diumenge, 4 d’octubre del 2020

Croacia, 2- Alemania, 1 (Euro 2008-Primera fase)

251. Ivica Olic (2-0)


Durante sus casi tres décadas de vida, la selección croata de fútbol ha disfrutado de grandes generaciones. Han destacado, sobre todo, dos. La primera de ellas quedó tercera en el mundial de Francia 98, con hombres como Suker, Prosinecki, Boban o Jarni. La otra se proclamó subcampeona del mundo en Rusia, con elementos destacados como Modric, Rakitic o Mandzukic, entre otros. En medio, quizás los resultados no han sido tan destacados, pero casi siempre ha mantenido un nivel competitivo alto con jugadores europeos de primer línea. Quien ejemplifica más esta capacidad de lucha en épocas no tan floridas es el delantero Ivica Olic.




Despuntó doce años en el equipo nacional, entre los mundiales de 2002, de Corea y Japón, y el de Brasil, del 2014. En ambos, el equipo fue eliminado en la primera fase. Coincidió con miembros de las dos grandes generaciones y él fue forjando una destacada carrera a nivel de clubes, básicamente en Alemania. Olic es el típico jugador batallador que todos los entrenadores desean, que quizás no inicia el año de titular, pero que acaba siéndolo y que te garantiza una importante cantidad de goles por su perseverancia. Además, se crecía en duelos importantes. El ex seleccionador croata, Slaven Bilic, lo consideraba "el rey de las grandes citas", en el que siempre daba la cara.

Nacido en Davor, al sur de Zagreb, a pocos metros de la frontera con la República Srpska, la parte serbia de Bosnia-Herzegovina, se formó en el Marsonia, un club modesto de tercera división de donde fue captado por el Hertha de Berlín con 16 años. Pero enseguida volvió a casa y se formó en el Dinamo de Zagreb antes de volver a salir al extranjero, esta vez al CSKA de Moscú. Los cuatro años en Rusia ayudaron a que se hiciera un nombre y en el marcado de invierno de 2007 fue contratado por el Hamburgo, que entonces aspiraba a mejores metas que la 2. Bundesliga en que se encuentra ahora. Su primer curso y medio en el equipo hanseático fue muy positivo, anotó 14 goles en la temporada completa previa a la Eurocopa y, a punto de cumplir 29 años, afrontó su segunda Eurocopa.

El gol

Porque Olic ya había jugado los tres partidos de la de Portugal, de 2004, y tres del mundial de Alemania de 2006. En ambos casos, los balcánicos quedaron fuera del torneo en la primera fase. En el campeonato de Austria y Suiza los croatas comenzaron venciendo a los austriacos en la primera jornada. Afrontaban el segundo, contra Alemania en Klagenfurt, y la victoria les daba el acceso a los cuartos de final por primera vez desde 1996. Croacia y Alemania tenían una historia común desde finales del siglo XX. Los teutones echaron a los balcánicos de la Eurocopa de Inglaterra y estos se tomaron la revancha en el mundial de Francia 98. Ahora llegaba el tercer capítulo.

El lateral Darijo Srna adelantó a Croacia en la primera mitad ante la alegría de la afición. En la reanudación, llegó el segundo en una acción de rebote en el que quedó claro el oportunismo de Olic. Fue en un centro chut de Rakitic desde el lateral que sorprendió al portero Lehmann. El balón dio en el palo y el delantero del Hamburgo estuvo más rápido que los centrales alemanes para anotar el 2-0.



A once minutos para el final, Podolski redujo la distancia, pero Croacia se llevó el triunfo y se clasificó, por fin, para los cuartos de final. Olic descansó en el último partido, un triunfo contra Polonia, y jugó en la eliminatoria ante Turquía. Disputó 97 minutos, fue relevado en la prórroga y el partido finalizó 1-1 con dos goles en los últimos minutos del tiempo suplementario. Los otomanos vencieron en los penaltis y evitaron una semifinal nuevamente contra los alemanes.

Los mejores momentos a nivel de club aún estaban por llegar para Olic. Con 30 años fichó por el Bayern, donde jugó tres temporadas con dos finales de Champions perdidas, en 2010 y en 2012, ante el Inter y el Chelsea. Él las jugó ambas. Cuando salió del club, con 33 años, para ir al Wolfsburgo, los bávaros lograron el triplete, en 2013. Estuvo en el club de la Volkswagen dos años, dos más en el Hamburgo, al que volvió para salvarlo del descenso , y acabó en el modesto Múnich 1860, donde se retiró con 38 años.

En la selección, no jugó otro torneo hasta el mundial de 2014, en el que marcó ante Camerún, ya que Croacia no se clasificó ni para la Copa del Mundo del 2010, ni para la Eurocopa de 2012. Cuando se retiró, Olic entró a trabajar a la federación y pudo vivir otro mundial, el de 2018, en una labor de asistente que le permitió acabar de unir las dos grandes generaciones con el subcampeonato del mundo de Rusia .

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