dilluns, 5 d’octubre del 2020

Checoslovaquia, 1- Países Bajos, 1 (Euro 80-Primera fase)

250. Zdenek Nehoda (1-0)

Los jugadores de la selección checoslovaca que quedó campeona de la Eurocopa de 1976 pasaron a la historia. Derrotaron consecutivamente a los dos finalistas del último mundial, el de Alemania Federal de 1974, primero a los Países Bajos y luego, la propia formación teutona. Aquel conjunto tenía mayoría de eslovacos, pero los checos también mostraban un peso específico grande, con jugadores de carácter y de larga trayectoria. Eran históricos como el propio Panenka, el portero Ivo Viktor o alguien que jugó de manera efectiva durante once años con el equipo nacional y al que, incluso, se le montó un partido de homenaje a punto de retirarse . Era el delantero centro Zdenek Nehoda.



La trayectoria de Nehoda la selección checoslovaca arrancó tras la participación del equipo en el mundial de México 70. Nacido en Hulin, una ciudad cercana a Brno, comenzó a jugar allí y al Gottwaldov, el conjunto representativo de un enclave que, con la caída del comunismo, cambió de nombre y se pasó a decir Zlín. El mismo año en que se ponía la camiseta de la selección, fichó por el equipo de su vida, el del ejército del país, el Dukla de Praga, donde actuó durante doce temporadas, de 1971 a 1983, y hay ganó tres ligas y una Copa.

Nehoda y sus compañeros fueron eliminados por Rumanía primero, y por Escocia después en su intento por jugar la Eurocopa del 72 y el mundial del 74. Pero cuando formaron el equipo para el torneo europeo de 1976 sorprendieron al una fase de clasificación en la que dejaron fuera a Inglaterra, Portugal y la URSS y se clasificaron para el torneo de Yugoslavia, en la que consiguieron la victoria.

Nuevamente Escocia dejó fuera a los checoslovacos del mundial de Argentina, en 1978. Nehoda habría llegado con 26 años y en su mejor momento. Tuvo que esperar dos años más para volver a la Eurocopa. Checoslovaquia entró en ella dejando a Francia y a Suecia en la cuneta con dos goles del delantero contra los nórdicos. De este modo, la selección centroeuropea llegó a Italia con la intención de defender el campeonato.


El gol

El torneo no comenzó bien para los checoslovacos, ya que perdieron en el duelo inaugural contra Alemania Federal por culpa de un gol de Rummenigge en la revancha de la final de cuatro años antes. El formato del campeonato, que estrenaba fase de grupos, y el hecho de que sólo el primero entrara en la final, hacía casi imposible que Checoslovaquia pudiera repetir título. El equipo que entonces entrenaba Josef Venglos intentó, por lo tanto, ganar los dos siguientes duelos para luchar por la tercera posición. Lo consiguió en el primero, con una victoria por 3-1 contra la debutante Grecia y un gol del jugador del Dukla de Praga. El tercer partido era otra revancha, la de la semifinal de 1976 contra los Países Bajos.

Y el partido de Milán comenzó muy bien gracias a una doble gran jugada del compañero de Nehoda al Dukla Ladislav Vizek. Primero sacó el balón jugado desde atrás eliminando jugadores, lo cedió al eslovaco Masny, que se lo devolvió, y se deshizo de dos defensas más de los neerlandeses antes de hacer el pase de la muerte. Nehoda, en posición de ariete, como siempre, se lanzó y batió al portero Schrijvers.


El duelo no pudo acabar con victoria, ya que Kist empató a la segunda parte, pero fue suficiente para que Checoslovaquia se clasificara para el partido de consolación y derrotara a Italia en la tanda de penaltis, en la que Nehoda transformó el suyo.

Dos años más tarde, pudo hacer realidad el sueño de jugar un mundial que se le había negado dos veces. Fue en España 82. La experiencia no fue muy bien, con tres partidos y ninguna victoria. Tampoco pudo anotar ningún gol, en Valladolid y Bilbao, contra Kuwait, Francia e Inglaterra. Fue su despedida real de la selección, ya que casi fue anecdótico el partido de homenaje contra Polonia que se le rindió cinco años más tarde, cuando sólo estuvo once minutos sobre el terreno de juego. Curiosamente, el partido no se disputó en territorio checo, sino eslovaco, en Bratislava. Seis años después, los dos países se separarían amistosamente.

A nivel de clubes, Nehoda aguantó en el Dukla hasta 1983, cuando ya tenía 31 años, pero todavía tenía cuerda y jugó seis temporadas más repartidas entre el Darmstadt, Standard de Lieja, el Grenoble y el Amaliendorf austríaco. El dos veces jugador checoslovaco del año, en 1978 y en 1979, se retiró a los 37 años tras una carrera de idilio con el gol.

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