dissabte, 13 de febrer del 2021

República Checa, 0- Portugal, 1 (Euro 2012-Cuartos de final)

119. Cristiano Ronaldo (0-1)

Hace catorce días apareció en esta lista el primero de los cinco goles suyos que van a salir. En aquella Eurocopa, la tercera que jugaba, había conseguido llevar a su equipo hasta la segunda ronda de la competición europea y tendría importancia en el torneo posteriormente. Es Cristiano Ronaldo.


Con 27 años se encontraba a punto de entrar en los mejores años de su carrera. En el Real Madrid, ese mismo año, ya no sólo era un extremo que rompía por la banda izquierda sino que se había convertido en un rematador despiadado que nada tenía que envidiar a los grandes arietes de la historia. De hecho, desde joven, Cristiano Ronaldo, un jugador de una gran envergadura, había destacado por un aspecto que no suelen dominar tanto los más virtuosos, el remate de cabeza.

Esta es una cualidad que también tenía Pelé, pero que seguramente no hacía destacar a otros grandes jugadores más agraciados con la técnica con los pies. De hecho, en la Eurocopa de Portugal de 2004, en su primera gran aparición internacional, ya anotó un par de veces usando la cabeza y uno de los goles más importantes de su carrera hasta entonces, el de la final de la Liga de Campeones de 2008 con el Manchester United contra el Chelsea, había llegado de esta manera.

El paso de Cristiano por la liga inglesa, que disputó durante seis temporadas, entre 2003 y 2009, le habían hecho desarrollar esta virtud, esencial para luchar contra defensores altos y fuertes. Cristiano no era de los que fuera a buscar el cuerpo a cuerpo, pero tenía la intuición de adelantarse a la acción, de ir a buscar la pelota a menudo al primer palo y pasar delante de los hombres de las coberturas adversarias, que la esperaban desde su posición.

En la Eurocopa de 2012, Portugal había perdido en el primer partido contra Alemania, pero el triunfo sobre el pitido final ante Dinamarca y el conseguido contra los Países Bajos, con dos goles suyos, había concedido a los lusos la segunda posición del grupo . El rival, además, era asequible, la República Checa.


El gol

Los checos habían llegado a la segunda ronda y, además, lo habían hecho como primeros de grupo de forma sorprendente después de perder en el debut por 4-1 contra Rusia. Habían vencido a Grecia en el segundo partido y habían pasado ronda dejando en la cuneta a los anfitriones, los polacos, con una jugada salvadora de Jirácek. Su progresión era ascendente y no sería un rival fácil. De hecho, no lo fue y presentó batalla a los portugueses en el partido disputado en Varsovia hasta doce minutos antes del final.


Portugal esperaba encontrar su posibilidad y entró por la banda derecha mediante Nani. Este observó como Moutinho se descolgaba desde el centro del campo. El entonces jugador del Oporto envió un centro en la frontal del área pequeña. El lateral Gebre Selassie esperaba que le llegara el esférico para rechazar pero Cristiano Ronaldo, viniendo desde el lado izquierdo, se le adelantó y remató de arriba a abajo, dobló las manos de Cech y dio el billete a su país para las cuartas semifinales de su país en la historia, tres en las últimas cuatro ediciones.

Pero en la penúltima ronda, Portugal se encontró su bestia negra de aquellos años. España, que había eliminado a Portugal en el reciente mundial de Sudáfrica, dos años atrás, en los octavos de final, y que defendía título, mantuvo el empate a cero en las semifinales de Donetsk y aprovechó la tanda de penaltis para entrar en la final del torneo, que ganaría a Italia. Por tercer campeonato, Cristiano se quedaba a las puertas de la gloria. Debería esperar cuatro años más para que ésta llegara, una historia que continuará dentro de muy pocos días.

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