dilluns, 22 de febrer del 2021

Polonia, 1 (3) - Portugal, 1 (5) (Euro 2016-Cuartos de final)

110. Ricardo Quaresma (3-5 en los penaltis)

Portugal merecía ser campeón de alguna Eurocopa después de su trayectoria en las ediciones que se habían disputado de este siglo. Semifinalista en 2000 y en 2012, finalista en 2004 y cuartofinalista en 2008, siempre encontraba alguna piedra en el camino que le impedía reinar. Seguramente, en 2016 era el año en que menos se pensaba que pasaría, pero el equipo fue sobrepasando barreras y, en algunos momentos importantes, encontró un ejecutor inesperado. Fue el extremo Ricardo Andrade Quaresma.


Dentro de un par de semanas volverá a aparecer en esta lista por un gol que consiguió justo en el partido anterior. Por ello, habrá que hacer un recorrido cronológico inverso a su carrera. Más adelante saldrá como fueron sus primeros años, y el paso de gran estrella emergente a jugador talentoso, pero que no terminó de explotar nunca.

En 2016, Quaresma ya tenía 32 años y había dejado atrás el tramo en el que parecía que podría convertirse en un gran jugador en cualquier momento. Había aterrizado en Besiktas en 2015, donde viviría su segunda etapa, tras abandonar la segunda etapa con el Oporto. Fue una buena temporada para él, ya que ganó la liga y también participó en la mayoría de partidos de la fase de clasificación para la Eurocopa y en los amistosos programados por Fernando Santos.

Quaresma no era titular en la selección, lugares de punta reservados para Nani y Cristiano Ronaldo, pero su técnico lo utilizó a menudo como agitador de partidos. Así, en el torneo europeo de Francia sólo fue titular en el segundo duelo, contra Austria, en el que el técnico luso esperaba, como así fue, un choque cerrado y tenía necesidad de extremos como él. Quaresma ha sido toda la vida un jugador de banda, con una excepcional aceleración y un extraordinario toque con la pierna derecha con una acción patentada, el centro con el exterior del pie, que ha desembocado en muchos goles de sus compañeros. Su carácter, sin embargo, ha sido el que le ha jugado malas pasadas durante su vida deportiva, con tendencia al poco sacrificio para llegar a los objetivos.

En la Eurocopa, dio una asistencia en uno de los goles de Cristiano Ronaldo contra Hungría, en la fase de grupos. Luego, en el tanto que veremos dentro de unos días, fue determinante en la prórroga de los octavos de final ante Croacia, ganada por 0-1. El siguiente rival sería otro conjunto rocoso, Polonia, y el partido de cuartos de final duró mucho.


El gol

Polonia se adelantó con un gol de Lewandowski, que fue igualado poco después por un gran disparo del joven Renato Sanches. Quaresma volvió a ser suplente y esta vez entró en el minuto 80, en sustitución del centrocampista Joao Mário en el intento de su equipo de encontrar más profundidad. Pero nadie marcó y se llegó a una tanda de penaltis resuelta por un solo error.


Los portugueses marcaron sus primeros cuatro lanzamientos, mediante Cristiano, que ahora los tiraba el primero y no el último, como en la última Eurocopa, en la que no pudo intentar el último tiro contra España porque su país había perdido antes, Renato Sanches, Moutinho y Nani. Para los polacos acertaron Lewandowski, Milik y Glik. El cuarto tiro lo asumió Blaszczykowski, y su disparo fue detenido por Rui Patrício. Actualmente, con el VAR, el penalti se habría repetido porque el portero se adelantó mucho. Quaresma asumió la responsabilidad de clasificar a su equipo para las semifinales y no falló, con un disparo alto y centrado que venció la débil oposición de Fabianski.

El penalti marcado por el extremo fue un paso más en el camino, completado con la victoria por 2-0 contra Gales en las semifinales y en el sorprendente triunfo en la final contra Francia por 0-1. Siguiendo la costumbre, Quaresma entró de suplente los dos días, en el segundo con más protagonismo, porque tuvo que relevar a Cristiano cuando se lesionó, en el minuto 25. En el crepúsculo de su carrera, obtenía su gran título.

Y la Eurocopa pareció relanzarlo, ya que a los 37 años sigue en activo. Santos, consciente de su valía, le llevó a la Copa Confederaciones del año siguiente y al mundial de Rusia de 2018, donde cerró su periplo con el equipo nacional con una eliminación en los octavos de final después de haber vuelto a jugar tres ratos con un duelo decisivo, contra Irán. En este fue titular y lo aprovechó marcando un gol que posibilitó la clasificación para la siguiente fase, en la que el equipo cayó contra Uruguay.

A nivel de clubes, estuvo en el Besiktas tres temporadas más, con dos participaciones consecutivas en la Champions y una clasificación para los octavos de final, en la que fue eliminado por el Bayern. En verano del 2019 bajó un nivel y fichó por otro conjunto otomano, el Kasimpasa, con el que pasó el confinamiento y finalizó la temporada en media clasificación. El verano pasado, ya con 37 años, volvió a casa y firmó por el Vitória Guimaraes, un conjunto aún bastante competitivo en el que no se sabe cuando finalizará su trayectoria. Quaresma aprovechó los años en los que muchos ya empiezan a pensar en la retirada para relanzar una carrera errática durante mucho tiempo y ser decisivo en el primer título de la historia de Portugal, que no es poco.

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