República Checa, 1- Polonia, 0 (Euro 2012-Primera fase)

276. Petr Jiracek (1-0)

Los torneos de selecciones a veces han hecho triunfar a héroes anónimos. Son jugadores que no están acostumbrados a destacar, ni siquiera a marcar goles, pero que aparecen en el momento menos esperado para ganarse un lugar en la historia de sus países. Del otro lado, hay grandes debacles de conjuntos que, con todo a favor y jugando en sus propios estadios, acaban perdiendo de manera inesperada. De los segundos está la selección polaca de la Eurocopa 2012. De los primeros, el medio centro checo Petr Jirácek.

Para comprender lo complicado es que este futbolista, de carácter defensivo, marque goles, en cuatro temporadas en la Bundesliga hizo sólo cuatro y en su mejor temporada, ofensivamente hablando, en la competición de su país, sólo llegó a cinco . En la selección, en 28 partidos oficiales sólo consiguió tres goles y, curiosamente, dos llegaron a su gran torneo, la Eurocopa del 2012 de Polonia y Ucrania.

En realidad, Jirácek llegaba al campeonato con 26 años después de media temporada en el Wolfsburgo, que lo había contratado del Viktoria Plzen, el nuevo rico del fútbol checo con el que acababa de debutar en la Liga de Campeones enfrentándose a grandes de Europa como el FC Barcelona y el Milan. Con la selección, Jirácek había actuado en diez partidos antes del torneo y en uno, el de la vuelta de la repesca contra Montenegro, había obtenido su único gol con el equipo que entrenaba el ex internacional Michal Bilek.

Ya en el campeonato, las cosas habían empezado fatal para los checos, que habían perdido en el debut por 4-1 contra Rusia. En el segundo partido, la dirección comenzó a virar con un triunfo por 1-2 ante Grecia. El primer gol, marcado por Jiracek, fue el tercero más rápido de la historia de las Eurocopas hasta ese momento. El equipo centroeuropeo mantenía las opciones de entrar en los cuartos de final, pero tenía delante una dura prueba. Había que vencer a Polonia, la anfitriona, en un estadio con toda la afición en contra, en Wroclaw. El partido se mantuvo empatado, a pesar de las muchas ocasiones locales en la primera parte. En la reanudación, los checos reaccionaron y obtuvieron premio.

El gol

Fue 18 minutos antes de la finalización del duelo. El veterano delantero Milan Baros ya había avisado con un disparo anterior y, en una nueva transición, tuvo la mente más fría. Esperó y vio el desdoblamiento de Jirácek, que se incorporó al ataque desde muy atrás. El centrocampista, que aquel verano fichó por el Hamburgo, tuvo la tranquilidad de entrar en el área, hacer un gran recorte al lateral Piszczek y batir al portero Tyton de un tiro cruzado.

Los polacos lo intentaron hasta el final, pero no marcaron y se quedaron fuera de su campeonato. Los checos superaron ronda y, además, como primeros de grupo. Curiosamente, los rusos, que los habían apalizado en el debut, quedaron eliminados. En la primera eliminatoria, pese a ello, el equipo de Jirácek, con él nuevamente de titular y jugando los noventa minutos, quedó eliminado por Portugal por culpa de un gol de Cristiano Ronaldo once minutos antes del final del partido en Varsovia.

Jirácek jugó los diez partidos de clasificación para el mundial de 2014, en Brasil, pero un solo punto dejó fuera la República Checa del campeonato. Dinamarca fue quien obtuvo el billete como segunda clasificada de un grupo que dominó Italia. A partir de ese momento, cuatro amistosos más y, en 2014, dejó de contar para el equipo nacional, en el que Pavel Vrba inició una renovación que le llevó a clasificarse para la Eurocopa del 2016 .

A nivel de clubes, Jirácek jugó cuatro temporadas en el Hamburgo con un rendimiento irregular. En la última, vio desde el banquillo como un gol de Marcelo Díaz salvaba a los hanseáticos del descenso en Karlsruhe. Volvió a su país, esta vez a un Sparta de Praga que se mantenía en segunda línea, detrás del Viktoria Plzen. Sólo estuvo una temporada y, previo paso por el Jablonec, terminó el Fastav Zlín, un conjunto nuevo con el que llegó a disputar la Liga Europa.

Aunque todavía está en activo, con 34 años, es prácticamente imposible que vuelva a la selección. Pero ese gol de Wroclaw, con todo el ambiente en contra, lo hace entrar en la historia del idilio que parecen tener los checos con un torneo que, formando parte de Checoslovaquia, ganaron una vez y al que han llegado a otra final y a unas semifinales.