diumenge, 6 de desembre del 2020

Dinamarca, 1- Alemania, 2 (Euro 2012-Primera fase)

188. Lars Bender (1-2)

La historia de los gemelos en el fútbol es curiosa. No ha habido muchos casos de hermanos de este tipo que hayan llegado simultáneamente a la élite. Seguramente, los más famosos son los neerlandeses De Boer. También están los laterales brasileños Fábio y Rafael da Silva. Y existen unos alemanes que iniciaron la carrera juntos, han acabado en el mismo equipo y compartieron convocatoria en unos Juegos Olímpicos. Uno de ellos es Sven Bender, que ha actuado muchas temporadas en el Borussia Dortmund. Pero él no ha participado en ningún gran torneo con la selección absoluta. Sí lo hizo el otro y, además, marcó. Es el centrocampista, y actual defensa, Lars Bender.


Nacidos en Rosenheim, en Baviera, cerca de la frontera con Austria, los hermanos comenzaron a jugar al fútbol en el Brannenburg y el Unterhaching, hasta que fueron captados por el histórico Múnich 1860. El estilo de juego de ambos es similar. Son centrocampistas defensivos, con buena interpretación del juego y bastante físicos. De hecho, seguramente han entrado en competencia a la hora de llegar a la selección y los propios clubes, aunque en la etapa actual también han retrasado su demarcación y ahora Sven suele ser central y Lars juega de lateral en el Leverkusen. Pero la mayoría de su carrera la han hecho como medio centros recuperadores. 2009 fue un año capital en sus vidas. Sven fichó por Dortmund y Lars recibió una oferta del Leverkusen, que aceptó. Ambos se trasladaban a la cuenca del Ruhr, a equipos separados por sólo 63 kilómetros.

La carrera de Sven, en cuanto a títulos, ha sido mejor en el Westfalenstadion, donde ha sumado dos ligas, dos Copas y jugó una final de Champions. La de Lars no ha sido tan prolífica, en cuanto a victorias, en Leverkusen, pero aún se mantiene allí. Su participación en el equipo fue subiendo después de su llegada y 2012 fue un año importante. Los Bender habían frecuentado las selecciones de base. De hecho, en 2008 fueron campeones de Europa sub-19 compartiendo formación titular. Lars, además, anotó el primer gol de aquella final contra Italia (3-1). Tres años más tarde, él ganó la partida a su hermano en la lista para participar en la Eurocopa de Polonia y Ucrania.


El gol

No parecía que Lars Bender tuviera que estar en la convocatoria de Löw, pero finalmente entró como suplente claro. En el primer partido, entró en el tiempo de prolongación contra Portugal para perder tiempo y mantener el 1-0 favorable. Tuvo la misma misión en el segundo enfrentamiento, contra los Países Bajos, la de perder tiempo mientras se ganaba 1-2. Contra Dinamarca, en el tercero, fue titular. Y lo aprovechó.



Los alemanes se habían adelantado con un gol de Podolski en el minuto 19 igualado inmediatamente por Krohn-Dehli. El partido se abrió. Los daneses necesitaban ganar para aspirar a pasar ronda, vistos los otros resultados, y este hecho permitía contras alemanas. En una de ellas, Khedira sacó el balón jugado con rapidez y lo pasó a Özil. Este, desplazado a la izquierda, centró buscando a Klose, pero el delantero no llegó. Detrás, en cambio, llegaba Lars Bender desde segunda línea. El jugador del Leverkusen tuvo suficiente sangre fría para observar a Sörensen y batirle de un disparo cruzado y flojo que daba la victoria a su equipo. A pesar del éxito, no jugó más en todo el torneo, ni en los cuartos contra Grecia, ni en las semifinales perdidas ante Italia.

En realidad, Lars Bender sólo intervendría en siete partidos más con el equipo nacional, de los cuales sólo uno fue oficial. Su hermano seguiría una trayectoria similar, con cuatro partidos más. De todos modos, ambos recibieron un premio al ser convocados para los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro, torneo en el que Alemania fue subcampeona tras perder la final por penaltis contra la Brasil de Neymar.

En 2017, los hermanos Bender se volvieron a reunir en el mismo equipo, en este caso en Leverkusen, de donde parece que con 31 años tardarán tiempo en moverse. Ocho años de carrera separados en dos clubes que mantienen una importante rivalidad no han roto los lazos que tejieron en Rosenheim, en Unterhaching y en Munich. Son dos trayectorias bastante paralelas con una notable diferencia. Lars marcó en un gran campeonato de selecciones absolutas y Sven, aunque tiene más galardones en el palmarés, no podrá decir lo mismo.

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