diumenge, 27 de desembre del 2020

Dinamarca, 2- Portugal, 3 (Euro 2012-Primera fase)

167. Silvestre Varela (2-3)

La selección portuguesa de fútbol ha llegado muy lejos en las últimas Eurocopas, sobre todo en la última, en la que logró, por fin, el título. Los diferentes seleccionadores han rodeado a su gran estrella, Cristiano Ronaldo, de acompañantes que se adaptaran a sus condiciones y que beneficiaran a su juego. Algunos eran estrellas en sus equipos, pero otros eran secundarios que encajaban bien en las necesidades del bloque y actuaban con buen rendimiento cuando se les pedía un paso adelante. Uno de ellos, seguramente poco conocido por el gran público, era Silvestre Varela.


La suya es una trayectoria nómada, en equipos grandes y pequeños, con muchos títulos con el Oporto pero también luchas en otras formaciones para evitar el descenso o por objetivos más modestos, una larga carrera en las categorías inferiores lusas y la participación en 27 partidos de la absoluta, un hecho que no está nada mal. Nacido en Almada, separada de Lisboa por el Ponte 25 de Abril, que cruza el estuario del Tajo, Varela fue coetáneo de grandes talentos como Nani o Moutinho en las selecciones de base y es un producto genuino de la cantera del Sporting, pese a que sólo jugó dos partidos de liga con el primer equipo.

Inició entonces un periodo de cesiones al Vitoria Setúbal, al Recreativo de Huelva y al Estrela Amadora hasta que en 2009, con 24 años, lo fichó el Oporto, donde vivió los mejores años de su carrera. En la primera temporada debutó como internacional absoluto, en un amistoso contra China, en 2010, ganó la Copa y la Copa de la Liga, pero no entró en la lista para el mundial. Tras el torneo, la federación prescindió de Carlos Queirós y lo sustituyó Paulo Bento, que contó además con él, aunque tampoco exageradamente.

Paralelamente, Silvestre Varela iba acumulando trofeos con el Oporto. Estuvo en una primera etapa hasta 2014 y sumó tres ligas, tres Copas y una Europa League, entre otros galardones. Sólo participó en un par de partidos de la fase de clasificación para la Eurocopa de 2012 y en algunos amistosos, pero Paulo Bento no dudó en incluirlo en la lista. Un jugador como él, trabajador, con instinto rematador y fácilmente adaptable a cualquier posición del ataque, siempre va bien en una lista de 23 hombres.


El gol

Varela jugó sólo 23 minutos en todo el campeonato, repartidos en tres partidos. Entró diez minutos en el debut contra Alemania, pero no fue capaz de remontar el gol de Mario Gómez. En el segundo partido, contra Dinamarca, Portugal ganaba por 0-2, pero dos goles de Nicklas Bendtner parecía que lo dejarían todo en un empate que complicaba mucho la vida a los lusos. Paulo Bento se lo jugó todo y metió al delantero del Oporto por Meireles tres minutos antes del final. Tardaría tres minutos más en dejar huella.


Era ya el minuto 87 cuando Nani centró por la izquierda pero Agger despejó con fuerza. La pelota cayó en el lateral Coentrao, que volvió a probarlo por la misma banda con un centro muy bueno al segundo palo que superó la posición de Cristiano Ronaldo. Detrás estaba Varela, que probó una volea con la izquierda y casi no tocó el balón. Fue mejor un error tan clamoroso que un disparo desviado, ya que el esférico quedó suelto a los mismos pies del delantero, que se giró y con la otra pierna, la derecha, soltó un fuerte trallazo que superó al defensa Poulsen y la estirada del portero Sorensen y dio tres puntos, vitales, a su equipo

Silvestre Varela volvió al banquillo y no tuvo ningún minuto en el tercer partido, un triunfo contra los Países Bajos por 2-1, ni en los cuartos de final, una victoria por 0-1 ante la República Checa. En las semifinales, contra España, tuvo que volver a ejercer de revulsivo. Bento le hizo entrar en el minuto 113 y no tuvo tiempo de nada, ni siquiera a lanzar un penalti en la tanda que supuso la eliminación.

Sin embargo, se ganó la participación en la fase clasificatoria para el mundial de Brasil, en la que jugó siete partidos, con dos goles, y entró en la lista final. Nuevamente fue un recurso de banquillo, pero consiguió marcar otro gol agónico. Tras la derrota contra Alemania por 4-0, los portugueses perdían por 2-1 ante los Estados Unidos, pero una anotación suya en el último minuto significó el empate. De todos modos, el conjunto de Paulo Bento fue eliminado en el siguiente partido, a pesar de vencer a Ghana por 2-1. Le faltaron tres goles para atrapar a los Estados Unidos en la segunda posición. Él jugó la última media hora, pero no pudo perforar la portería rival. A los 30 años, sólo jugaría un amistoso más durante la temporada siguiente con el equipo nacional, contra Italia, antes de no regresar.

A nivel de clubes, intentó dos aventuras internacionales ese mismo 2014, primero en el West Bromwich Albion y después en el Parma, pero no fueron positivas. Volvió al Oporto, donde jugó dos años más, esta vez sin títulos. Varela aceptó una oferta del Kayserispor turco, donde sólo marcó cuatro goles en dos ejercicios, y en 2019 cerró el círculo fichado por Belenenses, el equipo lisboeta del barrio de Belem, con el campo sobre el Monasterio de los Jerónimos desde donde se puede ver Almada, su ciudad, al otro lado del río, allí donde comenzó la vida del delantero anónimo de los goles salvadores.

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