dimecres, 30 de desembre del 2020

 Ucrania, 0- Irlanda del Norte, 2 (Euro 2016-Primera fase)

164. Niall McGinn (0-2)

La Eurocopa de 2016 en Francia, la primera con 24 selecciones, permitió llegar a la fase final a un buen número de conjuntos que no están acostumbrados a acceder a ella. Sus aficiones aportaron mucho color a las gradas, conscientes de que se encontraban ante una oportunidad que no se repetía mucho. Todos ellos estaban de fiesta, y más si su selección desempeñaba un buen papel. Un ejemplo de este éxtasis se observó en Lyon con la afición de Irlanda del Norte, después del gol contra Ucrania de su delantero Niall McGinn.


Los jugadores norirlandeses saben que tienen que abandonar la isla y trasladarse a la del lado tan pronto como sea posible para progresar en su carrera. McGinn, un delantero escurridizo y con buen instinto goleador nació en Donaghmore, al oeste de Belfast, al otro lado del lago Neagh y comenzó a jugar pocos kilómetros al sur, en los Dungannon Swifts, una denominación que significa "rápidos", justamente como es él. Con 21 años fichó por el Derry City, uno de los equipos más fuertes de Irlanda del Norte, y una temporada más tarde pudo hacer realidad su sueño y saltar a Escocia, ni más ni menos que al Celtic de Glasgow.

Paralelamente, había debutado con la selección, aunque no se acababa de establecer en ella e incluso tardó cinco años en marcar su primer gol, en un meritorio empate en Portugal en la fase de clasificación para el mundial de Brasil 2014. Antes, en sus dos años en el Celtic sólo ganó una Copa y, al no terminar de consolidarse allí, aceptó una oferta de Inglaterra, aunque fuera de la tercera categoría, del emergente Brentford. Allí hizo una buena temporada, la 2011-12, con cinco goles y el equipo cómodamente situado en media clasificación. Entonces le llegó una nueva propuesta para volver a Escocia, en esta oportunidad al Aberdeen.

Ya se sabe que los equipos que no son el Celtic o el Rangers tienen pocas posibilidades de conseguir títulos en Escocia, y los protestantes tampoco muchas en los últimos años. Por ello fue destacable la Copa de la Liga que el nuevo conjunto de McGinn ganó en 2014, en una final decidida por penaltis contra el Inverness. Ese mismo verano comenzó la fase de clasificación para la Eurocopa del 2016. Los norirlandeses sabían que tenían una buena oportunidad, en un grupo asequible, para llegar a su primera gran cita desde el mundial de México 86. La clasificación sería más cómoda de lo esperado. McGinn actuó en ocho partidos, con un importante gol en la remontada del primer día en Hungría, y entró en la lista de Michael O'Neill para el torneo.


El gol

No jugó en el primer partido, una derrota mínima contra Polonia. También fue suplente en el segundo, ante Ucrania. Los británicos se adelantaron con un gol de McAuley al inicio de la segunda parte y defendieron la ventaja durante todo el segundo periodo. McGinn entró a 21 minutos para el final, para intentar enganchar una contra, y lo consiguió en el sexto y último minuto de descuento.


Fue cuando el también suplente Magennis se internó por la banda derecha después de que sus compañeros hubieran ganado el saque de portería de McGovern. Levantó la cabeza y vio a McGinn, pero el centro fue más atrasado para la llegada de Stuart Dallas. Este disparó, el portero Pyatov dejó el balón muerto y McGinn lo empujó al fondo de la portería. Inmediatamente, la marea verde se extendió por la grada del estadio, celebrando una victoria segura de que Irlanda del Norte no conseguía en un gran torneo desde el triunfo contra España en el mundial 82.

McGinn no jugó mucho en el resto de la Eurocopa, seis minutos en la derrota mínima contra Alemania y once en la eliminación ante Gales en octavos de final, pero su gol había ayudado a disponer de una buena diferencia de goles y convertir al equipo en uno de los mejores terceros, con lo cual pudo superar la primera fase. Actualmente, con 33 años, todavía juega en el Aberdeen, en el que se mantiene después de un periodo corto, en 2017, en el que probó una exótica aventura en el Gwangju coreano. También actúa con la selección aunque, siguiendo fiel a su costumbre, no es titular. Pero sea larga o corta su trayectoria, al final de todo siempre le quedará el recuerdo de aquel momento de gloria de Lyon en el que levantó a toda una afición.

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