divendres, 7 d’agost del 2020


Países Bajos, 0- Dinamarca, 1 (Euro 2012-Primera fase)

309. Michael Krohn-Dehli (0-1)
Un torneo de la importancia de una Eurocopa a veces puede cambiar la trayectoria deportiva de algunos jugadores. En muchos casos sirve para dar a conocer a jóvenes futbolistas que afrontan sus primeros compromisos internacionales y les permite fichar por conjuntos de mayor categoría. Y en otros, puede provocar que jugadores que parecía que ya lo habían hecho todo den un salto tardío para mejorar cuando ya nadie lo pensaba. Es lo que le pasó al danés Michael Krohn-Dehli.



El rendimiento de este pequeño jugador había estado vinculado siempre a su posición de extremo. A los 21 años fue probado por el Ajax, pero fue descartado por Ronald Koeman, cuando éste era manager del primer equipo, y probó suerte en el RKC Walwijk. Su buen rendimiento le hizo volver al equipo de Amsterdam, aunque allí no triunfó. Vivió una cesión al Sparta de Rotterdam y, finalmente, cuando regresó al Ajax, no encontró lugar y tuvo que volver a casa.

El Brondby lo contrató, ya con 25 años, y vivió buenas temporadas, sobre todo la 2010-11, en la que marcó doce goles, su récord personal. Llamó la atención del seleccionador, Morten Olsen, y disputó siete partidos de la fase de clasificación para la Eurocopa de 2012. Hasta entonces, sólo acumulaba seis internacionalidades. Anotó, además, en la victoria contra Portugal que daba en Dinamarca la clasificación como primera de grupo. Entró en la lista de convocados y fue titular, paradojas de la vida, en el debut en Járkiv, contra el país donde no había podido triunfar, los Países Bajos, tres días después de haber cumplido 29 años.

El gol
Y se tomó su particular revancha. Fue a los 24 minutos de juego cuando recogió un balón rebotado tras una penetración por la banda izquierda del lateral Simon Poulsen. Con la pierna derecha hizo una finta, escondiendo un disparo, que dejó dos defensas, sobre todo a John Heitinga, fuera de combate. Entonces, encaró al portero Stekelenburg y le batió con un disparo por debajo de las piernas.



Los tres puntos viajaron a Dinamarca, que mantuvo las posibilidades de clasificación hasta el último partido. Pero cayó agónicamente contra Portugal (2-3) y cedió ante Alemania (1-2) con el segundo gol del campeonato para Krohn-Dehli quien, gracias a su buena actuación, vio abiertas las puertas de una de las grandes ligas del continente, la española.

Fue el Celta quien se fijó en él. Jugó a buen nivel el primer año y, en el segundo, con Luis Enrique en el banquillo, perdió protagonismo. Pero el técnico asturiano le descubrió una nueva posición, la de medio centro, a la que se adaptó bien gracias a su técnica. Ya con 31 años había perdido velocidad, pero había ganado en adaptabilidad táctica. Estuvo un año más en Vigo y, con 32 años, fichó por el Sevilla. Aguantó tres años en el equipo andaluz, marcados por una durísima lesión en Lviv, en el mismo estadio donde había jugado y marcado contra los alemanes cuatro años antes, en un partido de Europa League contra el Shakhtar.

Cuando dejó a los andaluces fichó por el Deportivo de la Coruña, en Segunda División, equipo con el que estuvo a punto de volver a Primera. Con la selección, tuvo protagonismo durante los años posteriores a la Eurocopa, pero Dinamarca no se clasificó para el mundial de 2014, la Eurocopa de 2016 le pilló lesionado y estuvo a tiempo para disputar 22 minutos de la prórroga contra Croacia en los octavos de final del mundial de Rusia. Ya tenía 35 años y seguramente no habría llegado tan lejos sin su actuación en la Eurocopa de seis años antes y sin el cambio de posición que le tenía reservado el destino.

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