dissabte, 19 de desembre del 2020

República Checa, 2- Letonia, 1 (Euro 2004-Primera fase) y
Alemania, 1- República Checa, 2 (Euro 2004-Primera fase)

175. Marek Heinz (2-1 y 1-1)

Hay jugadores que, pese a no ser grandes estrellas, gozan del favor de algunos entrenadores por varios motivos. Uno de ellos es que siempre cumplen cuando salen al campo, desarrollan su misión y no crean problemas si tienen que esperar turno en el banquillo. En la gran selección checa de la Eurocopa de 2004, el centro del campo estaba repleto de talento. Pero el técnico, el veterano Karel Brückner, tenía una gran confianza como revulsivo, al menos al inicio, en un zurdo de vida nómada que, a la sombra de otros, consiguió dos goles en el campeonato. Era el centrocampista Marek Heinz.


Un ejemplo que no era de los más conocidos lo muestra el hecho de que en la fotografía de este gol no se le ha podido encontrar ningún cromo de la Eurocopa 2004, ya que no figuraba en los jugadores tenidos en cuenta para ir a Portugal. De hecho, en la fase de clasificación sólo había disputado un partido, en Austria. Pero en los amistosos previos fue adquiriendo peso en parte gracias a una gran temporada con el Banik Ostrava.

Comenzando desde el principio, Heinz ya estaba a punto de cumplir 27 años en 2004 y acumulaba cinco equipos en su trayectoria. Nacido en Olomouc, jugó con el Sigma, el equipo de la ciudad, con el que debutó en primera, en una etapa interrumpida momentáneamente por una cesión de medio año. En las categorías inferiores había destacado y había llegado a disputar una final de la Eurocopa sub-21 que los checos perdieron en Bratislava, en la vecina y ex-anexionada Eslovaquia, contra Italia, por culpa de dos goles de Pirlo . En el año 2000 lo fichó el Hamburgo, equipo en el que jugó dos temporadas y media con una trayectoria que fue de más a menos, En el último medio año fue cedido al Arminia Bielefeld y en 2003, el año previo a la Eurocopa, decidió volver a Chequia.

Lo hizo en el Banik Ostrava, y su decisión no pudo ser más acertada. Heinz, un zurdo de buena planta y gran llegada al área, mostró su faceta más goleadora con 18 anotaciones en la liga que condujeron al Banik al título, el cuarto de su historia y último hasta ahora. Con este final de campaña, y después de convocarlo para algunos amistosos, Brückner le llevó a la Eurocopa.


Los goles

Y su impacto se notó desde el primer día. Heinz tenía que ser por fuerza suplente de un centro del campo formado por Galasek, Rosicky, Poborsky y Nedved. Pero el estreno de los checos contra la debutante Letonia se estaba atascando. Faltaban cinco minutos para el final y el resultado era de empate a un gol y gracias, ya que los bálticos habían adelantado con un gol de Verpakovskis. Entonces surgió la llegada al área de Heinz.


Fue en un balón largo de Jankulovski hacia Baros. Este llegó a tocar el balón arriba ante la salida del portero Kolinko, pero el defensa Zemlinskis parecía que había alejado el peligro. No fue así. El rechazo salió centrado y Heinz, que había entrado en el campo al inicio de la segunda parte en el lugar del lateral Grygera, paró el balón con el pie derecho y con el izquierdo lo alojó en la desprotegida portería letona. Era el 2-1 definitivo.

Heinz conocía su papel y volvió al banquillo en el segundo partido, contra los Países Bajos. Volvió a ejercer de dinamizador y, a pesar de no marcar, entró al campo perdiendo por 2-1 y salió de él con una victoria por 2-3 que clasificaba al equipo para los cuartos de final. El tercer duelo era contra Alemania y Brückner decidió dar oportunidades a los menos habituales. Los alemanes, que se lo jugaban todo, se adelantaron con un gol de Ballack, Pero a la media hora, Heinz, esta vez titular, mostró otra de las virtudes de su catálogo, los lanzamientos directos de falta.


La posición era idónea para un zurdo, pero delante había un portero de la categoría de Oliver Kahn, Tanto daba. Heinz tenía mucha confianza y proyectó un lanzamiento perfecto que entró pegado al poste izquierdo de la portería. Era el empate. Jugó todo aquel partido y también veinte minutos de la victoria contra Dinamarca en los cuartos. Pero el seleccionador Brückner no lo utilizó para perforar la nutrida defensa griega en la semifinal. Los checos perdieron por 1-0, con un gol de plata de Dellas, en un partido dominado de principio a fin pero sin acierto. No se entiende que el técnico sólo introdujera un cambio y no hiciera entrar a alguien que se encontraba en un estado de gracia tan evidente.

Heinz volvió a salir de Chequia y fichó por el Borussia Mönchengladbach. La selección se clasificó para el mundial de Alemania, con una gran participación suya y dos goles en la ronda previa, aunque esta fue a menos. En la segunda temporada en la Bundesliga su rol ya era muy secundario y en la Copa del Mundo de 2006 sólo jugó doce minutos en la derrota definitiva contra Italia. Serían sus últimos con el equipo nacional, con 29 años. A nivel de clubes, su vida era con una maleta hecha constantemente. Actuó en Turquía (Galatasaray), en Francia (St. Etienne y Nantes), volvió a casa, al Brno, en Austria (Superfund), en Hungría (Ferencvaros) y terminó en su país, en el equipo que el formó, el Sigma, y una ultima etapa en el semidesconocido Znojmo. En ninguno de estos sitios no volvió a encontrar el punto de forma de 2004, en que un secundario como él fue protagonista con dos goles en una Eurocopa y con la duda de pensar qué hubiera pasado si se hubiera se hubiera contado con él por rendimiento, y no tanto con otros por nombre, en el momento decisivo.

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