dimecres, 5 d’agost del 2020

Alemania, 1- Portugal, 0 (Euro 2012-Primera fase)

311. Mario Gómez (1-0)

Ya se ha hablado en este blog (gol número 334) de la capacidad goleadora de Mario Gómez y de la necesidad que suele tener la selección alemana de disponer de un rematador dentro del área para sacar partido a todo el juego de toque del equipo de Joachim Löw. En la Eurocopa del 2012, el atacante llegaba al torneo de Polonia y Ucrania en el mejor estado de forma de su carrera. De hecho, comenzó el campeonato como un tiro y lo demostró en el primer partido, contra Portugal.


El atacante venía de dos temporadas exitosas con el Bayern, con el que había marcado 28 y 26 goles, respectivamente, en la Bundesliga. Además, llegaba rabioso a la Eurocopa, ya que los bávaros habían dejado escapar dos de las tres últimas finales de la Liga de Campeones, la segunda pocas semanas atrás contra el Chelsea y, además, en casa, con Mario Gómez de titular y sin marcar.

De todos modos, y a pesar de sus grandes registros, no se podía dormir en los laureles. En la convocatoria también estaba Miroslav Klose, en la actualidad el jugador que ha marcado más goles en la historia de los mundiales. Habían coincidido en el Bayern durante un par de temporadas, pero en verano de 2011 Klose se había marchado a la Lazio ya que Gómez le había arrebatado el lugar en el equipo. Ahora, la rivalidad seguía la selección y parecía que el ariete de origen español había ganado la partida.

El gol

Así, los alemanes se estrenaron en el campeonato en Lviv contra Portugal, un duelo que, al final, definió la primera posición de un grupo que completaban Dinamarca y los Países Bajos. Como era de esperar, fue un enfrentamiento muy igualado de dos conjuntos que llegarían a las semifinales de la competición. La resolución llegó en el minuto 72 en una acción no exenta de un poco de fortuna.



Alemania, que venía de una final en la Eurocopa anterior y de la semifinal del mundial de 2010, en ambos casos con derrota contra España, apostaba por el juego de toque de su centro del campo. Esta manera de funcionar le acabaría dando réditos en forma de título mundial dos años más tarde. Aunque no había marcado contra Portugal, el equipo fue tocando y tocando, pero fue una acción directa la que decidió. Khedira es quien centra el balón al área, este toca en Moutinho y describe una parábola que supera la posición del central Pepe. Mario Gómez lo aprovecha y, con facilidad, remata al fondo de la portería de Rui Patrício para dar la victoria a los suyos.

Alemania terminó ganando los tres partidos de la primera fase por un gol de diferencia. Mario Gómez anotó dos veces en el siguiente partido, contra los neerlandeses, pero fue relevado, sin marcar, por Klose en el tercero, contra Dinamarca. Este hecho no fue anecdótico, porque su veterano compañero le quitó el sitio en los cuartos de final, con triunfo ante Grecia. Aunque Gómez actuó diez minutos en este partido, y fue titular contra Italia en una semifinal que Alemania acabó perdiendo por 1-2, pareció que tanto cambio le había despistado y ante los transalpinos fue relevado en el descanso. Finalmente, Klose le ganó la partida y tal vez fue un aviso para el futuro.

Mario Gómez se mantuvo un año más en el Bayern y fue campeón de Europa en 2013, aunque otro Mario, el croata Mandzukic, le arrebató la titularidad. Dejó a los bávaros y fichó por la Fiorentina antes del mundial de 2014 ya que Löw parecía que le había perdido la confianza desde la derrota de la Eurocopa. No la recuperó y cayó de la lista para el mundial de Brasil, el único gran torneo que él ha dejado de jugar desde el 2008 y el único que su país ha ganado en este espacio de tiempo.

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