divendres, 19 de febrer del 2021

Italia, 0- Irlanda, 1 (Euro 2016-Primera fase) y
Francia, 2- Irlanda, 1 (Euro 2016-Octavos de final)

113. Robbie Brady (0-1 y 0-1)

Los grandes clubes de fútbol del mundo invierten mucho dinero en las respectivas canteraas, de las que deben surgir jugadores para nutrir a los primeros equipos. Por una simple razón estadística, no todos ellos pueden llegar a triunfar en estas entidades, pero sí refuerzan a otras donde pueden llevar a cabo carreras que les permitan disputar grandes campeonatos internacionales. No pudo triunfar en el Manchester United, pero fue muy importante en la última Eurocopa el media punta irlandés Robbie Brady.


Nacido en el norte de Dublín, sólo había jugado en equipos escolares y de barrio cuando fue captado por los espías del Manchester United, de aquellos que peinan las islas buscando talento. Brady llegó a los diablos rojos el día en que cumplía dieciséis años y allí comenzó a intentar acceder a la élite. En sus inicios, en los que ya había actuado en campeonatos internacionales con la selección irlandesa, era un jugador rápido, con tendencia a moverse por las bandas, y con una buena relación con el gol que lo podían convertir en un talentoso media punta. Pero fue cumpliendo etapas sin ser convocado nunca para el equipo de Old Trafford, estadio en el que sólo actuaría como local durante cuatro minutos.

Antes, en 2011, con 19 años, fue cedido al Hull City, con el que disputó muchos partidos en la segunda categoría antes de regresa a casa. Era el momento de dar el gran salto, pero en el United, aunque con Alex Ferguson en el banquillo, sólo disputó en un duelo de tercera ronda de Copa de la Liga ganado por 2-1 contra el Newcastle. Inmediatamente, volvió a salir hacia Hull, en otro año de cesión que se convertirían en dos de traspaso.

En la temporada 2012-13, los tigers, apelativo del Hull, ascendieron brillantemente a la Premier de la mano del técnico Steve Bruce, con él disputando muchos minutos y anotando cuatro goles. Fue cuando debutó con la selección absoluta, con la que jugó dos partidos de la fase de clasificación para el mundial de Brasil en la que Irlanda se quedó lejos de obtener el billete. El conjunto de Martin O'Neill ya había disputado la última Eurocopa, la de 2012, sin mucha suerte, y con la ampliación a 24 equipos tenía esperanzas de llegar a la de 2016.

Durante esta fase, Brady debutó en la Premier, con dos buenos años en Hull, más el segundo que el primero, aunque éste se saldó con el descenso del equipo a Championship. Entonces lo contrató el Norwich, otro de los habituales ascensores de las competiciones inglesas. De hecho, terminaría la temporada con descenso, el segundo en tres años. En la fase de clasificación para el torneo europeo de selecciones, Brady fue esencial, con once participaciones y un gol, conseguido en el play-off contra Bosnia-Herzegovina que supuso el billete para el certamen del combinado de la Isla Esmeralda.


El gol

Los irlandeses comenzaron la fase final con un empate contra Suecia, con un gol de Hoolahan, pero cayeron por 3-0 ante la potente Bélgica en el segundo enfrentamiento. El tercero sería ante Italia, ya clasificada, y sólo valía la victoria para llegar a octavos. Los transalpinos ayudaron, poniendo en el once a muchos suplentes para reservar a los titulares, pero Irlanda seguía sin marcar. Hasta cinco minutos antes del final.


El portero Randolph detuvo un disparo flojo de El Shaarawy y cedió el esférico a Brady, que partía desde su campo. Este lo pasó a McGeady, mientras comenzó a correr hacia el área. El esférico recayó en Hoolahan, que miró hacia adelante y vio el desmarque del jugador del Norwich. El primero envió un centro perfecto y tenso por encima de Bonucci y Brady, que había cubierto setenta metros de carrera, se adelantó al portero Sirigu y anotó de cabeza el gol de la victoria. Irlanda ya estaba en octavos de final.

El rival sería duro. Francia, la anfitriona, lo tenía todo a favor antes de iniciar el partido en Lyon. Pero no contaba con un tropiezo justo en el minuto 2.



Fue en una pelota suelta en el área que cayó a pies del pícaro delantero Shane Long. Este percibió como se le acercaba Paul Pogba, le puso las piernas en medio de las suyas y forzó la caída con una importante dosis de teatralidad. El colegiado italiano Rizzoli picó e indicó los once metros. Brady, lleno de confianza por el gol de cuatro días antes, tomó la responsabilidad y superó a Lloris con un disparo ajustado que pegó en el palo antes de entrar. Lamentablemente para Irlanda, dos goles seguidos de Antoine Griezmann al inicio de la segunda mitad pusieron fin a sus aspiraciones.

Brady jugó la temporada siguiente en la segunda categoría con el Norwich. El equipo no ascendió, pero sí lo hizo el jugador, que fue contratado por el Burnley, conjunto para el que juega desde entonces, aunque sin mucha continuidad por culpa de muchas lesiones, la más importante en diciembre de 2017, en una rodilla, que lo dejó sin jugar medio año. Con la selección, ha sido condenado por dos play-offs. El primero, contra Dinamarca, no le permitió disputar el mundial de Rusia, en el que tampoco habría podido participar por culpa de la articulación dañada. El segundo, hace unos meses, supuso la eliminación contra Eslovaquia en la tanda de penaltis, en la que él transformó el suyo pero en el que erraron sus compatriotas Browne y Doherty. Brady no podrá repetir en la Eurocopa del 2021 los momentos de alegría de 2016, pero a los 29 años aún tiene opciones de llegar a más torneos internacionales, si las lesiones le respetan.

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