dijous, 20 d’agost del 2020

Rusia, 0- Eslovaquia, 2 (Euro 2016-Primera fase)

296. Marek Hamsik (0-2)

Ser superior a Maradona en cualquier cosa relacionada con el fútbol ya es complicado. Lograrlo en Nápoles, y en el Nápoles, casi imposible. El astro argentino es Dios en la ciudad italiana, pero los aficionados del equipo también han venerado a otros jugadores en el transcurso de la historia. Si repasamos la última década, seguramente ningún otro futbolista no lo ha sido tanto como el eslovaco Marek Hamsik.


La estimación por el centrocampista de la eterna cresta queda clara con una anécdota. Según se cuenta, el jugador fue atracado a punta de pistola mientras conducía su coche. Le robaron un reloj Rolex valorado en 25.000 euros. Cuando se enteraron, los aficionados radicales del club movieron hilos por los bajos fondos de la ciudad hasta que recuperaron el reloj y lo devolvieron al jugador. De hecho, lo suelen hacer por todos los futbolistas. Antes habían recuperado un BMW que había sido sustraído al delantero Andrea Russotto.

Pero Hamsik es tan querido porque estuvo en trece temporadas en el club de San Paolo, en los que superó el récord de goles de Maradona, de 115, alcanzado entre la década de los ochenta y principios de la de los noventa. Tuvo la oportunidad de fichar por los grandes de Italia. De hecho, Silvio Berlusconi llegó a decir que no le había llevado al Milan porque si lo robaba de la falda del Vesubio todos los votos que dejaría de obtener le harían perder unas elecciones generales.

Si en Nápoles es querido, también lo es por su contribución a la selección. Pocos binomios de país-jugador se identifican tanto como Eslovaquia y Hamsik. La formación centroeuropea llegó a su primer gran torneo en 2010, el mundial de Sudáfrica. En el último partido de la primera fase, dio la gran sorpresa ganando precisamente a Italia, vigente campeona, y dejándola fuera de la competición. Seis años más tarde, aprovechando la ampliación de la Eurocopa a 24 equipos, Eslovaquia también accedió al torneo de Francia. Una derrota en el debut contra Gales, por 2-1, le obligaba a superar a Rusia en el segundo partido, en Lille. Y lo consiguió.

El gol

El tramo final de la primera parte fue decisivo para los eslovacos. El ex jugador del Espanyol Vladimir Weiss adelantó a su formación y, justo antes del descanso, llegó el momento de Hamsik. Habitualmente, el jugador ha destacado siempre más por su dinamismo, llegada al área y buena capacidad de remate que por intervenir demasiado en el juego y que éste sea de combinación. Justo antes del descanso, recogió el balón en la banda izquierda del área, en posición atacante, recortó al ruso Shatov y, cuando nadie lo esperaba, soltó un disparo fortísimo con la pierna derecha que superó a Akinfeev, impactó con violencia en el palo y entró espectacularmente en la portería.



El gol posterior del ruso Glushakov no sirvió de nada. Eslovaquia venció, lo que, sumado con un empate contra Inglaterra en el tercer partido, la condujo a octavos de final. De ahí ya no pasó y fue derrotada por 3-0 por Alemania.

Hamsik mantuvo en el Nápoles hasta 2019, cuando fue traspasado al Dalian Yifang chino, ya con 32 años. Sin embargo, sigue siendo importante para la selección eslovaca. Marcó tres goles en la fase de clasificación para la Eurocopa. El equipo fue superado por Croacia y Gales, que se clasificaron para el torneo. Cuando comenzó la pandemia, Eslovaquia estaba pendiente de disputar un play-off contra Irlanda y, posteriormente, si lo gana, contra Bosnia-Herzegovina o Irlanda del Norte, para acceder al campeonato. Cuando se puedan jugar estos partidos, el carácter ganador de Hamsik, cultivado desde muy joven en Italia, seguro que será un buen activo para la formación eslovaca.

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