dimarts, 11 d’agost del 2020

Polonia, 1- Rusia, 1 (Euro 2012-Primera fase)

305. Kuba Blaszczykowski (1-1)

Hay deportistas que llegan a la cumbre después de haber vivido historias que parecen extraídas de una película o de una serie. Seguramente es porque han sobrevivido a momentos muy complicados que alcanzan sus objetivos. Una de las historias más conmovedoras de esta lista de goles es la que ha protagonizado el jugador polaco Jakub Kuba Blaszczykowski.



Cuando sólo tenía diez años fue testigo de cómo su padre apuñalaba hasta la muerte a su madre, un incidente que le marcó toda la vida, tanto a él como a su hermano, Dawid. Entonces jugaba en el equipo de fútbol de su pueblo, Truskolasy, y el golpe fue tan duro que estuvo a punto de dejar de jugar. Con el padre en prisión y la madre muerta, su abuela cuidó de los dos hermanos y su tío, Jerzy, lo convenció de que continuara jugando.

El joven Kuba fue mejorando hasta entrar en el Wisla de Cracovia, conjunto con el que consiguió un campeonato y un subcampeonato de Polonia y fue elegido el mejor centrocampista de la competición. El Borussia Dortmund, club con una amplia red de espías, lo contrató en 2005 y su fuerza y ​​determinación lo convirtieron en uno de los más aclamados por la afición amarilla y negra en las ocho temporadas en las que jugó, siete de ellas a las órdenes del actual entrenador del Liverpool, Jürgen Klopp.

También se convirtió en un fijo para la selección polaca, poco habituada a disputar las grandes competiciones pero que veía como subía una camada de futbolistas que la podía llevar al éxito. La oportunidad llegó en 2012, cuando el país organizaba la Eurocopa, junto con Ucrania. Blaszczykowski entró en la lista del seleccionador, el mítico ex jugador Franciszek Smuda, y fue titular en el empate contra Grecia en el partido inaugural. El segundo duelo tenía connotaciones históricas importantes, ya que el rival era Rusia.

El gol

Si hay dos países a los que no pueden ver la mayoría de polacos son los vecinos de ambos lados, Alemania y Rusia, por antecedentes bélicos de no muy buen recuerdo. El rival había vencido a la República Checa por 4-1 en el primer partido y una victoria le metía en los cuartos de final. En el partido jugado en Varsovia, además, Dzagoev adelantó a los visitantes en la primera parte. Al inicio de la segunda llegó el gran momento de Kuba Blaszczykowski.




Los polacos roban un balón en su área e inician un rápido contraataque que termina en la parte derecha del ataque. El lateral Piszczek encuentra a Blaszczykowski, quien avanza con potencia, recorta con la derecha y con la izquierda suelta un disparo fortísimo que entra como un obús pegado al poste derecho de la portería de Malafeev. Enseguida corre hacia la banda y celebra el gol señalando arriba con ambas manos, como hace siempre que marca, dedicando la anotación a su madre, Anna. Además, en esta ocasión, la emoción aún era más intensa porque justo antes de la Eurocopa, Kuba había decidido asistir al entierro de su padre, con quien no había intercambiado ninguna palabra desde el asesinato, dieciséis años atrás .

Lamentablemente para Polonia, a pesar del empate a un gol quedó eliminada del torneo porque perdió en el último enfrentamiento, contra los checos. Tanto ellos, como los rusos, quedaron fuera de la competición. El jugador polaco estuvo tres años más en Dortmund antes de probar la aventura de la Serie A en la Fiorentina. No le fue demasiado bien y volvió a Alemania, donde estuvo tres temporadas en el Wolfsburgo antes de volver al Wisla, donde jugaba esta temporada. En cuanto a la selección, estuvo en la Eurocopa de Francia de 2016 y en el mundial de Rusia de 2018. Ha disputado tres partidos de la fase de clasificación para el torneo europeo de 2021 y, con cerca de 36 años, tendrá que luchar mucho para estar allí. El hecho de que el técnico sea justamente su tío, Jerzy Brzeczek, el mismo que impidió que no abandonara el fútbol con diez años, podría ser un poderoso punto a su favor.

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