dissabte, 26 de setembre del 2020

Portugal, 2 (6) - Inglaterra, 2 (5) (Euro 2004-Cuartos de final)

259. Frank Lampard (2-2)

Portugal e Inglaterra vivieron, a principios de este siglo, tres episodios seguidos de máxima rivalidad que derivaron en duelos muy cerrados, algunos espectaculares, y que siempre cayeron del lado luso. De hecho, en el mundial de México, en 1986, un gol de Carlos Manuel también había supuesto la derrota inglesa en la primera fase, aunque entonces fueron los isleños los que pasaron ronda y los portugueses los que quedaron eliminados. Ya en el siglo XXI, el episodio central de la trilogía de enfrentamientos se vivió en Lisboa. Hubo de todo y, a pesar del triunfo local, las esperanzas británicas se mantuvieron unos minutos más gracias a una acción de oportunista de Frank Lampard.




Como quedó dicho en el gol número 356 de esta lista, la Eurocopa de Portugal no comenzó muy bien para los ingleses, con una derrota con remontada recibida en el descuento contra Francia. Pero dos buenos triunfos, contra Croacia y Suiza, permitieron a la selección de Sven-Göran Eriksson, que venía de ser cuartofinalista en el mundial de Corea y Japón, entrar en las eliminatorias. Se trataba de un equipo de gran categoría, con un centro del campo de primera fila, con Gerrard, Beckham, Lampard y Scholes, una defensa expeditiva, con Terry y Campbell, y una delantera de primer nivel, con Owen y el joven Rooney .

Pero el rival sería Portugal, un equipo que, en la Eurocopa anterior, ya había vencido a los ingleses en una remontada espectacular en Eindhoven, cuando ganaron por 3-2 un partido que perdían por 0-2. Los ibéricos habían hecho un mal papel en el último mundial y, por ello, habían encargado la selección al técnico campeón del mundo, Luiz Felipe Scolari. La primera fase había sido complicada, con derrota contra Grecia y tanto salvador de Nuno Gomes contra España, y ahora afrontaban el duelo contra los ingleses con el estadio Da Luz a favor.

Y el partido fue para recordar. Owen adelantó a su equipo en el minuto 3 y la ventaja parecía que se mantendría hasta el final, pero Hélder Postiga empató ocho minutos antes de los 90. En la prórroga, Rui Costa, de un fuerte disparo, anotó el 2-1. Inglaterra tenía que reaccionar y lo hizo utilizando una de sus mejores armas: el balón parado.

El gol

Ya quedó dicho que, aparte de sus virtudes como centrocampista en el juego abierto, Lampard era un extraordinario rematador con todas las superficies. Aunque no es muy alto, se sabía colocar bien en el área. Ya había anotado de cabeza contra Francia y, cinco minutos antes del final de la prórroga ante Portugal, fue el más listo.




Porque el 90% de las personas que seguían el partido sabían que, con un córner a favor, el entonces madridista David Beckham buscaría, sí o sí, la cabeza del central John Terry, temible en el juego aéreo. Lo que no sabía todo el mundo era donde caería la pelota impulsada por el defensa del Chelsea. Sólo su compañero en el club londinense Frank Lampard supo situarse en la posición exacta, parar el balón tocado por Terry, girarse con gran rapidez, batir a Ricardo y llevar el partido a los penaltis.

En la tanda, sin embargo, la suerte no estuvo al lado del equipo de Eriksson, empezando por el patinazo de Beckham en el primer lanzamiento y terminando con el error de Vassell en el último disparo, que permitió al portero Ricardo clasificar Portugal al anotar el tiro definitivo. Lampard había anotado su lanzamiento, el tercero de la tanda.

La trilogía entre portugueses e ingleses se cerraría dos años más tarde en el mundial de Alemania. También fue en cuartos de final, en Frankfurt, cuando un partido mucho más cerrado terminó con empate sin goles e hizo falta recurrir al lanzamiento desde los once metros. En aquella ocasión, la resolución aún fue más trágica para los ingleses, ya que Lampard, Gerrard y Carragher erraron sus tiros, Ricardo volvió a ser protagonista y Portugal entró en las semifinales.

Y es que Lampard, un jugador fantástico, con unas cifras de goles impresionantes con el Chelsea, no ha acabado de tener suerte en los grandes campeonatos. En Portugal 2004 anotó tres goles, y sólo uno, contra Croacia, sirvió de algo. En Alemania 2006, en el mundial, no anotó y encima erró un penalti en la tanda. Se perdió la Eurocopa de 2008 porque Inglaterra no se clasificó. En el mundial de 2010, en Sudáfrica, anotó un magnífico gol contra Alemania en los octavos de final, de vaselina, sobre Neuer, pero ni el colegiado uruguayo Jorge Larrionda, ni el asistente Pablo Fandiño, de la misma nacionalidad , no vieron cómo el balón atravesaba claramente la línea de gol. Hubiera sido el 2-2 de un partido que Alemania ganó por 4-1. Lampard no jugó la Eurocopa del 2012 por lesión y se retiró de los grandes torneos en 2014, con un empate a cero contra Costa Rica en un duelo intrascendente para los ingleses, que ya estaban eliminados.

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