dimarts, 23 de febrer del 2021

Alemania, 4- Grecia, 2 (Euro 2012-Cuartos de final)

109- Sami Khedira (2-1)

La selección alemana que ha conseguido grandes éxitos durante la segunda década del siglo, entre ellos el mundial de 2014, y ha llegado a instancias superiores de otras competiciones ha dispuesto de mucho talento en diversas líneas del campo, que han provocado que su juego de toque y de posición se haya impuesto en la mayoría de partidos que ha disputado. Pero para sostener la estructura también se ha basado en elementos que, aparte de no estar exentos de calidad, tal vez hayan brillado menos de manera a menudo injusta. Es el caso del medio centro Sami Khedira.


De padre tunecino y de madre alemana, nacido en Stuttgart, en el sur del país, Khedira, que tiene un hermano, Rani, que también juega al fútbol en un alto nivel, en el Augsburgo de la Bundesliga, ha ido tejiendo una gran carrera en varios clubes importantes del continente como el Real Madrid y la Juventus. Además, ha sido pieza básica, junto con Toni Kroos, para dar equilibrio al combinado nacional de Joachim Löw.

Él forma parte de la gran generación que ganó el europeo sub-21 de 2009 en Suecia, junto a elementos como Neuer, Howedes, Hummels, Boateng u Özil, que cinco años después serían campeones del mundo en Brasil. Su debut en la élite no pudo ser más favorable. Lo hizo con 19 años en el equipo de su ciudad y fue llegar y besar, ya que en el Stuttgart ganó la liga con él disputando 22 partidos y marcando cuatro goles.

Desde siempre ha destacado por ser un jugador muy regular y que cubre mucho campo, que tiene una aceptable técnica, una gran colocación y capacidad de recuperación de balones y una muy buena, aunque a veces demasiado poco explotada, llegada a el área rival. Después de un inicio tan fulgurante, en la campaña 2006-07, se estabilizó a la élite, debutó con la selección absoluta en 2009, en un rol similar al que había desarrollado hasta entonces Michael Ballack, aunque más defensivo, y al año siguiente ya fue uno de los fijos en el equipo que quedó tercero en el mundial de Sudáfrica, el embrión de lo que sucedería después.

Su evolución no pasó desapercibida y en 2010, con 23 años, firmó por el Real Madrid en el que acababa de llegar al banquillo José Mourinho. Se convirtió en uno de los habituales de un conjunto que ganó la Copa del Rey el primer año y que consiguió la liga, batiendo todos los récords y superando el FC Barcelona de Guardiola, en el segundo, con un gol suyo muy importante en la victoria por 1-2 en el Camp Nou. Aquel verano había Eurocopa, sería la primera de su carrera.


El gol

Alemania hizo buena la condición de favorita y ganó los tres partidos de la primera fase del torneo, disputado entre Polonia y Ucrania. Había recaído en un grupo bastante duro, con Portugal, Dinamarca y los Países Bajos, y ganó los tres enfrentamientos por un solo gol de diferencia. En cuartos de final parecía que las cosas iban a ser más fáciles, ya que jugaría contra Grecia.

El partido de Gdansk se celebró en medio de una gran tensión política entre los dos países por el posicionamiento alemán contrario a rescatar a Grecia de su gran crisis económica. Con la canciller Angela Merkel en el palco, los helenos veían el duelo como una cuestión de honor y pusieron las cosas muy complicadas. Lahm tardó 39 minutos en abrir el marcador, pero a los diez de la segunda empató Samaras, en una acción que desató la euforia entre los aficionados de su país presentes en las gradas. Alemania, sin embargo, tardó sólo seis minutos en reaccionar.


Fue en una jugada típica de los alemanes de la época, que tuvieron mucha paciencia para mover el balón de lado. Khedira, en el centro, se la pasó a Schweinsteiger, éste a Özil y el esférico terminó a la derecha, en la posición de un Boateng que entonces era lateral. Centró al área buscando la cabeza de Klose, que no llegó, pero entrando de trailer, Khedira nuevamente ocupó el espacio, se adelantó a la acción del lateral Maniatis y con un remate espectacular que seguramente realizó con la espinilla, batió al portero Sifakis.

El gol desatascó el partido, ya que en los trece minutos siguientes, Klose y Reus lo sentenciarían y, ya al final, Salpingidis, de penalti, maquillaría el resultado. Alemania, sin embargo, no llegó más lejos ya que cayó en las semifinales ante una Italia que vio como Mario Balotelli disputaba el mejor partido de su vida con la selección. Por segundo torneo consecutivo, Khedira y los suyos se quedaban a un paso de la final.

El jugador alemán disputó tres temporadas más en España, la siguiente con Mourinho, en blanco. En la temporada 2013-14 sufrió un doble rotura de ligamentos de la rodilla derecha en un amistoso justamente contra Italia. Parecía que se perdería el final de la temporada con el Madrid y el mundial, pero llegó a tiempo para jugar la final de Lisboa, en la que los blancos vencieron por 4-1 al Atlético de Madrid, y la Copa del Mundo, en la que intervino en cinco partidos, entre ellos el increíble 1-7 contra los anfitriones. Lo pagó con una nueva lesión que no le dejó disputar la final, ganada por su equipo por 1-0 contra Argentina con un gol de Mario Götze.

Su última temporada en el Real Madrid fue complicada y dejó de contar para los técnicos tras una dura derrota por 4-0 contra el Atlético. Con 28 años, tocaba salir del equipo y recayó en una Juventus que había sido subcampeona de Europa ese mismo año. Con los turineses su palmarés aumentó con, de momento, cinco ligas y tres Copas, aunque se le resistió la Champions. En 2017 él fue titular en la final disputada contra su antiguo equipo, el Real Madrid, que los piamonteses perdieron por 1-4.

Con la selección disputó la Eurocopa de 2016, con semifinales nuevamente, ahora perdidas contra Francia, y el mundial de 2018, en que se despidió de la Mannschaft con dos dolorosas derrotas, con él de titular, contra México y Corea del Sur que dejaban al equipo fuera del torneo a las primeras de cambio. La renovación de Löw le afectó de lleno y se centró en su equipo, aunque a los 33 años su participación ha bajado mucho. Con el paso del tiempo, cuando se mencione a los grandes jugadores alemanes de las últimas temporadas posiblemente el nombre de Khedira no salga entre los diez más repetidos, pero él ha estado siempre ahí y con momentos de lucimiento, como el gol contra los griegos que abrió el camino para llegar a las semifinales de una Eurocopa.

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