dilluns, 12 d’octubre del 2020

Francia, 2- Países Bajos, 3 (Euro 2000-Primera fase)

243. Boudewijn Zenden (2-3)

En la historia ha habido muchos futbolistas que han comenzado jugando de extremo y que, a medida que han ido perdiendo velocidad y han mejorado en resistencia y comprensión del juego, han evolucionado hacia posiciones más retrasadas, sobre todo de lateral. Aunque su carrera no fue de primera figura mundial, este fue el caso de un jugador neerlandés que actuó en grandes clubes europeos y que fue 54 veces internacional en una de las selecciones más importantes del mundo. Era Boudewijn Zenden.



Nacido en Maastricht, en una lengua de territorio que los Países Bajos ocupan entre las fronteras con Bélgica y Alemania, Zenden comenzó su trayectoria deportiva practicando el judo siguiendo los pasos de su padre, pero también comenzó a jugar al fútbol en el club de su ciudad y pronto entró a formar parte de la cantera del PSV Eindhoven, de los tres grandes de su país, el que quedaba más cerca geográficamente. Zurdo cerrado, explotó su velocidad para actuar de extremo por banda natural y con 18 años debutó con el equipo de la Philips.

Pasó allí cuatro temporadas a ritmo ascendente, con muchas titularidades y goles. Llegó a anotar trece durante el último año. Su explosión, durante la cual fue elegido jugador neerlandés del año en 1997, lo llevó a ser convocado, con 21 años, para el mundial de Francia 98, en el que fue titular en la semifinal perdida contra Brasil y a marcar el gol naranja en la derrota contra Croacia en el duelo por el tercer puesto. Ese mismo verano recibió la oferta de uno de los grandes de Europa, el FC Barcelona de Louis van Gaal.

En el Camp Nou tuvo problemas para entrar en una delantera formada por Figo, Kluivert y Rivaldo. Su primer año fue duro, no marcó ningún gol y, además, el nuevo técnico sorprendió mostrando a todo el mundo como le enseñaba a centrar en los entrenamientos, a un internacional neerlandés que toda la vida había hecho de extremo. Entonces, Van Gaal le buscó una nueva posición. Ya que Rivaldo tendía a entrar hacia el medio, necesitaba laterales profundos y por eso lo retrasó. Con la nueva demarcación asumida afrontó la Eurocopa del 2000, en casa.

Y no le fue mal. El seleccionador, Frank Rijkaard, asumió el cambio y lo situó de lateral en todos los partidos. Los Países Bajos llegaron clasificados al último partido, en Amstedam, tras vencer a la República Checa y a Dinamarca. Contra Francia se jugaba la primera posición del grupo y el partido fue espectacular.

El gol

Dugarry adelantó a los galos y Kluivert empató a continuación. A la media hora, Trézéguet volvió a poner por delante a los campeones del mundo, pero Frank de Boer, de falta directa, volvió a igualar al inicio de la reanudación. Sólo ocho minutos más tarde, apareció Zenden explotando su aparición al espacio. Fue en un balonazo largo de un portero de gran potencia como Sander Westerveld. Buscaba a Kluivert, pero éste no llegó. El balón fue hacia el área y Zenden ganó la espalda a Karembeu, que debía taparle, y batió a Bernard Lama, que sustituía el habitual Barthez. El 2-3 ya no sería remontado por los franceses y los locales fueron primeros de grupo.


Los Países Bajos superaron los cuartos de final, apalizando a Yugoslavia por 6-1, pero cayeron en las semifinales ante Italia en la tanda de penaltis, en la que Zenden fue relevado por el delantero Van Vossen en el asedio infructuoso de los anfitriones ante de un rival con diez hombres. Con la selección sólo jugaría un partido más en un gran campeonato, en la Eurocopa de cuatro años después en Portugal, y en una posición más avanzada. El hecho de que los Países Bajos no entraran en el mundial del 2002, con Van Gaal en el banquillo, le perjudicó.

A nivel de clubes, no fue nunca bien valorado en el FC Barcelona y en 2001 inició un periplo de seis años en la Premier League, en la que su condición física era muy tenida en cuenta por los entrenadores. Primero jugó en el Chelsea pre-Mourinho, con el que fue finalista de una Copa. Después fichó por un Middlesbrough que tenía mucho dinero, con el que ganó una Copa de la Liga. Finalmente, recaló en el Liverpool de Rafa Benítez justo después de que los reds hubieran ganado la Liga de Campeones con la remontada de Estambul contra el Milan. Allí ganó una Supercopa de Europa y una Copa y disputó, de titular, la final de la Champions del 2007. Ya volvía a ser extremo, o en este caso centrocampista de banda. La perdió contra el Milan por 2-1.

A los 31 años, le quedaban unos cuantos de fútbol que gastó entre dos temporadas en el Olympique de Marsella y dos más en el Sunderland, en el que se retiró. Y lo hizo de la mejor manera, marcando contra el West Ham en su último partido de profesional. El año siguiente, se volvió a encontrar con Rafa Benítez, que entrenaba al Chelsea, para ayudarle como técnico asistente. Zenden es uno más de los jugadores que quizás no fueron suficientemente valorados en su momento per cierta parte de la opinión pública, pero que cuando te paras a mirar, acabó con una carrera bastante respetable y llena de éxitos y de experiencias en clubes grandes.

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