dimecres, 14 d’octubre del 2020

Turquía, 0- Dinamarca, 3 (Euro 96-Primera fase)

241. Brian Laudrup (0-1 y 0-3)

Cuando se tiene el mismo apellido y se es familia de uno de los mejores jugadores del mundo puede parecer que las cosas han sido más fáciles para llegar a la cima y que ha ayudado a abrir puertas. Pero una vez se ha llegado, tienes que luchar contra las comparaciones constantes con aquel que ha destacado antes que tú, y todavía más cuando actúas en la misma demarcación y tu juego es similar. Hay que tener mucha personalidad para, siendo hermano de quien era, se pudiera completar la carrera que completó Brian Laudrup.



Porque aunque no llegó al nivel de virtuosismo, ni de continuidad de su hermano Michael, la trayectoria de Brian en la élite fue importante, actuando en grandes clubes y en grandes competiciones por selecciones con buenas actuaciones. Además, lideró a Dinamarca a su título más importante, la Eurocopa de 1992, en un campeonato en el que no estaba la estrella de la familia.

Brian Laudrup, cinco años menor que su hermano, nació en Austria porque en ese momento su padre, Finn, jugaba al Wiener Sport-Club de la capital del país centroeuropeo. Mientras Michael ya había llegado a la liga italiana y daba pasos en la Lazio y en la Juventus, Brian conseguía dos títulos nacionales en Dinamarca con el Brondby, el equipo de la familia. Muy pronto, a los veinte años, salió al extranjero. Lo fichó el Bayer Uerdingen y terminó en el gran club del país, el Bayern de Múnich, con el que sólo ganó una Supercopa.

En ese momento llegó su gran triunfo con la selección, a los 23 años tuvo que liderar al país nórdico en una Eurocopa para la que no se había clasificado y a la que había renunciado Michael por desavenencias con el seleccionador, Richard Möller- Nielsen. Aunque no anotó ningún gol, el nivel del pequeño de los Laudrup, con un juego muy parecido a su hermano, con más rapidez y quizás con no tanto toque ni precisión, fue muy alto y Dinamarca se proclamó campeona.

Tras aquel éxito, probó la aventura italiana, pero no le fue muy bien. El primer paso fue la Fiorentina y luego fue cedido al Milan. Pero el sistema de rotación de extranjeros, antes de la ley Bosman, que había en el club lombardo lo dejaba siempre fuera y decidió no continuar en diciembre de 1993, justo después de que Dinamarca hubiera quedado eliminada del mundial 1994.

Pero durante el verano siguiente se le abrió el cielo. Walter Smith, el técnico del Glasgow Rangers, le quiso llevar a Escocia y allí encontró el lugar que necesitaba. En una liga con mucha velocidad y con unos sistemas tácticos no tan rígidos como Italia, Brian Laudrup pudo explotar todo su juego durante cuatro grandes temporadas. Tras la primera, Dinamarca ganó otro trofeo, la Copa de las Confederaciones de 1995, en la que derrotó a Argentina en la final, esta vez con los dos hermanos Laudrup en el campo. Después, llegó la Eurocopa 1996.

El gol

Y aunque Dinamarca no repitió el éxito de cuatro años antes, fue cuando se pudo ver el mejor Brian Laudrup. En el primer partido ya marcó en el empate contra Portugal (1-1). Después, cayó víctima del talento croata por 0-3. Había que vencer a Turquía en el último enfrentamiento y esperar resultados para entrar en los cuartos de final. Y fue en la segunda parte cuando surgió su talento con dos acciones muy típicas de su hermano. Sólo habían pasado cuatro minutos cuando un balón largo del portero Schmeichel fue peinado por Erik Andersen, que encontró la espalda de los defensas turcos. Brian Laudrup les ganó la partida, se deshizo del portero Rüstü y anotó el primer gol.


Veinte minutos más tarde, Allan Nielsen marcaría el segundo gol y, seis minutos antes del final, en una acción similar, llegó el tercero. Brian intentó combinar con su hermano, Michael, en la frontal del área, se les adelantó nuevamente Andersen, quien devolvió la pared a Brian. Este se perfiló frente al portero, disparó y tuvo la fortuna de que el balón tocara en el defensa Alpay y despistara a Rüstü.



A pesar del resultado, la victoria portuguesa en el otro partido contra Croacia privó a Dinamarca de pasar ronda. Brian Laudrup ganó tres ligas y una Copa con los Rangers y el verano de 1998 fue de emociones. Primero, porque fichó por el Chelsea, que acababa de ganar la Recopa. Después, porque afrontó su primer y único mundial, el de Francia 98. Era el elegido por su hermano Michael para retirarse y él, con 29 años, le siguió los pasos, tras un gran torneo en el que Dinamarca puso contra las cuerdas a Brasil en los cuartos de final. Brian Laudrup marcó dos goles en las eliminatorias, en el triunfo ante Nigeria por 1-4 y en la derrota contra los sudamericanos, en una anotación que fue icónica, el momentáneo 2-2, que celebró tumbado en el suelo de lado y sosteniéndose la cabeza con la mano.

El pequeño de los Laudrup ya no se volvió a poner más la camiseta roja. Sólo aguantó un año en el Chelsea porque tuvo el s mismos problemas que con el Milan con el sistema de rotación de extranjeros. Lamentó no haber firmado entonces por el Manchester United, aunque había recibido una llamada personal de Alex Ferguson para hacerlo. Volvió a su país para jugar en el Copenhague, pero no se encontraba a gusto y firmó por el Ajax, con 30 años. Según él, tenía hasta quince ofertas, pero pensaba que allí es donde tenía que actuar. Hizo un buen año, con 15 goles anotados, pero las constantes lesiones que le hicieron retirarse muy joven, con sólo 31 años. Cuando se habla de Laudrup, seguramente, no se piensa en Brian, pero observando su carrera queda claro que es un error.

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