dijous, 18 de febrer del 2021

Gales, 1- Irlanda del Norte, 0 (Euro 2.016-Octavos de final)

114. Gareth McAuley, en propia puerta (1-0)

En el número 146 de esta lista se explicó el primer gol en la Eurocopa de 2016 de Irlanda del Norte, alcanzado por un veterano central que había llevado a cabo una larga y trabajada trayectoria hasta tocar la gloria con las manos. Como su gol había hecho levantar al público vestido de verde en el Parque OL de Lyon y como había sido fundamental para que los británicos llegaran a los octavos de final del torneo. Pero en pocos días la suerte puede cambiar de manera cruel. Lo comprobó Gareth McAuley.


Su gol contra Ucrania sirvió para iniciar una victoria que completaría McGinn en el tiempo de descuento. Irlanda del Norte, que había caído en el primer partido, contra Polonia, sumaba, por tanto, tres puntos y le faltaba la tercera cita, contra la potente Alemania, en la que debía puntuar para clasificarse por primera vez para la segunda fase. No lo consiguió, ya que salió derrotada por 1-0 por culpa de un solitario gol de Mario Gómez. De todos modos, los tres puntos fueron suficientes ya que la diferencia de goles respecto de Turquía y Albania, terceros clasificados de otros grupos que quedaron eliminados, era mejor, por dos goles respecto de los segundos.

Además, la suerte había provocado que Irlanda del Norte quedara situada en la parte favorable del cuadro, ya que los favoritos, a priori, habían ido a parar a la otra. Los octavos de final establecerían un derby británico contra Gales, un adversario que había mostrado su potencial durante el campeonato, pero que era más asequible que muchos otros. Los norirlandeses afrontaron el duelo del Parque de los Príncipes con posibilidades fundadas de victoria.


El gol

El partido fue muy igualado. Gales, por el potencial de algunos de sus elementos como Bale y Ramsey, parecía que disponía de más oportunidades para llevarse el triunfo, pero se había llegado en un tramo sin movimientos en el marcador en el que el duelo se encaminaba hacia una prórroga. Fue un cuarto de hora antes del final cuando llegó la acción desafortunada del día.


Los galeses lo intentaron dos veces por la banda izquierda, por donde jugaba Bale ese día. El primer centro del madridista fue rechazado por la defensa, pero Jonathan Williams recuperó el esférico y lo cedió a Ramsey. Este intentó primero jugar con el delantero centro Robson-Kanu, que le devolvió la bola y el centrocampista la cedió de nuevo a Bale, ahora en mejor posición. Su nuevo centro era muy bueno, entre el portero y los defensas y, antes de que llegara al mencionado Robson-Kanu, McAuley puso el pie para intentar evitar el remate pero no hizo nada más que introducir el balón en la portería de McGovern . Sería el único gol del partido y la eliminación de los norirlandeses. En nueve días, el central pasó de la gloria a la miseria, a pesar de que la acción era muy complicada y si no hubiera puesto el pie seguramente hubiera sido gol igualmente.

Tras el torneo, McAuley regresó al West Bromwich Albion, donde llevó a cabo una gran temporada, con seis goles en la liga y dejando los baggies en una destacadísima décima posición. El segundo año ya no fue tan bueno. Sólo jugó nueve partidos y, encima, el equipo bajó. A los 38 años, dejó el campeonato y decidió retirarse a una liga menos competitiva como la escocesa. El cuerpo ya estaba diciendo basta y sólo disputó siete partidos en unos Rangers que fueron segundos. Tres años después de su gran momento, ya a punto de cumplir cuarenta años, dejó la práctica del fútbol después de una larga carrera de idas y venidas, como las que vivió durante esos nueve días de la Eurocopa de 2016.

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