dilluns, 27 de juliol del 2020

Bulgaria, 1- Rumanía, 0 (Euro 96-Primera fase)

320. Hristo Stoichkov (1-0)

Aunque el mejor momento de la gran generación de jugadores búlgaros de la década de los noventa llegó con el cuarto lugar en el mundial del 1994, la actuación individual más destacada de su estrella, Hristo Stoichkov, fue dos años después, a la Eurocopa. Pese a que ya tenía treinta años, estuvo a punto de conducir a su equipo, ya muy desgastado, a los cuartos de final. En el debut, contra España, anotó un gol y le anularon uno legal (número 350 de esta lista). Ante Rumanía consiguió el gol del triunfo. Este rival, por cierto, según se ha sabido después, le acompañó en un pasaje oscuro de su trayectoria.



La relación entre el mundo del fútbol búlgaro y el rumano es muy estrecha gracias a personajes como el agente Ioan Becali. Nacido en Rumania, tiene intereses en los dos lados y habla búlgaro con fluidez. En un libro publicado en 2019 titulado "Misterios del misterio" un ex internacional rumano, Cornel Dinu, acusa a Stoichkov y a algunos compañeros de dejarse comprar por Becali y su gente para que Bulgaria perdiese contra Rumanía en el último partido de la fase de clasificación para la Eurocopa 92.

Los rumanos necesitaban vencer en Sofía para entrar en el torneo y, según esta fuente, pagaron dinero a Stoichkov y a algunos compañeros, ya eliminados, para que se dejaran perder. El problema es que algunos de los búlgaros no habrían sido comprados, el rumano Hagi, además, falló un penalti y el empate a uno final eliminó a Rumania y clasificó a Escocia por un solo gol.

Casi cinco años después de aquel asunto, Bulgaria y Rumanía se veían las caras en Newcastle en el segundo partido del grupo B de la Eurocopa de Inglaterra, con un punto para los primeros y ninguno para los segundos, que quedarían eliminados si perdían . Stoichkov salió motivado, esta vez sí, y fue decisivo.

El gol

El partido se resolvió muy pronto. En el minuto 3, Balakov encontró a Stoichkov, que en la selección jugaba con libertad por donde él quería, en el centro del ataque. El delantero, que ese mismo verano volvería al Barça, entró por el centro de la defensa rival y superó a Stelea con un remate de puntera poco académico.



El resultado ya no se movió más. Francia y Bulgaria, con cuatro puntos, se tenían que enfrentar en el último partido. Quien ganara se clasificaba y quien perdiera, tenía que esperar a que España no superara a una Rumanía ya eliminada en el último partido. Y esto es lo que pasó.

Según se explica en el mismo libro, los rumanos recordaron el episodio de 1991 e hicieron todo lo posible para perder. Incluso se dice que los pesos pesados ​​del equipo, Hagi y Popescu, forzaron que se relevara a Raducioiu, que había marcado el gol del empate. La segunda parte fue un asedio español que acabó con una anotación de Amor y la eliminación de Bulgaria, que perdió contra Francia. Se dijo que Stoichkov había intentado motivar a los rumanos con una llamada por teléfono, ya que conocía Hagi y Popescu de su anterior etapa en Barcelona, pero no hubo nada que hacer. Bulgaria quedaba fuera del torneo y Stoichkov, que también había batido a los galos con una falta directa y que acababa con tres goles en tres partidos, quedaba fuera de su última Eurocopa.

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