dimarts, 13 d’octubre del 2020

Eslovenia, 1- España, 2 (Euro 2000-Primera fase)

242. Joseba Etxeberria (1-2)

Algunos jugadores se encuentran cómodos en un entorno y no lo dejan en toda su carrera deportiva. Es posible que fichando por un equipo de superior categoría, por calidad, hubieran llegado más lejos, pero también hay casos en que ocurre todo lo contrario. Hay muchos ejemplos de jugadores vascos que desarrollan toda su carrera en Euskadi y no necesitan nada más, aunque hayan tenido que afrontar un cambio de aires traumático dentro del mismo ecosistema. Fue el caso de Joseba Etxeberria.



Conocido como "El potro de Elgoibar", por su potencia concentrada en un cuerpo no muy grande, Etxeberria era el diamante de la cantera de la Real Sociedad. Debutó en el primer equipo en la temporada 1994-95 con dos goles en siete partidos y aquella primavera, en Qatar, se proclamó máximo goleador del mundial sub-20, con siete goles en seis partidos y formando una dupla de mucho futuro con el madridista Raúl . Pero en verano de 1995 llegó la que muchos consideraron una traición. El Athletic de Bilbao, el gran rival de la Real, pagó 550 millones de pesetas, 3,3 millones de euros, una cantidad entonces desorbitada, por un jugador juvenil de 17 años. Y así, Etxebarria pasó de ser la perla de Anoeta a convertirse, con los años, en un símbolo en San Mamés.

Porque estuvo allí quince temporadas, en las que no consiguió ningún título y, en algunas ocasiones estuvo más cerca del descenso que de la cabeza de la clasificación. Pero no dejó de ser nunca un león, a pesar de las oportunidades de irse de Bilbao, que no le faltaron. Se trataba de un falso extremo, un jugador rápido en los balones al espacio, pero también con una buena relación con el gol, aunque intermitente. En su mejor año en la liga, en la temporada 2002-03, llegó su marcar catorce.

Con la selección tampoco tuvo una presencia constante. Debutó de la mano de Javier Clemente, en el mundial de Francia 98, con una suplencia y dos titularidades en la eliminación en primera ronda del campeonato. Para la Eurocopa 2000, tampoco jugó siempre con Camacho, entrenador con más tendencia a actuar con jugadores que la pedían al pie y no en el espacio. Pero entró en la lista para su primera Eurocopa, la de 2000.

El gol

Etxeberria fue titular en el primer partido, con derrota sorprendente contra Noruega. Había que vencer a Eslovenia en el segundo duelo, que comenzó bien, con un gol de Raúl. Pero Zahovic empató en la segunda parte y amenazó con dejar a los españoles en una muy mala situación. La inquietud duró dos minutos y se terminó después de una gran jugada del mejor jugador de España en aquellos momentos.


Era el valencianista Gaizka Mendieta, que había llevado a su equipo a la final de la Champions de aquel año, perdida contra el Real Madrid. Recogió una dejada de Alfonso e inició una conducción en la que se fue de tres defensas que estaban juntos primero. Después hizo un túnel a Milanic y envió el esférico al espacio por donde entraba Etxeberria. Este, sin pensarlo nada, disparó al primer palo y superó al portero Dabanovic. Sería su único gol en un gran torneo internacional absoluto.

España ganó el partido. Derrotó agónicamente a Yugoslavia para entrar en los cuartos de final. Etxeberria, a pesar del gol del partido anterior, fue suplente pero entró enseguida en sustitución del lesionado Fran. También entró desde el banquillo en la derrota contra Francia, en la primera eliminatoria, que dejó el equipo fuera del campeonato.

No contó para Camacho de cara al siguiente mundial, el de Japón y Corea, pero su protagonismo con el equipo estatal creció en el ciclo posterior. Con otro entrenador de la escuela del Athletic, Iñaki Sáez, disputó ocho partidos, con dos goles, de la fase de clasificación para la Eurocopa de Portugal de 2004, en la que España tuvo que entrar ganando una repesca.

En esta eliminatoria anotó un gol contra Noruega, en la revancha del anterior torneo continental. En la fase final jugó en el debut, con corta victoria contra Rusia, y pagó los platos rotos del mal juego. En el segundo enfrentamiento, contra Grecia, jugó sólo media parte y en el tercero, contra Portugal, ya no saltó al campo. España volvía a quedar eliminada en una primera fase de un gran torneo. De los tres que jugó Etxeberria, pasó en dos. Sólo llegó a jugar un partido de eliminatorias en toda su carrera.

No había ni cumplido 27 años, pero no volvería a ser llamado más para la selección en el posterior período, con Luis Aragonés en el banquillo. Se dedicó durante seis años más al Athletic, donde ya en su crepúsculo llegó a disputar la final de la Copa del Rey de 2009, perdida por 1-4 contra el FC Barcelona. Se retiró el año siguiente e inició una carrera de entrenador que, de momento, lo han hecho pasar por el Amorebieta y el Tenerife, en su primera aventura personal fuera de Euskadi. Ahora entrena al Bilbao Athletic, volviendo a casa, donde siempre se ha sentido más a gusto y ha sido más valorado.

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