dimecres, 28 d’octubre del 2020

Francia, 0- Italia, 2 (Euro 2008-Primera fase)

227. Daniele de Rossi (0-2)

La Roma ha tenido en la plantilla en los últimos años a dos jugadores absolutamente icónicos. Uno ha sido Francesco Totti, un One Club Man que es Dios en la Ciudad Eterna. Un coetáneo suyo, a un nivel más bajo, ha significado lo mismo en el centro del campo. Nacido también en la capital, sólo la dejó al final para iniciar una exótica aventura en Buenos Aires. Es Daniele de Rossi.


De Rossi es casi siete años menor que Totti, pero su trayectoria es similar. Jugó dieciocho temporadas en el club romanista, de las que en dieciséis coincidió con el delantero. Se marchó del club con la espina de no haber ganado nunca ninguna liga, sólo dos Copas y dos Supercopas. Era un centrocampista duro, de los que ocupaba mucho terreno de juego y con mucha capacidad de recuperación. Un ejemplo de cómo disfrutaba haciéndolo es el tatuaje de un triángulo que rodea un "tackle", acción en la que el jugador entra duro con el pie por delante para llevarse un balón dividido.

Hijo de otro ex jugador de la Roma, Alberto de Rossi, debutó en 2001 con dieciocho años en una ronda preliminar de Champions contra el Anderlecht. Aquella temporada volvió a actuar en cuatro partidos de liga más, en los que ya marcó dos goles. Ser anotador no ha sido su principal característica, por posición sobre el campo. Su máximo registro en la liga han sido siete goles, pero disponía de un buen disparo de lejos y también de una excelente llegada desde segunda línea.

De Rossi también había mostrado una gran trayectoria con las selecciones inferiores. 2004 fue un gran año para él. Ganó el europeo sub-21, con un gol suyo contra Serbia en la final, y conquistó la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Atenas. Perdió la semifinal contra Argentina pero superó a Irak en el duelo de consolación. El mismo año debutó con la selección, en un amistoso contra Finlandia, y actuó en ocho partidos de la fase de clasificación para el mundial del 2006. De Rossi, junto a Totti, fue campeón del mundo en Alemania. Él actuó en tres partidos, entre ellos la final, en la que entró de suplente y anotó un lanzamiento en la tanda de penaltis decisiva.

Totalmente consolidado, el nuevo seleccionador, Roberto Donadoni, siguió confiando en él y llegó al siguiente campeonato, la Eurocopa de 2008. No jugó el primer partido y el equipo perdió por 3-0 contra los Países Bajos. El entrenador hizo cambios contra Rumania, en un partido en el que un gol de Panucci y un penalti parado por Buffon evitaron la eliminación transalpina. El fútbol les daba otra oportunidad. Había que superar a Francia en el tercer partido.

El gol

Era la revancha de la final del mundial de dos años antes y quien perdía se iba a la calle. Además, un empate abría todo un mundo de posibilidades, ya que los dos equipos estaban igualados a goles marcados y recibidos. Quizás habría que recurrir a las tarjetas amarillas. No hizo falta. Un penalti transformado por Andrea Pirlo en la primera parte abrió el camino de los italianos, que resolvieron en una acción de rebote.



Fue en una falta muy lejana. De Rossi, que tenía un gran disparo, lo intentó y, a fuerza de ser sinceros, su disparo seguramente iba fuera. Pero en la barrera francesa, aunque en el vídeo se habla de que es Henry quien toca el esférico, finalmente lo hizo Karim Benzema, situado en el segundo lugar del muro. La acción despistó al portero Coupet y se convirtió en el 0-2 definitivo. Italia pasó a cuartos, pero se topó con España y con los penaltis, que esta vez fueron esquivos. Además, De Rossi erró su lanzamiento, el segundo de la tanda, y se marchaba a casa con frustración.

Su carrera siguió en la Roma hasta 2019, más o menos siempre igual, con compañeros nuevos y con esperanzas antes de empezar la temporada que, con más o menos suerte, con clasificación para la Champions o no, siempre se desvanecían . Con la selección participó en dos mundiales, con eliminación en la primera ronda en Sudáfrica, en que marcó un gol contra Paraguay en un córner, y en Brasil, y también en dos Eurocopas. En la del 2012 estuvo cerca del título, pero perdió la final contra España por 4-0. En la del 2016, todo iba bien hasta que se lesionó en un muslo contra los mismos españoles en el partido de octavos de final, ganado por 2-0 en la revancha de cuatro años antes. No pudo actuar en la eliminación por penales ante Alemania.

Su despedida de la squadra azzurra, después de 117 partidos y 21 goles, fue amarga, la eliminación ante Suecia en el play-off que impidió a los italianos ir al mundial de Rusia. De hecho, en el partido de vuelta en Milán fue protagonista de una imagen para el recuerdo cuando se negó a entrar en la segunda parte. El motivo era que quería que lo hiciera otro delantero, el napolitano Insigne, porque faltaba un gol para igualar la eliminatoria. El seleccionador, Gian Piero Ventura, ya desesperado, le hizo caso.

Y es que el carácter de De Rossi es muy fuerte y de los que hace grupo. En 2019 decidió ir a jugar a Argentina, donde consiguió una liga con Boca Juniors, aunque no tuvo mucha trascendencia. Antes, volvió a demostrar sus principios con otro acto emotivo. Viajó hasta el lugar donde está enterrado quien fue encargado de material en el mundial del 2006 y dejó la medalla de campeón del mundo encima de su tumba.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada