dimecres, 7 d’octubre del 2020

Suecia, 5- Bulgaria, 0 (Euro 2004-Primera fase)

248. Fredrik Ljungberg (1-0)

A menudo se dice que los mejores futbolistas son aquellos que proceden de las clases bajas, que se han tenido que espabilar para salir adelante y han madurado más rápìdo. Pero es un estereotipo de las épocas en que el fútbol era menospreciado por estos estratos sociales. Algunos futbolistas, incluso, han tenido la oportunidad de probar otras disciplinas e iniciar estudios universitarios, lo que les puede ayudar a gestionar mejor su vida una vez se les termina la carrera deportiva. Es el caso del centrocampista sueco Fredrik Ljungberg.



Nacido en Vittsjö, un pequeño pueblo de poco más de 1.000 habitantes situado en la parte central del triángulo que marcan las tres grandes ciudades suecas, Malmö, Gotemburgo y Estocolmo, a los cinco años vio como sus padres se trasladaban a vivir a Halmstad. prácticamente en la costa. A él no le gustó nada, pero esta mudanza fue muy buena para su formación. Porque esta localidad, de poco más de 60.000 habitantes, es reconocida por la mucha elección de deportes que hay. Él comenzó jugando a balonmano, y como con todo lo que hacía, fue reconocido y, incluso, internacional en categorías inferiores. Paralelamente, los estudios le iban más que bien, con grandes notas. Pero él tenía el fútbol entre ceja y ceja y sus padres le permitieron que lo practicara.

Así, el joven Freddie empezó a jugar en las categorías inferiores del Halmstads. Con 17 años debutó como profesional con ocho minutos disputados en el estadio de la selección, el mítico Råsunda, contra el AIK Solna. Todo iba muy rápido. Él pensaba que podría compaginar estudios y deporte. De hecho, inició tecnología de la información y economía, pero lo tuvo que dejar ya que todo era incompatible.

Jugador de banda, era muy válido en el centro del campo, en tácticas de 4-4-2 tan usuales en el fútbol escandinavo y también en Inglaterra en aquella época. Más adelante se acostumbró a un juego más asociativo. Le vino dado por su fichaje por el Arsenal, en 1998. Buscaba siempre el espacio y su velocidad le permitía desequilibrar. En los gunners jugó nueve temporadas. La mejor suya fue la 2003-2004. Los londinenses ya habían conseguido la liga dos años antes, en la que el sueco fue elegido mejor jugador de toda la Premier League, pero en aquella entraron en la historia ya que se la llevaron sin perder ningún partido. Ljungberg fue uno de los imbatibles de Arsène Wenger. En este entorno, y con una gran edad, los 27 años, le llegó la Eurocopa de Portugal.

El gol

Ljungberg ya había participado en dos grandes campeonatos, la Eurocopa de 2000 y el mundial de 2002, con presencia irregular y sin haber anotado. De hecho, no era un goleador. En su mejor año en este aspecto en la Premier, el de la primera liga ganada, llegó a las doce dianas. Suecia había llegado a la Eurocopa superando a la sorprendente Letonia, también clasificada, a Polonia y a Hungría en la fase previa y debutó en el Estadio del Sporting de Lisboa contra Bulgaria. El partido era una especie de revancha de la final de consolación del mundial de 1994, con 4-0 para los escandinavos. En esta ocasión, los búlgaros no se parecían en nada a su mejor selección y lo pagaron desde el inicio.




El primer gol tardó 32 minutos en llegar y fue contra natura. En esta ocasión fue el teórico delantero centro, Ibrahimovic, quien se vio corriendo la banda tras un pase al espacio de Svensson. La joven estrella del equipo, acabada de fichar por la Juventus, levantó la cabeza y vio la llegada de Ljungberg, que en ese partido, como en muchos, fue alineado a la izquierda. El pase de la muerte fue empujado por el jugador del Arsenal con facilidad en la red. Fue el primer y único gol de Ljungberg en una Eurocopa. En los grandes campeonatos solo anotó otro, dos años después, en el mundial de Alemania contra Paraguay.

El partido lo ganó Suecia con facilidad por 5-0. Un empate contra Italia y otro muy polémico contra Dinamarca, con la sombra del pacto, clasificó a los nórdicos para los cuartos de final. Fue una buena opción para llegar a las semifinales, pero cayeron por penaltis contra los Países Bajos. Suecia también fue eliminada en cuartos, por Alemania, en el siguiente mundial y el último gran torneo de Ljungberg fue la Eurocopa de 2008, con eliminación en la primera ronda.

Pero en el Arsenal aún le faltaba mucho por hacer. En 2006 estuvo a punto de ser campeón de Europa, pero perdió la final contra el FC Barcelona. El año anterior, el equipo había ganado la Copa y él era portada en todo el mundo al convertirse en modelo para una conocida marca de ropa interior. Su imagen traspasó las fronteras del deporte.

Al dejar el Arsenal jugó un año en el West Ham e inició muy pronto, con sólo 31 años, la aventura de la liga de los Estados Unidos, primero en Seattle y luego en Chicago, Los últimos años fueron de experiencias diversas, primero en el mítico Celtic de Glasgow, después en Japón, en el Shimizu S-Pulse y finalmente en la exótica liga india, en el Mumbay City.

Ljungberg inició una carrera de entrenador como asistente al Wolfsburgo alemán en 2017 antes de volver a su casa deportiva, al Arsenal, donde entrenó al equipo sub-23 e, incluso, en 2019, cogió las riendas del primer equipo tras la destitución de Unai Emery y hasta la llegada de Mikel Arteta, durante seis partidos.

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