dissabte, 5 de setembre del 2020

Suiza, 0- Países Bajos, 2 (Euro 96-Primera fase)

280. Jordi Cruyff (0-1)

Si eres hijo de una leyenda del fútbol debe haber pocas cosas, en la práctica de este deporte, en las que puedas superar a tu padre. Johan Cruyff fue un mito, tanto en los terrenos de juego, como después en los banquillos. Pero hubo un aspecto en el que su hijo, Jordi, le venció: marcó un gol en una fase final de una Eurocopa, hito que su progenitor no alcanzó.



En realidad, Cruyff padre sólo participó en una fase final, la de 1976. Disputó la semifinal perdida contra Checoslovaquia y ya no tuvo ganas de disputar el partido por el tercer lugar, un trámite que se mantuvo en las Eurocopas hasta el edición de 1980. Por lo tanto, tampoco es que tuviera muchas oportunidades. Su hijo, Jordi, tampoco vivió una carrera internacional muy larga, sólo fue ocho veces internacional con los Países Bajos, cuatro de los cuales, en la Eurocopa de Inglaterra, en 1996. Pero en una de ellas aprovechó la oportunidad.

Jordi, nacido durante la etapa de jugador de su padre en el FC Barcelona, ​​llegó al primer equipo con sospechas de favoritismo porque su él era el entrenador. Estas le acompañaron durante su trayectoria de dos años en el Camp Nou. Se trataba de un delantero con cualidades técnicas, con buen manejo de las dos piernas y con capacidad goleadora, incluso con la cabeza, gracias a su altura. En junio de 1996, la familia Cruyff vivía un mal momento ya que el padre había sido destituido tras ocho años en el banquillo y, sin él, la continuidad del hijo era prácticamente imposible.

Jordi tampoco había hecho una gran temporada, con sólo 13 partidos jugados y 2 goles, lastrado, en parte, por lesiones. Nada que ver con los 9 goles del primer año. A pesar de ello, y de los problemas con el club que vivía, el seleccionador, Guus Hiddink, contó con él para el campeonato europeo de selecciones. El jugador habría podido elegir jugar con los neerlandeses o con España, ya que se había formado en este territorio, donde había nacido, desde 1988. Eligió la camiseta naranja.

El gol

Con una experiencia de sólo tres amistosos, Jordi Cruyff debutó en el torneo en un empate a cero contra Escocia. El segundo partido, también en el Villa Park de Birmingham, era contra Suiza. Había que vencer para no tenérselo que jugar todo en el último partido en Wembley contra Inglaterra. Pero los helvéticos, que ya habían igualado con los anfitriones en el debut, se defendían bien. Hasta que en el minuto 24 de la segunda parte, una acción a balón parado lo desatascó todo.




Un córner desde la izquierda del ataque terminó con un rechazo de la defensa suiza. Jordi estaba en la frontal del área, no en zona de remate. Años más tarde cambiaría esta posición, como queda claro en el gol conseguido con la camiseta del Alavés, en 2001, que forzó la prórroga contra el Liverpool en la final de la UEFA. Volviendo cinco años atrás, a Birmingham, él estaba lejos de la portería, pero le cayó la pelota, la paró y con la pierna izquierda, la no tan buena, empalmó un disparo seco que superó al portero Pascolo. Fue su único gol como internacional.

Una anotación de Bergkamp, ​​trece minutos después, remachó el resultado. Pero los Países Bajos completaron un mal campeonato. Se clasificaron de rebote, a pesar de perder por 4-1 contra Inglaterra en el último partido del grupo, y fueron eliminados por penaltis por Francia en los cuartos de final, después de no haber sido capaces de marcar ningún gol. Jordi fue titular ambos días.

Después de la Eurocopa, Jordi Cruyff fichó por el Manchester United, club en el que actuó dos temporadas y media sin llegarse a consolidar nunca como titular. En la parte final de la última, fue cedido al Celta. Era enero de 1999. En mayo de ese año, el United se proclamó campeón de Europa en el Camp Nou. Él no estaba, pero oficialmente también es ganador del título ya que disputó tres partidos de aquel torneo. Después, buenas actuaciones en el Alavés finalista de la UEFA, un periodo en el Espanyol y un final de carrera en un equipo amateur neerlandés, en Ucrania y en Malta. Ha sido en países de este nivel donde después ha hecho carrera como entrenador y director deportivo, con trabajos nuevamente en Malta, en Israel y en China. Hasta hace poco era seleccionador ecuatoriano, pero rompió su contrato y ha regresado al país asiático.

Desde el punto de vista internacional, tras la Eurocopa sólo jugó un partido más con la camiseta naranja, media parte de un enfrentamiento de clasificación para el siguiente mundial contra Gales, con victoria por 1-3. La carrera con la selección de Jordi no se puede ni comparar con la de Johan, pero en tema de Eurocopas, al menos en este, lo superó.

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