divendres, 18 de desembre del 2020

 Países Bajos, 0- URSS, 1 (Euro 88-Primera fase)

176. Vassiliy Rats (0-1)

Los campeonatos, tanto sea los de liga, o los de selección, no son como empiezan, sino como acaban. Hay muchos ejemplos de equipos que han iniciado mal el camino en muchos torneos y los han acabado ganando. Sucedió con los Países Bajos en su único título, la Eurocopa de 1988. Lo curioso de este caso es que los neerlandeses acabaron llevándose el campeonato tras vencer en la final a la URSS, el equipo que les había ganado en su estreno en Alemania. Había sido con un gol del ucraniano Vassiliy Rats.


A mediados y finales de las década de los ochenta, el Dinamo de Kiev era el dominador de la competición soviética, a la que le quedaban pocos años de vida. Los ucranianos, de la mano de quien también era el seleccionador de la URSS, Valeri Lobanovski, habían ganado la Recopa de 1986 ofreciendo una exhibición. El equipo nacional también había entusiasmado en el mundial del 1986, aunque un polémico partido de octavos de final contra Bélgica lo había dejado fuera del torneo. La base de aquel conjunto era jugadores del Dinamo. En concreto, había doce ucranianos de los cuales once eran del equipo de la capital y uno, Vishnievsky, que no actuó en ningún partido, era del Dniepr, actual Dnipro.

Uno de esos jugadores del Dinamo era Vassili Rats, un centrocampista de baja estatura pero con un físico privilegiado que le permitía correr la banda arriba y abajo durante los noventa minutos. Era zurdo y originario de Transcarpacia, una región al oeste del todo de Ucrania, fronteriza con la actual Eslovaquia y Hungría. Seguramente por eso comenzó su carrera en Lviv, en el Karpati, unos kilómetros al norte. En su camino hacia el este actuó un año con el Lokomotiv Vinnitsa, de categorías bajas, hasta que el Dinamo le reclutó con veinte años.

Rats ganó tres ligas soviéticas en Kiev, dos de ellas antes de la Eurocopa de 1988. También había sido titular en la final de la Recopa de 1986 y había perdido contra el Steaua la de la Supercopa. En el mundial de México, también en 1986, había logrado un importante gol contra Francia, en el empate de la URSS contra los galos de la primera fase. Curiosamente, volvió a marcar contra los franceses en la fase de clasificación para la Eurocopa posterior, en que la URSS fue la única clasificada del grupo. En 47 partidos, Rats marcó cuatro goles con el equipo nacional, de los cuales dos en grandes torneos y dos contra Francia. Ya en la Eurocopa, su posición de titular, con 27 años, no era cuestionada.


El gol

La URSS debutó contra los nuevos Países Bajos del viejo Michels en Colonia, en un duelo que podía ser vital. El grupo lo completaban Inglaterra e Irlanda, que habían debutado horas antes con victoria de los segundos. Los neerlandeses eran favoritos, pero los soviéticos impusieron su defensa y salían en rápidos contragolpes, lanzados por el hábil Belanov, Balón de Oro en 1986. En uno de estos, al inicio de la segunda parte, llegó el gol.


Fue en una pelota robada por la URSS que acabó en los pies de Rats. Este envió un pase largo a la posición de Belanov y comenzó a correr por su carril. Belanov fue controlado en primera instancia por Van Tiggelen, que permitió situarse a toda la defensa. Pero levantó la cabeza y vio como por otro lado llegaba Rats. Realizó un cambio de juego y éste, sin parar el balón, soltó un fuerte disparo con la pierna izquierda que superó la estirada de Van Breukelen. Sería el único gol del partido.

Rats jugó todos los minutos de aquel campeonato, que terminó con el mismo partido que al inicio, una final entre los Países Bajos y la URSS, esta vez en el Estadio Olímpico de Múnich. Habían pasado sólo trece días desde el triunfo de Colonia, pero todo fue diferente. Los neerlandeses habían encontrado su ritmo de juego y ganaron la final por 2-0. Rats se quedaba sin título con la selección.

De hecho, aun jugaría catorce partidos más, entre ellos los de la fase de clasificación para el mundial de Italia. Pero aquella ya era una URSS crepuscular, deportiva y políticamente. En Italia 90, el equipo quedó fuera de competición en la primera fase y él, con 29 años, jugó en el debut, una derrota contra Rumanía por 0-2, y ningún minuto más.

En 1989, Rats había probado una aventura en el extranjero. Fue en el Espanyol. El equipo luchaba por no bajar a Segunda División y el jugador ucraniano participó en los once partidos finales de liga. Los blanquiazules no pudieron evitar disputar la promoción contra el Mallorca. Rats jugó los dos partidos, con 1-0 en Sarrià y 2-0 en contra en el Lluís Sitjar, resultados que significaban el descenso del club. Terminada la liga, volvió al Dinamo. Allí aun ganó un campeonato soviético más y se quedó hasta 1991, cuando el final de la URSS le permitió volver a salir al extranjero. Fue al Ferencvaros húngaro, muy cerca de su ciudad natal, donde terminó la carrera con sólo 32 años y donde cerró el círculo.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada