dilluns, 14 de desembre del 2020

Noruega, 0- Yugoslavia, 1 (Euro 2000-Primera fase) y
Países Bajos, 6- Yugoslavia, 1 (Euro 2000-Cuartos de final)

180. Savo Milosevic (0-1 y 6-1)

Yugoslavia es una denominación que ya no existe. La unión de las actuales repúblicas de Serbia, Croacia, Bosnia-Herzegovina, Montenegro, Kosovo y Macedonia del Norte, que se mantuvo durante casi todo el siglo XX, cuyo nombre significa "país de los eslavos del sur", conllevó también la creación de las respectivas selecciones deportivas, que tuvieron un papel destacado en muchas disciplinas. En fútbol, ​​Yugoslavia no ganó ni un mundial, ni una Eurocopa, aunque disputó dos finales de este torneo. Sí que obtuvo un oro olímpico, en 1960, aparte de tres platas y un bronce. En 2000, ya diezmada y formada sólo por Serbia y Montenegro, dijo adiós a la histórica denominación en un gran campeonato. Su último goleador fue Savo Milosevic.

El delantero, cuya vida ya repasamos en otro gol de esta lista, asistió a la Eurocopa de Bélgica y los Países Bajos formando parte de la República Federal de Yugoslavia, que al cabo de tres años se convertiría, simplemente , en Serbia y Montenegro y que luego desapareció por la independencia de esta última república. En sus participaciones en la Eurocopa, Yugoslavia siguió un patrón particular: se clasificó para el torneo de manera alternativa. Así, jugó las de 1960, 1968, 1976, 1984 y le tocaba tomar parte en la de 1992, antes de ser excluida por la Guerra de los Balcanes, en una decisión que supuso la repesca de la posterior campeona, Dinamarca. En cambio, no estuvo presente en las de 1964, 1972, 1980, 1988 y 1996. En la de 2000, tocaba estar, aunque fuera disminuida.

Además, en la mayoría de estos campeonatos logró buenos resultados. Fue subcampeona en 1960 y 1968, en este segundo campeonato después de que se tuviera que repetir la final; en 1976, organizó el torneo y estuvo a punto de dejar fuera a Alemania Federal en las semifinales y llegar a una final contra Checoslovaquia que pudo ser asequible. La peor participación fue en 1984, con eliminación en la primera fase y pleno de derrotas. En 1992, con una camada de jugadores fantástica, que había quedado campeona del mundo juvenil en Chile cinco años antes, el inicio de las hostilidades bélicas supuso su descalificación. En 2000, se clasificó para la fase final de dieciséis equipos en un grupo en el que, aparte de Irlanda, dejó fuera a dos países que eran compatriotas hasta hacía poco, Croacia y Macedonia. Además, el primer partido de la fase final fue contra otro de ellos, Eslovenia.

En el debut, los eslovenos se adelantaron con un 0-3 favorable, pero entre Drulovic y Milosevic dieron la vuelta al resultado en seis minutos. El segundo partido de los nuevos yugoslavos era contra Noruega, que había derrotado a España en el primer partido.


Los goles

Y el duelo, jugado en Lieja, se resolvió pronto, en el minuto 8. Una falta lateral para los balcánicos fue lanzada de manera muy cerrada por Drulovic. En el área pequeña, Milosevic puso su gran cuerpo delante del central Dan Eggen, a quien también agarró sin que lo viera el árbitro, y desvió el balón lo suficiente para despistar al portero Myhre. Sería el único gol del enfrentamiento.



Milosevic marcó en todos los partidos del campeonato, también contra España, una anotación que abría el marcador de un enfrentamiento enloquecido que los yugoslavos ganaban por 3-2 en el minuto 90 y que perdieron por 3-4 al final del tiempo de descuento . Esto les dejó en segundo lugar del grupo y tuvieron que jugar los cuartos de final en Rotterdam contra los Países Bajos. El último partido de la denominación Yugoslavia en un gran torneo fue una metáfora de la caída y la implosión del imperio que había sido. Perdió por un rotundo 6-1. Para la historia, sin embargo, pasará el último gol, ya con 6-0 en el marcador.


Fue en un disparo de Mijatovic ante el que el portero Van der Sar hizo vista. El balón rebotó en el travesaño y cayó a los pies de Savo Milosevic, que la empujó con más desgana que otra cosa al fondo de la portería. Se acababa una era.

Desde entonces, Serbia ha estado presente, junto con Montenegro, el mundial de 2006 y como república independiente en los de 2010 y 2018. No ha conseguido la notoriedad que sí han tenido sus vecinos de Croacia, subcampeones mundiales actuales y terceros en el torneo de Francia 98. Cuesta decir cuál de los dos países ha heredado más rasgos del carácter de aquella Yugoslavia que combinaba un fuerte carácter con el gusto por el fútbol de toque, todo lo que se terminó bastantes años antes de aquel último gol de Savo Milosevic.

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