquierdo y fue desarrollando una buena relación con el gol.

Jugó la fase de clasificación para el mundial de 1982 y fue seleccionado para la fase final por Michel Hidalgo. Justamente hacía pocas semanas que había quedado campeón de liga con el conjunto del principado. En España, sólo actuó en el partido por el tercer puesto, con derrota contra Polonia, pero se le abría una gran carrera por delante, con sólo veinte años. Regresando de la Copa del Mundo, sin embargo, fue protagonista pasivo de un hecho histórico. Como reconoció después, la princesa Gracia de Mónaco murió en su jardín. Fue donde fue a parar el coche que supuestamente conducía su hija Estefanía en el accidente que puso fin a la vida de la ex actriz de cine.

Bellone jugó dos buenos años con el Mónaco, con el que fue subcampeón de liga y de Copa en 1984, y entró en la lista de Hidalgo para la Eurocopa de casa. Allí fue titular en el debut contra Dinamarca, pero los problemas ofensivos de la delantera que formaba con Bernard Lacombe provocaron que el entrenador introdujera cambios para el segundo partido. Didier Six entró en su lugar y se lo quitó. Bellone sólo volvió a jugar un cuarto de hora, el de la remontada, en la prórroga ante Portugal en las semifinales. En la final, sin embargo, el entrenador volvió a la táctica del primer día. Las bajas en defensa de los españoles hizo que pensara en un atacante más rápido y recuperó la titularidad para el duelo decisivo.

El gol

La final entre franceses y españoles tuvo una primera mitad muy igualada, pero se decantó de manera repentina al inicio de la segunda parte, cuando una falta directa lanzada por Michel Platini se coló por debajo del cuerpo de Arconada. El combinado de Miguel Muñoz buscó el empate durante el resto de partido sin suerte y, en el tiempo de descuento, recibió la puntilla en una acción que explica el mismo Bellone en este vídeo.

Amorós cortó un avance a la desesperada del rival y cedió a Tigana. El generoso centrocampista del Girondins vio como Bellone se desmarcaba entre los defensas españoles. Le lanzó un pase perfecto y éste sólo tuvo que conducir el esférico y batir a Arconada con una picada por encima del portero vasco. Francia lograba su primer gran título internacional y Bellone era campeón de Europa con 22 años.

Fueron sus mejores momentos. Con el Mónaco ganó la Copa de 1985 y en la liga logró su mejor marca, con 13 goles. En la temporada siguiente, fue convocado para el mundial de México, del 1986. No fue titular, tras debutar unos minutos en el primer partido, un empate ante la URSS. Tuvo un papel principal en los cuartos de final. Entró de suplente y fue protagonista en la tanda de penaltis ganadora contra Brasil en un lanzamiento polémico. Disparó al palo, el balón rebotó en el portero Carlos y volvió a entrar. Se llegó a la conclusión de que era legal ya que formaba parte de la misma acción. Cabe recordar que, en las tandas, no hay segundas jugadas. Fue titular en la semifinal, perdida contra Alemania Federal, y en el partido por el tercer puesto, con triunfo ante Bélgica.

En 1987 fichó por Cannes. Aun era internacional y decidió ir al Montpellier y fue allí, en 1988, cuando fue víctima de una grave lesión que acabaría por poner fin a su carrera deportiva. Aunque intentó reaparecer, y pese a que el Cannes le dio una segunda oportunidad, nunca más volvió a ser el mismo y se tuvo que retirar con 28 años, Y ahí empezó el drama. Se quedó sin trabajo, se divorció, con lo cual tenía que pasar una pensión a su ex pareja, y además debía una gran cantidad de dinero, unos 700.000 euros, de inversiones que no funcionaron. Todos estos acontecimientos los explicó posteriormente en un libro titulado "Los partidos de mi vida", que sólo se publicó en francés.

En 1998, después de pasar por un infierno, sobre todo económico, Radio Montecarlo llegó a informar de su muerte por suicidio. Él mismo la tuvo que desmentir. Entonces, sus ex compañeros se movilizaron, sobre todo Jean Tigana, el hombre que le dio el pase del gol más recordado de su carrera. Fue quien organizó una serie de actos para recoger dinero. Paralelamente, comenzó a trabajar como reclutador y luego en trabajos en algunos ayuntamientos hasta que, poco a poco, empezó a ver la luz. Bruno Bellone sólo tiene 58 años, pero las ha visto de todos colores. Vivió en primera persona qué significa estar arriba, con aquel gol que hizo explotar de alegría a todo un país, y caer en el infierno sólo seis años más tarde, cuando aparentemente lo tenía todo al alcance de la mano.