dimecres, 9 de desembre del 2020

 Alemania, 1- República Checa, 2 (Euro 2004-Primera fase)

185. Milan Baros (1-2)

Setenta años en la historia del fútbol es mucho tiempo, el que separa el juego que se disputaba antes de la Segunda Guerra Mundial, en una Europa en la que el fascismo de Mussolini dominaba en Italia y el de Hitler ya había llegado al poder en Alemania, del deporte moderno que conocemos. Siete décadas de diferencia son las que tardaron los futbolistas nacidos en la actual República Checa en poner a uno de sus representantes como máximo goleador de un gran torneo. En 1934, Oldrich Nejedly lo fue de la segunda Copa del Mundo, en la que Checoslovaquia fue subcampeona. En 2004, no en un mundial, sino en una Eurocopa, su lugar lo ocupó Milan Baros.


Ambos logros tienen algunas semejanzas y algunas diferencias, y sus protagonistas, también. Entre las segundas, su procedencia. Nejedly era de Zebrak, al oeste de la actual República Checa, muy cerca de la frontera con Alemania. Su proximidad con la capital le llevó al Sparta de Praga, donde jugó durante toda su carrera, entre 1931 y 1941. Fue, por tanto, un hombre de un solo club. Baros, en cambio, nació en Vigantice, totalmente al este, cerca de Eslovaquia y al sur de Ostrava. Por ello, su trayectoria se alejó de los grandes equipos de la capital, como el Slavia y el Sparta, y se inició el Banik. Además, no fue hombre de un solo amor, futbolísticamente hablando, sino que jugó en nueve conjuntos diferentes.

De todos modos, hay semejanzas. Una de ellas era la edad. Nejedly tenía 24 años cuando fue máximo goleador del mundial y Baros, uno menos, 23; ambos anotaron la misma cifra de goles, un total de cinco, aunque Nejedly lo hizo en un partido menos; del mismo modo, lo conseguían en su primer gran torneo internacional. Nejedly no había jugado el mundial anterior, en el que Checoslovaquia no había viajado a Uruguay, ni tampoco ningún partido de Juegos Olímpicos. Baros también representaba una nueva aparición en el Viejo Continente. La última semejanza va referida al rival: el único adversario en el que coincidieron como víctima fue Alemania.


El gol

La aparición de Milan Baros en la Eurocopa de Portugal de 2004 fue fulgurante. Sus goles contra Letonia y Países Bajos sirvieron para empatar partidos que su selección perdía y que, al final, ganó. Los checos estaban desarrollando el mejor fútbol del campeonato y querían derrotar a Alemania en el tercer duelo para pasar con un pleno de puntos por primera vez en su historia en una frase de grupos. El partido, en el estadio José Alvalade de Lisboa no comenzó demasiado bien. Ballack adelantó a los germanos a los veinte minutos de falta. Pero Heinz, que ya había anotado contra Letonia, empató a la media hora. El partido no se resolvió hasta la segunda mitad.


El seleccionador, Karel Brückner, optó por darle descanso de entrada, con el equipo ya clasificado, pero recurrió a él en el minuto 59, en el que relevó al gigante Lokvenc. Dieciocho más tarde, Baros llevó a cabo una acción que repitió hasta la saciedad durante todo el torneo. Recibió un pase interior de Heinz y superó por potencia a Christian Worn y a Jens Nowotny. Se quedó solo ante Oliver Kahn y el portero alemán consiguió parar su primer disparo. Pero la pelota quedó muerta y franca en el rebote para el atacante y Baros sólo la tuvo que empujar al fondo de la portería. Chequia ganaba y eliminaba al vigente subcampeón del mundo.

En 1934, Nejedly había sido el gran protagonista del duelo de semifinales contra los alemanes. Él anotó tres goles que condujeron a su equipo hasta la final de Roma. Allí, ya no pudo marcar y Checoslovaquia cayó contra Italia en la prórroga. Baros, en cambio, sí que marcó en el partido posterior, en los cuartos de final contra Dinamarca. En concreto, dos veces. Pero como Nejedly, en el primer enfrentamiento en el que no perforó la portería rival su equipo quedó eliminado. Fue también ante el posterior campeón, Grecia, en las semifinales.

Ambos jugaron más torneos posteriormente. De hecho, Nejedly sólo lo hizo en el mundial de 1938, en Francia, en el que marcó dos goles, a los Países Bajos y Brasil, sus dos últimos como internacional, antes de la guerra. Baros ya no anotó en ningún otro certamen internacional. Nejedly murió el 11 de junio de 1990, a los 81 años. El día antes, Checoslovaquia había vencido a Estados Unidos por 1-5 en Florencia en un mundial que, curiosidades de la vida, se volvía a jugar Italia. En aquel partido, otro delantero del Sparta, Tomas Skurhavy, anotó dos goles y terminaría el torneo, como Nejedly, con cinco, aunque no sería el máximo goleador. El lugar lo ocuparía Toto Schillaci, con seis. Aún faltaban catorce años para que un compatriota, Baros, lo emulara como máximo goleador de un torneo importante, cuando ya se cumplían 56 de su hazaña.

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