dimecres, 12 d’agost del 2020

Ucrania, 2- Suecia, 1 (Euro 2012-Primera fase)

304. Andriy Shevchenko (1-1 y 2-1)

Algunos grandes jugadores de la historia tienen la oportunidad de poner punto final a sus brillantes carreras futbolísticas disputando un campeonato con su selección nacional. Normalmente, se suelen despedir con una derrota ya que, si no ganan el título, el último partido es el que significa la eliminación de su formación. Pasó con Michael Laudrup, con la derrota danesa contra Brasil en los cuartos de final del mundial de Francia 98, o con Zinedine Zidane, con la expulsión y la final perdida contra Italia de la Copa del Mundo del 2006. Otros también lo tienen que dejar con un partido perdido, pero lo pueden hacer en casa y dando lecciones de fútbol casi hasta el final. Es lo que sucedió en 2012 con el delantero ucraniano Andriy Shevchenko.



El estadio Olímpico de Kiev, el mismo en que se había dado a conocer más de una década antes con un Dinamo que había llegado a unas semifinales de la Liga de Campeones, vería los tres últimos partidos del delantero, que había elegido la Eurocopa que su país compartía con Polonia para colgar las botas. En un grupo que completaban Inglaterra y Francia, el debut era ante Suecia. A pesar de tener a Ibrahimovic en sus filas, los escandinavos eran el rival más asequible de los cuatro y Ucrania tenía que ganar para aspirar a llegar a cuartos de final. Pero los suecos se adelantaron al inicio de la segunda mitad con un gol de su estrella. Había que reaccionar y los anfitriones, de la mano de su ídolo, no tardaron nada en hacerlo.

Los goles

A pesar de ser un delantero hábil con los pies, Shevchenko era también un gran rematador de cabeza, y lo demostró en sólo seis minutos. A los diez de la reanudación, sólo 180 segundos después del gol de Ibrahimovic. Gusev inició una transición ucraniana y cedió el balón al lado derecho, a Yarmolenko. El extremo, jugando a pierna cambiada, centró con la izquierda y Shevchenko se adelantó al central Mellberg para empatar el partido.

Casi sin tiempo para la reacción, y en medio de la alegría del público que llenaba el estadio, llegó el segundo, desde el otro lado y a balón parado. El otro extremo, Konoplyanka, lanzó un córner con el pie derecho al primer palo y Shevchenko se volvió a anticipar todos y remató. Ibrahimovic se encontraba tapando el primer palo, pero no estuvo atento y dejó que el balón se colara entre su cuerpo y la madera.




Ucrania inició el camino con una victoria pero fue un espejismo. Dos derrotas, contra Francia (0-2) e Inglaterra (0-1) la dejaron fuera del campeonato y precipitaron la retirada de su estrella del fútbol profesional. Se ponía así punto final a una trayectoria que llegó al apogeo en el Milan, equipo con el que fue campeón de Europa en 2003 con un penalti contra la Juventus en la tanda anotado por él y subcampeón en 2005 con otro lanzamiento desde los once metros contra el Liverpool errado por él mismo, ambos decisivos. Con 176 goles, se convirtió en el segundo máximo anotador de la historia del club lombardo, sólo superado por los 221 de Gunnar Nordahl y delante de dos leyendas como Rivera y Altafini.

Shevchenko condujo a Ucrania a los cuartos de final de su primer mundial, en Alemania 2006, en que quedó eliminada por la posterior campeona, Italia, pero fue entonces cuando inició su ocaso. En el Chelsea tuvo un rendimiento decepcionante y no fue importante en el subcampeonato europeo de los blues en 2008. Intentó recuperar su buen nivel en el Milan, pero sus mejores días ya habían pasado. Volvió tres temporadas al Dinamo para retirarse allí, justo antes de la Eurocopa del 2012. Inició entonces una carrera de entrenador y en el torneo del 2021 intentará conseguir, como seleccionador y desde el banquillo, un hito que no pudo lograr como jugador, superar la primera fase.

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