divendres, 26 de febrer del 2021

Grecia, 1- España, 2 (Euro 2008-Primera fase)
y Rusia, 0- España, 3 (Euro 2008-Semifinales)

106. Dani Güiza (1-2 y 0-2)

Hay futbolistas, sobre todo delanteros y goleadores, que llevan a cabo una carrera bastante anónima en equipos de segunda fila y en categorías incluso que no son las primeras de cada país que, en un momento dado, explotan, enganchan una temporada extraordinaria y pasan al primer plano, antes de volver a bajar en su rendimiento. Si esta época de explosión coincide con el mejor momento de la selección nacional de tu país y sabes coger bien la ola, esta te lleva hacia títulos tan importantes como la Eurocopa contigo de protagonista, ni que seas secundario. Es lo que ocurrió en 2008 con el delantero Daniel González Güiza.


El jugador andaluz vivió su mejor temporada en el club que primero confió en él, aunque lo dejara escapar en primera instancia. Había empezado a jugar al fútbol en el su ciudad, Jerez de la Frontera, y fue cuando actuó en Segunda B, con el Dos Hermanas, cuando fue contactado por el Mallorca. Güiza, un delantero oportunista y con buenos movimientos dentro y fuera del área, que tenía en Kiko como ídolo, aunque él era más anotador y no tan artista como el gaditano, aterrizó en la isla con 19 años pero casi no tuvo oportunidades durante tres temporadas en las que los insulares vivían momentos de éxitos.

En 2003 fue cedido al Recreativo de Huelva, donde tampoco gozó de minutos, y al filial del FC Barcelona, ​​donde sí se reencontró con la portería contraria a Segunda División B. Por ello fue contratado por el Ciudad de Murcia, en Segunda, donde vivió dos grandes temporadas, con 16 y 20 goles. Por este motivo fue fichado por el Getafe, la temporada 2005-06.

Fue en el sur de Madrid donde volvió a sonar su nombre después de dos años muy buenos, sobre todo el segundo, en el que con el equipo llegó a la final de la Copa del Rey tras eliminar al FC Barcelona ganándolo por 4-0 en casa con dos goles suyos. El partido decisivo lo perdieron contra el Sevilla, pero él se ganó el regreso al Mallorca, el equipo que lo había rechazado sólo cuatro años atrás. Y allí vivió la temporada de su vida.

Con 27 goles en la liga se convirtió en el máximo anotador de la competición y, además, fue llamado por primera vez por el seleccionador, Luis Aragonés, para un partido contra Francia. Era complicado que luchara con Villa y Torres para ocupar un puesto de delantero titular, pero el veterano entrenador confió en él como atacante suplente y lo incluyó en la lista para la Eurocopa de 2008, en Suiza y Austria.


Los goles

Güiza no jugó ninguno de los dos primeros partidos, pero las victorias contra Rusia y Suecia aseguraban a los españoles el primer puesto del grupo. Por ello, el técnico introdujo a un equipo de suplentes en el tercer partido, contra una Grecia ya eliminada. Los helenos se adelantaron con un gol de Charisteas antes del descanso, pero España jugó mejor en la reanudación y empató con un remate de De la Red en el cuarto de hora. Parecía que el partido terminaría con igualada, pero todavía faltaba un gol.



Dos minutos antes del final, Iniesta, el único habitual titular que había jugado el partido, entró por la banda derecha, pero centró con la izquierda, la que en teoría no es la buena. El balón se fue cerrando y Güiza rompió la defensa rival, se adelantó al portero Nikopolidis y, de cabeza, marcó el gol de la victoria. En los cuartos de final, relevó a Torres cinco minutos antes del final del partido contra Italia, que terminó sin goles y que se decidió por penaltis. Él falló el suyo, pero los errores de De Rossi y Di Natale clasificaron a España para las semifinales. El rival volvía a ser Rusia, ahora en Viena. Él volvió a entrar en el campo en el ecuador de la segunda parte, de nuevo en el lugar de Torres. España ya ganaba por 0-1 y, siete minutos después, vivió otro momento de gloria.


Fue en una pared entre Silva y Cesc, que había sustituido a Villa. El balón regresaba hacia el canario, pero Güiza se encontraba en la misma trayectoria, se adelantó al portero Akinfeev y le batió con un remate con el exterior del pie derecho. El tercer gol de Silva, nueve minutos más tarde, confirmaba una clasificación para la final que España ganaría por 1-0 contra Alemania con gol de Torres. Güiza jugó los doce minutos finales. Con 28 años, se encontraba en el cenit de su carrera.

Pero paralelamente a sus éxitos, Güiza también llevaba una vida convulsa. Durante su etapa de Getafe se había divorciado de la primera mujer, con quien tenía un hijo, y había conocido a Nuria Bermúdez, una habitual tertuliana de los programas televisivos del corazón que se convirtió en su agente y pareja. La vida de ambos salía a todas horas por los medios y él mismo había confesado que la vida nocturna le gustaba demasiado. Durante la Eurocopa, Bermúdez estaba embarazada y salía en todas partes y fue ella quien le ató el siguiente contrato, con el Fenerbahçe turco, que lo fichó por 14 millones de euros.

En Turquía jugó tres temporadas y, aunque ganó la liga en la última, su rendimiento bajó. Con la selección todavía participó en la Copa Confederaciones de 2009, con dos goles contra Sudáfrica en la victoria en el partido por el tercer puesto, pero después de un amistoso contra Francia en marzo de 2010, dejó de contar para Vicente del Bosque. No entró en la lista para el mundial que los españoles ganaron y ya no volvió más.

Tras dejar el Fenerbahçe, ya con 31 años, volvió al Getafe, donde sólo marcó tres goles en 32 partidos e inició el crepúsculo de su carrera con dos años en el Cerro Porteño paraguayo, donde ganó un campeonato de clausura, un ascenso de Segunda B a Segunda con su Cádiz y la retirada con el Atlético Sanluqueño, la formación de su ciudad, donde todavía juega en Segunda B con 40 años. Al final, la carrera de Güiza ha sido muy larga y con momentos de lucimiento, como aquel 2008 en el que fue campeón de Europa y que nunca olvidará.

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