dijous, 9 de juliol del 2020

Escocia, 3- CEI, 0 (Euro 92-Primera fase)

338. Brian McClair (2-0)

Brian McClair es el típico jugador que cualquier equipo grande debe tener. Fue uno de los pilares del Manchester United de los primeros años de Alex Ferguson en el banquillo. Ambos son escoceses, se conocían bien. Nunca terminado de ubicar como delantero centro nato, McClair era, sobre todo, un jugador listo y un gran goleador. Siempre sabía dónde situarse y aprovechaba que los focos se dirigían a otros para ir engordando un palmarés envidiable en las once temporadas en que fue red devil. Sólo le falta la Liga de Campeones y le vino de un año, ya que él dejó el club en 1998.



Fichado en 1987 procedente del Celtic, donde había destacado en la liga escocesa, McClair fue casi siempre titular en el United. Primero como delantero y luego, desde la llegada de Éric Cantona, como centrocampista, terminó su trayectoria en Old Trafford con 88 goles oficiales en 355 partidos.

Con la selección, debutó en noviembre de 1986, meses después del Mundial de México y, aunque Escocia se clasificó para la Copa del Mundo de Italia 90, y McClair intervino en cinco partidos en esa fase previa, sorprendentemente no fue seleccionado por Andy Roxburgh. Los escoceses volvieron a casa con tres derrotas seguidas. Con el mismo técnico, y en el punto álgido de su carrera, con 28 años, sí asistió a la Eurocopa de Suecia 92.

Pero Escocia tampoco tuvo fortuna. Encuadrado en un grupo muy difícil, perdió los dos primeros partidos, por 1-0 contra los Países Bajos y por 2-0 ante Alemania, y dijo adiós matemáticamente a la competición. El tercer partido la enfrentó a la Comunidad de Estados Independientes. La Unión Soviética se había clasificado para el torneo, pero la caída del comunismo, unos meses antes, y la creación de nuevos países provocó que se tuviera que idear una solución de urgencia. Ya sin el nombre URSS, se formó un conglomerado de naciones, tal como ocurrió un mes después en los Juegos de Barcelona con el Equipo Unificado.

El gol

Así, la CEI aún se podía clasificar antes del partido de Norrköping, ya que había empatado el primer partido con Alemania Federal, pero fue arrasada por los escoceses en un cuarto de hora. McStay adelantó a su equipo con un gol, tras rebote en el palo y en el portero Kharin, a los seis minutos. Y a los 17, llegó el gol de McClair en una jugada que resume todo el ideario de juego de Escocia.




El portero Goram realiza un lanzamiento largo de portería que sirve para adelantar a todo el equipo. Después del primer salto, es McClair quien va a por la pelota suelta y la deja atrás, a la vez que busca posición. Se suceden una serie de pases, un balón vertical hacia el ariete McCoist y éste lo deja de cara. McClair, ya encarado a la portería, pero desde muy lejos, chuta. No parece que el remate tenga que ser muy bueno, pero toca en el defensa Tskhadadze y despista a Kharin.

La CEI intentó reducir la distancia, pero no sólo no se recuperó sino que encajó un tercer gol en el tramo final, en un penalti transformado por McAllister. Escocia no se clasificó para el siguiente Mundial, el de Estados Unidos, y McClair dejó la selección, con lo cual no pudo aspirar a jugar la siguiente Eurocopa, la de 1996, ya con 32 años. Terminó su brillante trayectoria en el United y se retiró en su primer club, el Motherwell, donde todo había comenzado.

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