divendres, 25 de setembre del 2020

Alemania, 1 (6) - Italia, 1 (5) (Euro 2016-Cuartos de final)

260. Leonardo Bonucci (1-1)

Los penaltis han sido muy importantes en la historia de los grandes campeonatos. Desde que se empezaron a utilizar como método para desempatar partidos en las eliminatorias, han sido fuente de grandes historias y se han cobrado víctimas de todo tipo, jugadores de no tanta categoría y también estrellas del fútbol. En algunos casos, los protagonistas han tenido que afrontar penaltis tanto en el partido, como en la tanda final. Es lo que le sucedió, en 2016, al central italiano Leonardo Bonucci.


La pareja de centrales que Bonucci ha formado con Giorgio Chiellini en la Juventus y en la selección italiana en los últimos años ha sido de las más potentes del fútbol mundial. En algunos casos se añadió Andrea Barzagli y se formó una defensa de tres centrales, como sucedió en la Eurocopa de Francia de 2016. Tras comenzar la trayectoria profesional en el Inter, Bonucci tuvo que pasar por el Treviso y el Pisa, en la Serie B, antes de triunfar en el Bari, en la máxima categoría, y fue contratado por la Juventus con 23 años. Fue llegar al equipo turinés y comenzar a ser llamado por la selección italiana.

Dos años más tarde ya fue finalista de la Eurocopa 2012. Perdió contra España pero ya nadie lo retiró de la posición. Con la Juventus fue fijo entre 2011 y 2014 a las órdenes de Antonio Conte, con quien ganó todas las ligas posibles. Por eso no fue extraño que, una vez fue nombrado seleccionador, el mismo técnico contara con él como líder de la defensa de la Eurocopa de 2016, en Francia.


El gol

Y el trabajo de Bonucci en el campeonato fue casi perfecto. Con él de titular, Italia sólo encajó un gol en los cuatro primeros partidos, el que le marcó Robbie Brady para Irlanda. Ni Bélgica, ni Suecia, ni España perforaron la portería de Buffon. Llegó el gran duelo de cuartos de final contra Alemania, un equipo con cuentas pendientes con los italianos desde hace décadas. El último enfrentamiento había sido cuatro años antes, cuando dos goles de Balotelli echaron a los centroeuropeos de la Eurocopa de Polonia y Ucrania. En este caso, en Burdeos, fueron los teutones los que se adelantaron en el marcador con un gol de Özil a los veinte minutos de la reanudación. El equipo de Conte asedió a Neuer y encontró premio en el minuto 78.




Fue cuando Boateng cometió un claro penalti al tocar el balón con el brazo levantado mientras marcaba a Chiellini. Aunque había otros especialistas en el campo, como los delanteros Eder y Pelle, fue Bonucci quien tomó la responsabilidad y superó Neuer con un disparo muy colocado, al palo izquierdo del portero.

El partido se fue a la prórroga y a una enloquecida tanda de penaltis. Después de cuatro tiros, ambos equipos habían fallado dos, a cargo de Zaza y Pellè por Italia y de Özil y Müller por Alemania. Bonucci intentó recordar lo que había hecho durante el partido y anotar el quinto en la misma portería que unos minutos antes. En esta ocasión, sin embargo, eligió el otro palo y Neuer le adivinó las intenciones y le detuvo el disparo.



Por suerte para Italia, Schweinsteiger también falló el quinto tiro alemán, que le habría dado la victoria. La tanda siguió, con tres aciertos por cada lado hasta que Matteo Darmian falló el suyo y Jonas Hector dio el acceso a los alemanes para las semifinales. Bonucci quedaba fuera del torneo y tampoco pudo jugar el siguiente, ya que Italia quedó fuera del mundial de Rusia 2018, a manos de Suecia, por primera vez en sesenta años.

A nivel de clubes, cuando parecía totalmente establecido en la Juventus, Bonucci sorprendió al año siguiente al abandonar el club tras la final perdida contra el Real Madrid por 1-4 en la Liga de Campeones. Se habló de su mala relación con el técnico, Massimiliano Allegri. Se marchó al Milan y alegró la vida a su hijo mayor. El pequeño Lorenzo tuvo que aguantar durante años, vestido de blanco y negro, las celebraciones de su padre de los títulos con la Juventus cuando él es un gran aficionado del Torino, el eterno rival. De hecho, su ídolo es Andrea Belotti, el delantero del equipo granate. Pero su padre sólo estuvo un año en San Siro, con un equipo de un nivel mucho más bajo, antes de volver por la puerta grande a la Juventus. Con 34 años, Leonardo Bonucci intentará mantenerse en forma para estar en el partido inaugural de la Eurocopa 2021, en Roma, contra Turquía, su primera cita en un gran torneo desde los dos penaltis, con cara y cruz, de Burdeos.

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