divendres, 31 de juliol del 2020

Italia, 2- Rusia, 1 (Euro 96-Primera fase)

316. Pierluigi Casiraghi (1-0 y 2-1)


El fútbol italiano de finales del siglo XX disfrutó de una enorme densidad de delanteros, tanto por lo que respecta a media puntas como a arietes. Seguramente por este motivo, alguno de ellos puede haber quedado arrinconado en un segundo plano de la memoria colectiva, aunque desarrollara una exitosa carrera, con un buen palmarés, condicionada, eso sí, por una retirada demasiado precipitada por culpa de una grave lesión. Este es el caso de Pierluigi Casiraghi.


Era un punta muy completo, con capacidad para jugar de atacante de referencia, de echarse atrás y de actuar de acompañante del punta o de formar en un sistema con dos delanteros. Su vida a nivel de clubes estuvo dividida en tres etapas claras. La primera, con la Juventus, fue provechosa en cuanto a éxitos internacionales, con dos Copas de la UEFA. La segunda, en la Lazio, se alargó cinco años con un muy buen rendimiento, en el momento culminante de su carrera, pero con un solo triunfo en la Copa de Italia. La tercera fue la de la aventura internacional en un Chelsea que apostaba por el fútbol transalpino. Duró poco, sólo diez partidos por culpa de una grave lesión en un choque con el portero del West Ham Shaka Hislop, al intentar rematar un centro de Zola, que le ocasionó una rotura del ligamento cruzado de la rodilla y que precipitó su retirada del fútbol demasiado joven, con sólo 29 años. Curiosamente, y a pesar de estar en grandes clubes, dejó de jugar sin haber ganado ninguna liga.

En el terreno internacional, sus datos con la selección son buenos, con 44 partidos y 13 goles. Su mejor etapa coincidió con la de Arrigo Sacchi como técnico del equipo nacional. Fue convocado para el mundial de Estados Unidos de 1994, en el que jugó tres partidos, entre ellos la semifinal de titular, aunque no tuvo ningún minuto en la final. El equipo fue subcampeón. Dos años después recibió toda la confianza para la Eurocopa de Inglaterra. Y la aprovechó desde el primer momento.


Los goles

Italia debutó en Liverpool contra Rusia en un grupo que completaban Alemania Federal y la República Checa, los posteriores finalistas del torneo. En el minuto 5, el portero Cherchesov, actual seleccionador ruso, erró en un pase. Lo interceptó Di Livio que, de primeras, asistió a Casiraghi, quien anotó el 1-0 con un fuerte disparo cruzado. Rusia empató en el minuto 21, con una acción de Tsimbalar, pero en la segunda parte, a los siete minutos, el delantero de la Lazio volvió a aparecer para aprovechar un servicio de Zola y marcar el segundo gol sin ni parar el balón. Las acciones más destacadas del partido se pueden ver en este enlace.

https://www.dailymotion.com/video/xysna9


A pesar de los dos goles, Casiraghi fue suplente en el segundo partido, en el que le quitó el sitio un Ravanelli que, junto con Vialli i Del Piero, habían llevado a la Juventus al título de campeón de Europa ese año. Italia terminó perdiendo contra la República Checa por 2-1. Casiraghi entró al campo para jugar la media hora final con el marcador en contra, pero no anotó. Y tampoco lo hizo, esta vez desde el inicio, en un desafortunado empate a cero contra Alemania, con penalti fallado por Zola, que combinado con un empate a tres entre checos y rusos, con gol final de Smicer para los primeros, dejaba los transalpinos fuera de la competición.

Casiraghi fue muy importante en la siguiente fase de clasificación. Un gol suyo en la repesca, nuevamente contra Rusia, en Nápoles, clasificó a Italia para el Mundial de 1998. Parecía que iría, y más después de una buena temporada en la Lazio, pero sorprendentemente quedó fuera de la lista de Cesare Maldini. El seleccionador hizo caso al clamor popular y apostó por Roberto Baggio a última hora, a pesar de su decadencia, para acompañar a una gran nómina de delanteros formada por Chiesa, Del Piero, Vieri e Inzaghi. Sólo cinco meses después, a Casiraghi le llegó la lesión en Upton Park contra el West Ham y el final de una carrera interesante, pero a la que le faltó suerte en los momentos determinantes para acabar de ser grande.

dijous, 30 de juliol del 2020

España, 1- Inglaterra, 2 (Euro 80-Primera fase)

317. Tony Woodcock (1-2)

El Nottingham Forest de Brian Clough de final de la década de los setenta del siglo pasado hizo historia. En tres años pasó de empezar la liga de la segunda categoría inglesa, el Championship, a ser campeón de Europa. Una progresión meteórica que arrastró a una serie de jugadores que fueron viviendo todo el proceso. Uno de ellos fue el delantero centro Tony Woodcock.



Formado en la cantera del Forest, tras un par de cesiones subió al primer equipo y recibió la confianza de Clough desde el primer momento. Típico ariete de los equipos ingleses de la época, fuerte físicamente, con un gran remate con la pierna izquierda y también notable de cabeza, Woodcock no era un goleador excelso, aunque sí que pasaba de los diez goles en la liga cada año, como los once conseguidos la temporada 1977-78, en la que el conjunto de Nottingham ganó la liga el año de su regreso a la élite.

Aquel verano, en que Inglaterra había quedado fuera del mundial de Argentina, y después de haber sido semifinalista con la selección sub-21 en el europeo, con eliminación a manos yugoslavas, debutó con el equipo absoluto preparado para Ron Greenwood en un amistoso contra Irlanda del Norte. La primavera siguiente, el Nottingham Forest fue campeón de Europa, con Woodcock de titular en todos los partidos.

Fue a media temporada 1979-80 cuando fue fichado por el Colonia, equipo al que había eliminado en las semifinales de la Copa de Europa, Seguía así el camino iniciado por Kevin Keegan en 1977, cuando había dejado el Liverpool por el Hamburgo. Woodcock había contribuido a la clasificación inglesa para la Eurocopa de 1980 y, ya como jugador del equipo alemán, entró en la lista de convocados para el torneo.

El gol

En Italia jugó todos los partidos. El primero terminó con empate contra Bélgica, pero una derrota ante Italia en el segundo duelo cerraba todas las posibilidades de llegar a la final. Ante España, como mucho, se podía llegar al partido de consolación y las cosas empezaron bien para los ingleses, con un gol de Brooking en la primera parte. La segunda fue extraña. El colegiado austriaco Linnemayr indicó un penalti inexistente del portero Clemence a Zamora que transformó Dani. España habría podido adelantarse, pero otro penalti transformado por Dani fue invalidado y mandado repetir por el árbitro. Esta vez, Clemence lo detuvo. Esto dio alas a los ingleses que, a los dieciséis minutos, anotaron el gol del triunfo.

Fue en un córner a la izquierda de Arconada lanzado muy abierto en una acción ensayada. El jugador del Liverpool McDermott remató de volea, el portero de la Real Sociedad rechazó pero dejó el balón muerto y Woodcock ganó la partida a Olmo en el rechazo y fusiló el 1-2 final. A pesar de la media hora que quedaba, España ya no pudo empatar. Todas las acciones se pueden ver en el siguiente video.



Woodcock jugó tres temporadas en el Colonia, en la última de las cuales fue subcampeón de liga. Después volvió a Inglaterra. Jugó cuatro sesiones en un Arsenal que entonces practicaba un juego directo que se amoldaba a sus características. Pero había dejado un legado en Colonia y volvió a para jugar dos años más en el FCK, el equipo principal, y dos más en el Fortuna de la misma ciudad, con el que inició una carrera de entrenador que seguir en equipos de baja categoría del país centroeuropeo, el Brück y el Leipzig.

En cuanto a la selección, fue al mundial de España, en 1982. Jugó un rato contra Alemania Federal y de titular ante España en una segunda fase en forma de liguilla. Ambos partidos terminaron con empate a cero y el equipo inglés tuvo que volver a casa. Inglaterra no entró en la Eurocopa del 84, en Francia, y Woodcock participó en la fase de clasificación para el Mundial de México, pero no entró en los planes de Bobby Robson para un torneo en el que ya había un cambio de guardia en los puestos de delante, con Lineker, Beardsley y Barnes al frente.

dimecres, 29 de juliol del 2020

Dinamarca, 2- España, 3 (Euro 88-Primera fase)

318. Michel (0-1)

El centrocampista del Real Madrid José Miguel González Martín del Campo, Michel, fue durante toda su trayectoria un personaje de todo o nada. Hombre de un solo club, a excepción de un paso crepuscular por el Celaya mexicano, no era muy querido por los aficionados de los equipos rivales, pero a veces también era contestado por los de casa, con los que había mantenido más de una diferencia. Sin embargo, era un excepcional centrocampista, con mucha técnica y una sensacional pierna derecha con la que ponía el balón donde quería. Los centros medidos a la cabeza de los delanteros, sobre todo Hugo Sánchez, dieron muchos títulos al Madrid.



A los 25 años, se encontraba en el mejor momento de su carrera cuando España se disponía a afrontar la Eurocopa de Alemania Federal de 1988. Con su club había estado a punto de llegar a una final de la Copa de Europa , a la que no accedió por el valor doble de los goles en campo contrario en una eliminatoria contra el PSV Eindhoven. El Madrid había ganado la tercera liga de las cinco seguidas que consiguió y el cuadro blanco aportaba ocho de los 21 jugadores de la convocatoria de Miguel Muñoz para el torneo.

Dos años antes, en el Mundial de México, Michel ya protagonizó una acción controvertida. En el duelo inaugural de España, contra Brasil, introdujo el balón en la portería, pero el gol no fue dado como válido por el colegiado australiano Bambridge. Ni él, ni su auxiliar vieron como el balón traspasaba la línea de gol. España hizo un buen campeonato pero se estrelló contra Bélgica en los penaltis de los cuartos de final. En la Eurocopa, torneo en el que defendía subcampeonato, el combinado hispano esperaba hacerlo aún mejor, aunque había caído en un grupo muy duro.

El gol

Alemania Federal e Italia completaban un cuarteto en el que también estaba Dinamarca, rival del partido inicial. Y fiel a su trayectoria, Michel protagonizó lo mejor y lo peor para su equipo. La parte positiva llegó en el minuto 6, cuando en una combinación con su compañero en el Madrid Ricardo Gallego llegó al área y anotó el primer gol. Se puede ver en el siguiente enlace a partir del segundo número 5.

https://www.youtube.com/watch?v=VqXV8wdmWD0


Laudrup, que en 1994 sería compañero de Michel en el Madrid, empataría el partido, posteriormente, y antes del descanso el centrocampista español volvió a aparecer. Fue él quien provocó un penalti del lateral Sivebaek. Tomó la responsabilidad de anotar y volver a poner a España por delante, pero su disparo fue detenido por el portero Rasmussen. Toda la secuencia se puede ver a partir del segundo 23 del mismo enlace. Afortunadamente para España, Butragueño y Gordillo, también jugadores del Madrid, situaron un 1-3 que Poulsen, con pasado en la cantera blanca, curiosamente, sólo podría reducir, pero no igualar. Los cinco goles del partido fueron marcados por cinco jugadores que cerrarían sus carreras habiendo pasado por la Casa Blanca.

A pesar de la victoria inicial, España quedó fuera de las semifinales con dos derrotas seguidas, contra Italia y los anfitriones alemanes. En el siguiente Mundial, el del 90, Michel también vivió lo mejor y lo peor. Anotó tres goles contra Corea del Sur, uno de los cuales reivindicó mucho, y otro ante Bélgica en la primera fase, pero se agachó en la barrera en el lanzamiento de falta de Stojkovic en los octavos de final que supuso eliminación contra Yugoslavia. España no entró en la Eurocopa del 1992 y Michel ya no tendría opción de llegar al Mundial de 1994, con 31 años, por su abierta enemistad con el seleccionador de entonces, Javier Clemente.

dimarts, 28 de juliol del 2020

Escocia, 1- Suiza, 0 (Euro 96-Primera fase)

319. Ally McCoist (1-0)

Hay jugadores cuya fama no es tan conocida internacionalmente pero que son auténticas leyendas en sus equipos o sus países. Son futbolistas que han dedicado casi toda su trayectoria a un club y han disputado competiciones internacionales, pero el hecho de que estas formaciones no llegaran a finales continentales o las selecciones a últimas rondas de los grandes torneos provocan que su dimensión no sea suficientemente valorada. Es el caso del escocés Ally McCoist.



Estamos hablando del quinto máximo goleador histórico de la liga de su país, un campeonato que ahora no es de los mejores del continente pero que durante décadas ha tenido potencial, sobre todo durante el siglo pasado. McCoist es una institución del Glasgow Rangers, equipo al que hizo nueve veces campeón de liga. Además, fue el máximo goleador, empatado con cuatro jugadores más, de la Copa de Europa de 1988 y, una vez finalizada su trayectoria como futbolista, fue técnico del equipo de Ibrox Park, tanto como ayudante de Walter Smith en la máxima categoría como responsable principal cuando el club fue descendido a cuarta por irregularidades financieras.

McCoist, surgido de la cantera del St. Johnstone y con dos temporadas en el Sunderland inglés antes de pasarse quince con los protestantes de Glasgow, también hizo carrera en los medios de comunicación y es tanto de los Rangers que cuando tuvo que hacer de capitán del eterno rival, del Celtic, la película a Shot of Glory, coprotagonizada por Robert Duvall, llevaba una camiseta azul de su equipo debajo de la blanca y verde que debía vestir para recrear su personaje.

Con la selección, había conseguido la clasificación, con un papel determinante, para las fases finales del Mundial de Italia 90 y para la Eurocopa de Suecia 92. En ambos certámenes, los escoceses habían caído en la primera fase y él no había anotado ningún gol. Su papel en la clasificación para la Eurocopa del 96, en Inglaterra, no fue tan importante, pero entró en la lista de Craig Brown para el torneo, al que llegaba a punto de cumplir 34 años.

El gol

En el primer partido, contra los Países Bajos, no fue titular y el empate a cero goles, positivo, motivó al seleccionador a mantener la misma estructura para jugar en Wembley contra Inglaterra. En el segundo duelo, McCoist entró al campo con derrota momentánea por 0-1 por culpa de un gol de Shearer. No pudo anotar y el 0-2 de Gasgoigne sentenció el partido. Escocia necesitaba ganar el tercer partido, contra Suiza, y remontar cuatro anotaciones en la diferencia de goles para llegar a cuartos de final. Y casi consigue su objetivo. McCoist salió en el equipo titular y la cosa fue bien.




Fue en el minuto 36 cuando se retrasó para tocar con la cabeza un saque de banda. Cedió el balón a McAllister, que se giró y le devolvió el esférico para que su compañero pudiera encarar el área. No hizo falta entrar porque, sin pensarlo, soltó un potente disparo que superó espectacularmente al portero Pascolo.

Escocia estuvo a punto de hacer realidad el milagro. Le faltó un gol. De hecho, estuvo unos minutos clasificada, cuando Inglaterra derrotaba por 4-0 a los Países Bajos en Wembley. Un gol de Kluivert y el hecho de que los escoceses no marcaran otro en Villa Park dio el billete a los neerlandeses simplemente por haber marcado más goles durante el torneo. De hecho, el de McCoist fue el primero, y el único, de su equipo en todo el campeonato. Tampoco se entendió que fuera sustituido en el minuto 85 cuando lo que necesitaba su formación era un gol, su especialidad. Sea como sea, este fue el último partido de la leyenda de los Rangers en un gran torneo. Estuvo dos temporadas más en el equipo antes de fichar por Kilmarnock y retirarse cuando estaba a punto de cumplir 39 años.

dilluns, 27 de juliol del 2020

Bulgaria, 1- Rumanía, 0 (Euro 96-Primera fase)

320. Hristo Stoichkov (1-0)

Aunque el mejor momento de la gran generación de jugadores búlgaros de la década de los noventa llegó con el cuarto lugar en el mundial del 1994, la actuación individual más destacada de su estrella, Hristo Stoichkov, fue dos años después, a la Eurocopa. Pese a que ya tenía treinta años, estuvo a punto de conducir a su equipo, ya muy desgastado, a los cuartos de final. En el debut, contra España, anotó un gol y le anularon uno legal (número 350 de esta lista). Ante Rumanía consiguió el gol del triunfo. Este rival, por cierto, según se ha sabido después, le acompañó en un pasaje oscuro de su trayectoria.



La relación entre el mundo del fútbol búlgaro y el rumano es muy estrecha gracias a personajes como el agente Ioan Becali. Nacido en Rumania, tiene intereses en los dos lados y habla búlgaro con fluidez. En un libro publicado en 2019 titulado "Misterios del misterio" un ex internacional rumano, Cornel Dinu, acusa a Stoichkov y a algunos compañeros de dejarse comprar por Becali y su gente para que Bulgaria perdiese contra Rumanía en el último partido de la fase de clasificación para la Eurocopa 92.

Los rumanos necesitaban vencer en Sofía para entrar en el torneo y, según esta fuente, pagaron dinero a Stoichkov y a algunos compañeros, ya eliminados, para que se dejaran perder. El problema es que algunos de los búlgaros no habrían sido comprados, el rumano Hagi, además, falló un penalti y el empate a uno final eliminó a Rumania y clasificó a Escocia por un solo gol.

Casi cinco años después de aquel asunto, Bulgaria y Rumanía se veían las caras en Newcastle en el segundo partido del grupo B de la Eurocopa de Inglaterra, con un punto para los primeros y ninguno para los segundos, que quedarían eliminados si perdían . Stoichkov salió motivado, esta vez sí, y fue decisivo.

El gol

El partido se resolvió muy pronto. En el minuto 3, Balakov encontró a Stoichkov, que en la selección jugaba con libertad por donde él quería, en el centro del ataque. El delantero, que ese mismo verano volvería al Barça, entró por el centro de la defensa rival y superó a Stelea con un remate de puntera poco académico.



El resultado ya no se movió más. Francia y Bulgaria, con cuatro puntos, se tenían que enfrentar en el último partido. Quien ganara se clasificaba y quien perdiera, tenía que esperar a que España no superara a una Rumanía ya eliminada en el último partido. Y esto es lo que pasó.

Según se explica en el mismo libro, los rumanos recordaron el episodio de 1991 e hicieron todo lo posible para perder. Incluso se dice que los pesos pesados ​​del equipo, Hagi y Popescu, forzaron que se relevara a Raducioiu, que había marcado el gol del empate. La segunda parte fue un asedio español que acabó con una anotación de Amor y la eliminación de Bulgaria, que perdió contra Francia. Se dijo que Stoichkov había intentado motivar a los rumanos con una llamada por teléfono, ya que conocía Hagi y Popescu de su anterior etapa en Barcelona, pero no hubo nada que hacer. Bulgaria quedaba fuera del torneo y Stoichkov, que también había batido a los galos con una falta directa y que acababa con tres goles en tres partidos, quedaba fuera de su última Eurocopa.

diumenge, 26 de juliol del 2020

España, 1- Rusia, 0 (Euro 2004-Primera fase)

321. Juan Carlos Valerón (1-0)

El canario Juan Carlos Valerón habrá maldecido muchas veces no haber nacido pocos años después. El centrocampista de Arguineguín habría podido hacer coincidir sus mejores años con los de David Silva, que es del mismo pueblo, y haberse unido al fantástico centro del campo de la selección española que enlazó dos Eurocopas y un Mundial. Cuando España ganó el primero de estos torneos, en 2008, ya tenía 33 años y un serio historial de lesiones, pero su técnica habría casado absolutamente con compañeros como el mismo Silva, Xavi, Iniesta, Cazorla y otros.



De aspecto engañosamente frágil, Valerón era un artista con el balón en los pies, con capacidad para combinar, hacer el último pase encontrando espacios que nadie veía, y mostrar una buena llegada al área contraria. La pausa que imprimía a su juego en el momento en que todo el mundo se pone nervioso le hacía diferente. Explotó en el Mallorca y, tras un inesperado descenso con el Atlético de Madrid, triunfó con el Deportivo, equipo en el que estuvo trece temporadas aunque no ganó la liga, torneo que los gallegos acababan de conseguir en 2000, justo cuando él llegó.

Con la selección debutó en 1998. Se estrenó en un gran campeonato en la Eurocopa del 2000 y protagonizó un muy buen Mundial de 2002, en Corea y Japón. Dos años más tarde, en el torneo europeo de Portugal, llegaba en un gran momento, después de haber estado a un paso de clasificar al Deportivo para la final de la Liga de Campeones. De todos modos, no fue titular en el debut del combinado que entrenaba Iñaki Sáez en Faro, contra Rusia.

El gol

España encaraba con dudas el campeonato después de haberse clasificado en la repesca, contra Noruega. Y el estreno no las disipó demasiado. El juego era muy lento y, a pesar del dominio, no había manera de perforar la portería del ultraconservador equipo rival. Fue necesario llegar a los quince minutos de la segunda parte para abrir la lata.

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Fue después de que Albelda, que compartía el doble pivote con Baraja, tal como ocurría en el Valencia campeón de liga, abriera a la banda hacia Puyol, que entonces todavía actuaba de lateral. El jugador azulgrana llegó a la lína de fondo y realizó un buen pase atrás. Etxeberria dejó pasar la pelota y ésta llegó a Valerón. El canario hacía un solo minuto que estaba en el campo, al que había entrado en sustitución de Morientes. Tuvo la sangre fría de parar el balón en su primer toque, dejar pasar a un defensa de largo, y superar a Ovchinnikov.

España ganó aquel partido, pero empató el siguiente contra los posteriores campeones, Grecia, ante los que ya había caído en la fase preliminar. Valerón, a pesar del gol, no entró de titular y su papel de revulsivo, esta vez, no funcionó. Sáez ya no contó con él para el tercer partido, contra Portugal, que supuso la eliminación española por 0-1.

El jugador grancanario aún habría podido ir al siguiente mundial, el del 2006, en Alemania, pero la rotura del ligamento cruzado de la rodilla izquierda, una lesión que condicionó el final de su carrera, se lo impidió. En 2008, su tiempo ya había pasado. Una lástima para un jugador que habría tenido más repercusión internacional unos años después de su mejor momento.

dissabte, 25 de juliol del 2020

República Checa, 0- Turquía, 2 (Euro 2016-Primera fase)

322. Burak Yilmaz (0-1)


La selección turca ha participado en pocos campeonatos, entre Eurocopas y Mundiales, pero se ha acostumbrado a hacer grandes papeles. Sólo ha participado en dos Copas del Mundo, pero en una, en 2002, fue semifinalista. Llegó al mismo estadio de la competición en una Eurocopa, en 2008, en su tercera presencia y en la anterior había sido cuartofinalista. Por eso, cuando no pasa de la primera ronda, en el país otomano casi hay peor ambiente que cuando el equipo queda fuera en las preliminares. Esto pasó en Francia 2016.

El combinado turco fue uno de los dos terceros de grupo que quedaron fuera del torneo, aunque el terminó con una victoria. Haber perdido contra Croacia y España hizo inútil el triunfo ante la República Checa, en un duelo disputado en Lens y en el que abrió el marcador el delantero centro Burak Yilmaz.



El entonces jugador del Beijing Guoan había saltado a la fama en la edición de la Liga de Campeones de 2013, en la que marcó ocho goles en nueve partidos y se convirtió en uno de los máximos realizadores del torneo. Atacante fuerte físicamente, de buen remate, había sido contratado aquella temporada por el Galatasaray después de un año de 32 goles en la liga con el Trabzonspor.

En 2016, se había dejado tentar por los nuevos ricos chinos, pero llegó al torneo como suplente en la derrota contra Croacia (0-1). Fue titular ante España, con nueva debacle (3-0) y el ambiente en la selección era malo, con polémica con la estrella, Arda Turan, que se había encarado con la afición tras ser abucheado por su bajo rendimiento. En este contexto llegó el duelo contra los checos en el que Turquía, por fin, marcaría.

El gol

Y sólo tardó diez minutos en hacerlo. Una de las promesas del equipo. Emre Mor, entra por la banda derecha y centra al área. Burak Yilmaz, en una acción muy habitual en él, ataca el esférico al primer palo, se adelanta a los defensas y supera a Cech con un remate definitivo.


Un posterior gol de Ozan Tufan en la segunda parte amplió el triunfo de Turquía, pero a los otomanos les faltaron dos goles para desplazar a Irlanda del Norte como cuarto mejor tercer clasificado de todos los grupos y tuvieron que irse a casa.

Durante esos días, además, Burak Yilmaz fue el centro de otra polémica. Su esposa, Istem Atilla, formuló contra él graves acusaciones por supuestas agresiones. Según su versión, el presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, había dicho a Yilmaz el día de su boda, en 2014, que debían tener tres hijos. El futbolista quería tener cuatro, pero según la mujer, cuando estaba embarazada de la segunda, una niña, el delantero le dijo que no quería que la tuviera y la agredió. La pareja se separó en 2018, pero unas imágenes de los primeros meses de 2020 en la prensa turca demostraban que ya volvían a estar juntos.

Más allá de la prensa rosa, Burak Yilmaz estuvo un año más en China antes de volver al Trabzonspor y fue deshaciendo el camino, ya que la temporada siguiente, en verano de 2019, ya con 34 años, fichó por Besiktas, justo una década después de haber estado allí. En cuanto a la selección, desempeñó un papel importante para la clasificación para la Eurocopa, con siete partidos jugados, a pesar de que sólo consiguió un gol. Habrá que ver si el año de prórroga del torneo le afecta mucho a la hora de seguir contando con el apoyo del seleccionador, Senol Günes.

divendres, 24 de juliol del 2020

Alemania Federal, 2- Rumania, 1 (Euro 84-Primera fase)

323. Rudi Völler (1-0 y 2-1)

Rudi Völler fue el delantero centro alemán de referencia de la década de los ochenta y principios de la de los noventa. Jugador que no era excesivamente rápido a campo abierto, sí era extremadamente listo en distancias cortas. Iba bien de cabeza, a pesar de no ser muy alto, y marcaba muchos de sus goles con un solo remate y sin muchas florituras cerca de la portería rival.



Surgido del histórico Kickers Offenbach, es originario de Hanau, la misma ciudad que los hermanos Grimm, famosos por escribir cuentos infantiles. Pero el juego de Völler era de todo, menos cosa de niños. No hacía prisioneros y no le importaba pelearse contra los defensas contrarios para encontrar su espacio. Debutó en la máxima categoría la temporada 1980-81 con el Múnich 1860. El equipo bajó, pero fue en la 2. Bundesliga donde estalló, con 37 goles en 37 partidos que le valieron fichar por el Werder Bremen.

En su primera temporada fue máximo goleador, con 23 goles, y comenzó a participar con la selección absoluta. Cinco goles en la fase de clasificación para Francia 84 le valieron la primera convocatoria para un gran torneo.

Los goles

El equipo alemán, que llegaba después de ser subcampeón del mundo en España, arrancó con un triste empate a cero contra Portugal. Había que vencer a Rumanía en el segundo partido para optar a una de las dos primeras posiciones de un grupo que completaba España. Y fue en Lens donde Völler completó su primer doblete en una Eurocopa como se puede ver en el siguiente resumen del partido.




Así, en el minuto 25 puso a su equipo con ventaja con un remate de cabeza marca de la casa, adelantándose al portero Lung, tras un balón colgado por Norbert Maier. Rumanía empataría justo después del descanso, con un disparo a bocajarro de Coras. Pero Völler apareció veinte minutos más tarde para decantar la balanza en una combinación de los tres delanteros del equipo. Klaus Allofs sale del área, envía un balón en la frontal que Rummenigge, con clase, toca de primera y Völler lo para con la derecha y, con el mismo pie, sin pensar, lo aloja el esférico en la red.

A pesar de tenerlo todo de cara, los alemanes quedaron eliminados del campeonato en el último minuto del siguiente partido del grupo, al caer contra España por culpa de un histórico gol de Maceda. Fue una decepción, pero a Rudi Völler le quedarían muchas balas en la recámara en los siguientes años para solucionarlo.

dijous, 23 de juliol del 2020

Inglaterra, 1- Rusia, 1 (Euro 2016-Primera fase)

324. Vasili Berezutski (1-1)

Desarrollar una carrera deportiva profesional es complicado. A pesar de que el fútbol sea un deporte de equipo, en muchas ocasiones puede aparecer la soledad ante los retos que se van poniendo por delante. Debe de ser más llevadera si la puedes hacer acompañado y más si es con alguien de tu familia, igual que tú y que juega en la misma posición. Esta pequeña ventaja la tuvo el ruso Vasili Berezutski.



Durante más de una década, las alineaciones del CSKA de Moscú y la selección rusa han comenzado de la misma manera, con el portero Akinfeev y el central Sergei Ignashevich flanqueados por dos torres iguales, los hermanos Berezutski, Alexey y Vasili. Llegaron a la vez al equipo moscovita, en enero de 2002, procedentes del Torpedo ZIL, aunque el mayor, Alexey, estuvo un año en el Chernomorets Novorossisk antes de desembocar en el club del ejército ruso. A pesar de la apariencia, no son exactamente iguales. Físicamente, Vasili tiene la nariz desviada, como se puede ver en la foto de este artículo. Futbolísticamente, él es diestro y Alexey, zurdo. Pero las características eran similares, potentes físicamente, buenos en el remate de cabeza y rápidos al corte, aunque funcionaban mejor en defensas de tres centrales que de dos.

En los compromisos con la selección, Vasili siempre ha ido por delante. Ha jugado más fases finales de grandes competiciones que su hermano, ya que fue en la Eurocopa de 2008 y también al Mundial de Brasil de 2014. Por el contrario, Alexey fue en solitario a la Eurocopa de 2012. El torneo europeo de 2016, en Francia, fue, curiosamente, el único en el que coincidieron pero no llegaron a estar juntos en ningún momento sobre el campo, ya que en el único enfrentamiento que jugaron ambos, contra Gales, Alexey sustituyó a Vasili el descanso. Antes, en el debut contra Inglaterra. Vasili fue titular y muy importante en el resultado final.

El gol

El partido de Marsella llegó precedido por reyertas en la ciudad entre las aficiones de ambas selecciones. En el estadio Velodrome, el partido tuvo dominio británico, pero al equipo de Roy Hodgson le costó abrir el marcador. Lo consiguió en el minuto 73 con una falta directa anotada por Eric Dier, que superó a Akinfeev, que no supo tapar su palo. Parecía que los británicos habían hecho lo más difícil, pero Rusia fue a buscar el empate y lo consiguió en la última jugada.


Shchennikov centró un balón al área desde la izquierda con todos los centrales de su equipo incorporados al ataque por un córner anterior. El pequeño de los Berezutski vio llegar el esférico y saltó con potencia por encima del más bajo de la cobertura rival, el lateral Danny Rose. Su cabezazo dibujó una parábola y superó al portero Hart. En el segundo palo, Glushakov terminó de hacer entrar el balón, pero éste ya había sobrepasado la línea de gol. El colegiado italiano Rizzoli indicó el final del partido sin que Inglaterra pudiera ni servir de centro.

A pesar de la alegría, la Eurocopa de Rusia fue muy mala. Perdió contra Eslovaquia y Gales y quedó eliminada. Este hecho supuso el relevo del técnico Leonid Slutskiy, que había entrenado al CSKA los siete años anteriores, y la llegada de Stanislav Cherchesov para afrontar el Mundial en casa. La purga del nuevo técnico afectó a los gemelos Berezutski, que con 34 años dijeron adiós al equipo nacional, con 55 partidos para Alexey y un total de 104 para Vasili. Como no podía ser de otro modo, se retiraron juntos del fútbol, ​​en 2017.

dimecres, 22 de juliol del 2020

República Checa, 2- Croacia, 2 (Euro 2016-Primera fase)

325. Tomas Necid (2-2)

En muchas ocasiones el paso de los jugadores de las categorías inferiores a las absolutas es complicado. No porque se hayan conseguido grandes hitos en edades juveniles o más bajas se pueden trasladar estos triunfos a los equipos absolutos. El delantero checo Tomas Necid sabe perfectamente que esto es así. Los grandes éxitos en europeos sub-17 y sub-19 con su selección no han llegado con la absoluta y su trayectoria ha tenido muchas subidas y bajadas y muchos cambios de equipo y de nivel durante más de una década.



La República Checa vivió años de esplendor a mediados de la primera década del siglo. El equipo absoluto estuvo a punto de llegar a la final de la Eurocopa de 2004, con una gran selección, y disputó el Mundial de 2006. Paralelamente, en los equipos inferiores se hacía un buen trabajo. La selección sub-17 llegó a la final del torneo continental de 2006 en Luxemburgo, que perdió contra Rusia por penaltis, y dos años más tarde, la sub-19 llegó a las semifinales de su categoría, en casa, con derrota contra Alemania. El espigado delantero Tomas Necid estaba en los dos conjuntos y en ambos campeonatos fue el máximo goleador.

Con el paso al profesionalismo, Necid decidió fichar por el CSKA de Moscú, equipo con el que consiguió títulos y llegar a unos cuartos de final de la Liga de Campeones, pero no explotó a nivel europeo. Salió para buscarse la vida en muchos equipos de diferentes países, como el PAOK Salónica, el retorno al Slavia, de donde había salido, el PEC Zwolle neerlandés o el Bursaspor turco. En este equipo estaba cuando, con 27 años, jugó su primer gran torneo con la selección, la Eurocopa de Francia, en 2016.

El gol

Los checos no comenzaron bien el campeonato, con una derrota ante España por 1-0. Necid fue titular, pero fue relevado y el segundo partido lo empezó en el banquillo, contra Croacia. Los balcánicos dominaron durante una hora en que Perisic y Rakitic situaron un 0-2 que parecía definitivo. Pero el entrenador checo, Pavel Vrba, introdujo cambios y dieron resultado. Uno de los acabados de entrar, Skoda, anotó el 1-2. Necid entró en el campo a los 85 minutos. Su equipo buscó el juego directo y lo encontró.

Ya en el tiempo de descuento, el portero Cech colgó un balón al área buscando el central Sivok y fue el defensa croata Vida quien, de manera absurda, cometió penalti al inteceptar el balón con el puño. La responsabilidad recayó en quien acababa de entrar, Tomas Necid, que no falló y batió a Subasic de un fuerte disparo por el centro.



El empate in extremis dio vida a los checos, pero se les acabó en el último partido del grupo, cuando cayeron contra Turquía por 2-0 y dijeron adiós al campeonato. Necid jugó los noventa minutos, sin suerte. Después del torneo, el delantero siguió acumulando camisetas, con dos cesiones al Legia Varsovia y regreso al Slavia de Praga antes de volver a los Países Bajos y, ya a los 30 años, jugar con el ADO La Haya. En la fase de clasificación para la Eurocopa del 2021 sólo ha disputado un partido. Habrá que ver si los próximos meses hace méritos para ser incluído en la lista de Karel Jarolim y regresa a un gran campeonato como los que frecuentaba durante su adolescencia.

dimarts, 21 de juliol del 2020

Dinamarca, 2- España, 3 (Euro 88-Primera fase)

326. Emilio Butragueño (1-2)


Algunos países o equipos de fútbol tiemblan cuando oyen el nombre de ciertos jugadores por lo mal se lo ha hecho pasar en varios partidos. Si a los aficionados de 45 años en adelante de Dinamarca les pregunta quién es el futbolista que les ha provocado más pesadillas, uno de los nombres que aparece, con total seguridad, es el de Emilio Butragueño.



El habilidoso delantero del Real Madrid le hizo una buena jugada en el Mundial de México al equipo nórdico. La Dinamita Roja se encontraba en su apogeo, después de haber superado en el grupo a tres equipos con resultados tan llamativos como un 6-1 ante la bicampeona Uruguay o un triunfo por 2-0 contra la vigente subcampeona del torneo, Alemania Federal . Pero en los cuartos de final, Dinamarca se encontró con Butragueño.

El jugador blanco, que completó cinco grandes años con su equipo, con el que consiguió cinco campeonatos de liga consecutivos, anotó cuatro goles aquella calurosa tarde de junio de 1986 en el estadio de la Corregidora de Querétaro y desactivó todos los cartuchos de dinamita él solo. El 5-1 estaba muy presente en la cabeza de los daneses cuando, dos años más tarde, España y Dinamarca se volvieron a encontrar, esta vez en el debut en la Eurocopa de 1988, en Hannover.

El gol

El duelo no era de vencer o morir, pero fue más espectacular e igualado. España se adelantó con un gol de Michel que igualó Laudrup. El portero Rasmussen detuvo un lanzamiento de penalti del mismo Michel antes del descanso y ambos equipos fueron al vestuario empatados. En la reanudación, apareció la bestia negra danesa en un polémico gol que se puede ver a partir del segundo 45 de este video.


A los ocho minutos, Dinamarca despeja un balón del área y este cae a pies de Miquel Soler, que acababa de relevar al lesionado Camacho. Soler envía un pase que rompe la línea danesa, que sale mal y habilita a Bakero quien, de primeras, la pasa a Butragueño. Este, en una clara posición de fuera de juego no indicada por el auxiliar neerlandés Van der Niet, supera a Rasmussen por debajo y avanza a su equipo.

España volverá a ganar a Dinamarca, con un gol posterior de Gordillo que sólo puede ser recortado mínimamente por el definitivo de Poulsen, pero ninguno de los dos equipos no conseguirá pasar a las semifinales del campeonato. Butragueño sólo disputará otro gran torneo, el Mundial de Italia. España quedará eliminada en el partido de octavos de final contra Yugoslavia y el jugador madridista no marcará ningún gol en todo el campeonato. Será porque Dinamarca no se había clasificado y no se pudo volver a cebar con ella.

dilluns, 20 de juliol del 2020

Rusia, 4- República Checa, 1 (Euro 2012-Primera fase)

327. Alan Dzagoev (1-0 y 3-1)


Alan Dzagoev ha sido durante la última década uno de los jugadores del fútbol ruso de quien se ha hablado más. Ya desde muy joven se decía que sería una gran promesa de futuro, con habilidades que lo podían llevar a los mejores conjuntos europeos. Pero como ha pasado con bastanes jugadores de ese país de la última época, la irregularidad le ha dejado siempre en un segundo plano.



Jugador versátil, con posibilidad de actuar de media punta o más tirado hacia la banda derecha, de gran disparo y buena llegada al área rival, Dzagoev ha optado siempre por la posición cómoda y no se ha movido nunca de su CSKA de Moscú. Ya con treinta años, sus mejores momentos parecen haber pasado sin consolidar una calidad que ha mostrado con cuentagotas y que, a nivel de selecciones, le ha permitido jugar una Eurocopa y dos Mundiales.

Seguramente el torneo europeo de 2012, en Polonia y Ucrania, fue lo que pilló a  Dzagoev en aquel momento en que todavía se pensaba que podía ser una estrella europea. Con 22 años, cumplidos aquel mes de junio, comenzó como un avión el campeonato en el debut de la selección rusa ante la República Checa.

Los goles

Así, el mismo día del partido inaugural entre Polonia y Grecia, los dos otros conjuntos del grupo se enfrentaban en el otro duelo en Wroclaw. Una victoria podía encarrilar la clasificación, y Rusia ofreció un gran espectáculo con su estrella desbocada y anotando dos goles que se pueden ver, junto con los demás, en este vídeo.



El recital comenzó pronto, cuando en el minuto 15 aprovechó un remate de Kerzhakov al palo para fusilar a Cech de un disparo con todo a favor. Rusia anotó el segundo en el minuto 24, en una acción en la que el pase de Arshavin iba para Dzagoev. El jugador del CSKA se quedó de espaldas a la jugada, casi reprendiéndole la acción a su compañero, y no vio la finalización de Shirokov. Los checos reducir la distancia a la reanudación con un gol de Pilar, pero fue en el tramo final cuando volvió a surgir el gran Dzagoev. Once minutos antes de la finalización, anotó el 3-1 casi definitivo al rematar con potencia un pase de Pavlyuchenko y celebrarlo con rabia. Sólo 180 segundos después, el mismo Pavlyuchenko cerraba la goleada con un golazo. Dzagoev fue relevado en el minuto 84 y recibió una gran ovación.

Rusia parecía tenerlo todo de cara para llegar a cuartos cuando empató después con Polonia (1-1) con otro gol de Dzagoev, pero haciendo valer su proverbial irregularidad, el equipo entrenado por el neerlandés Dick Advocaat perdió con Grecia, lo que, combinado con la victoria checa sobre Polonia, supuso la eliminación del campeonato. Curiosamente, el equipo que había sido goleado por Dzagoev pasaba ronda y los rusos, no.

Las lesiones castigaron mucho, en los años posteriores, al jugador originario de Osetia del Norte, que fue el Mundial de Brasil, donde no contó demasiado para Fabio Capello, se perdió la Eurocopa de Francia por indisposición física y fue un elemento de acompañamiento para Stanislav Cherchesov en el gran papel de su país en el Mundial de casa. En 2021 puede llegar su última oportunidad para dejar destellos de su genialidad.

diumenge, 19 de juliol del 2020

Suecia, 1- Francia, 1 (Euro 92-Primera fase)

328. Jean-Pierre Papin (1-1)


Muchas cosas pasaron en la selección francesa entre el 27 de junio de 1986, fecha en que alcanzó el tercer lugar del Mundial de México contra Bélgica, y el 10 del mismo mes de 1992, día en que volvió a competir en un gran torneo, la Eurocopa de Suecia. Ambas jornadas compartieron una coincidència. Marcó un gol el delantero Jean-Pierre Papin.



Francia llegó al torneo europeo de 1992 después de haberse perdido los dos últimos grandes campeonatos. Tras el 4-2 contra los belgas de Puebla, los franceses iniciaron una fase de clasificación para la Eurocopa de Alemania Federal 1988 aún con Henri Michel en el banquillo pero con pobres resultados. La selección terminó tercera, detrás de la URSS, que se clasificó, y de Alemania Democrática. Papin sólo jugó cuatro partidos de una fase en la que la selección siguió confiando en un atacante que había estado en México como Stopyra, pero en el que entraban hombres poco conocidos como Fargeon, Anziani, Carmelo Micciche y un joven Éric Cantona.

En la fase para el siguiente Mundial nuevo fracaso. Con Michel Platini en el banquillo, el equipo siguió una reconstrucción dura. Papin disfrutó de la confianza del técnico, con seis partidos jugados y dos goles, pero Francia volvió a ser tercera, detrás de Yugoslavia y Escocia, contra las que perdió, y sin poder ganar a domicilio ni en Noruega, ni en Chipre . Como mínimo, en el tramo final se pudo empezar a ver la luz en un túnel del que se salió en la siguiente fase.

Porque la previa de la Eurocopa 92 fue brillante. El equipo de Platini hizo el pleno, con ocho victorias en ocho partidos y dejando en la cuneta a Checoslovaquia y a España. Fue el primer equipo que logró vencer a los españoles en Sevilla en toda la historia con un enorme Papin, ya establecido en la élite europea y capaz de anotar nueve goles en seis partidos disputados. Con el mencionado Cantona como pareja de baile del delantero del Marsella, y consolidando jugadores que serían importantes en el futuro como Angloma, Blanc o Deschamps, Francia afrontaba como favorita la Eurocopa.

El gol

El debut llegaría en el Råsunda Stadion contra el equipo anfitrión, Suecia, y ya quedó claro que las cosas no serían fáciles. Los nórdicos se adelantaron pronto, con un cabezazo del central Eriksson, y Francia tuvo que remar a contracorriente. Por suerte, encontró su referencia a tiempo, en el minuto 14 de la segunda parte. El equipo de Platini roba un esférico en defensa y Cristian Pérez, otra de las revelaciones de la clasificación, lo envía largo a Papin. Este hace una jugada marca de la casa, se deja caer a la banda derecha, encaera el área y empalma un fuerte disparo cruzado que supera a Ravelli. Se puede ver en el siguiente enlace a partir del minuto 2:53.


A pesar del buen empate inicial, el resto del torneo sería una decepción para Francia, que igualó con Inglaterra en el segundo partido y cayó en el decisivo ante Dinamarca. Papin volvió a marcar (el gol número 349 de esta serie), pero no fue suficiente.

Platini fue destituido. Se apostó por Gérard Houllier, pero fracasó en el intento de llevar al equipo al Mundial de Estados Unidos, con dos sangrientas derrotas finales en casa contra Israel y, sobre todo, en el último minuto contra Bulgaria. Papin jugó nueve partidos, con cuatro goles. Tras el desastre, Aimé Jacquet tomó el mando del equipo para la siguiente Eurocopa y para el Mundial de casa, el de 1998. Papin ya no sobrevivió, por edad y rendimiento, a esta segunda renovación.

dissabte, 18 de juliol del 2020

Inglaterra, 1- Suiza, 1 (Euro 96-Primera fase)

329. Kubilay Türkyilmaz (1-1)


Muchas veces se oye hablar de personajes cuya vida daría para escribir un libro. Algunos lo consiguen, que algún escritor se fije en ellos o su historia y la traslade al mundo editorial. Uno de ellos es el autor del primer gol de Suiza en una fase final de la Eurocopa, hito conseguido en 1996, en Wembley, cuando tenía 29 años. Es el delantero Kubilay Türkyilmaz.



Nacido en Bellinzona, de padres turcos, su vida no fue fácil. El escritor italiano Flavio Stroppini lo tomó de inspiración para escribir un libro titulado "Kubi goal" en que convierte al atacante en el protagonista de la historia de su vida. Habla de un chico de nombre casi impronunciable para la Suiza de principios de los ochenta (es nacido en 1967) y de cómo ha ido creciendo siendo extranjero en todas partes. En el país helvético es el turco y en el de sus padres, el suizo.

También como, ya de mayor y habiendo superado el racismo que sufrió en la infancia, se adaptó a todos los lugares donde estuvo. En Bolonia, por ejemplo, lo recuerdan porque jugaba al fútbol con los niños de la calle y petanca con los abuelos y cuando fichó por el Galatasaray renunció a un coche Mercedes que le regalaba el club y con el dinero pagó la comida de cincuenta niños pobres a la semana algunos de los cuales, después, han seguido bajo su tutela.

En el apartado deportivo, Türkyilmaz llegó a la Eurocopa del 96 medio año después de haber fichado por Grasshopper de Zúrich. En la fase de clasificación, los suizos y Turquía, contra quien él no jugó, accedieron a la fase final dejando fuera a Suecia, Hungría e Islandia. Aparte de debutar, su equipo jugaría el partido inaugural, en Wembley, y contra el anfitrión. Un buen lugar para lucirse

El gol

El partido comenzó con dominio de los ingleses, que se adelantaron con un gol de Shearer a los 23 minutos. Pero los locales no pudieron romper el partido y sólo seis minutos antes de terminarlo, el colegiado español Díaz Vega indicó penalti por manos del lateral Stuart Pearce. Türkyilmaz asumió la responsabilidad de ser el primer suizo de marcar en una Eurocopa y lo consiguió engañando totalmente al portero Seaman. Se puede seguir toda la secuencia a partir del segundo 58 del siguiente vídeo.



El partido acabó con empate. Fue el único punto y el único gol de Suiza en todo el torneo, ya que cayó en los dos enfrentamientos posteriores, contra los Países Bajos y Escocia, y quedó fuera del campeonato en la primera ronda.

La selección no entró en el siguiente Mundial y se quedó a un gol de entrar en la repesca de la Eurocopa del 2000. Türkyilmaz jugó en aquella fase de clasificación los últimos partidos con el equipo nacional. En la trayectoria a nivel de clubes, no se movió de su país excepto para una corta etapa en el Brescia.

divendres, 17 de juliol del 2020

Italia, 1- Rumania, 1 (Euro 2008-Primera fase)

330. Adrian Mutu (0-1)

A veces la alegría de un gol en una gran competición queda eclipsada por un error que condiciona el resultado del partido. Seguramente los aficionados rumanos recuerdan más el duelo que enfrentó a su selección contra Italia en Zúrich en la Eurocopa 2008 por un penalti fallado que por un acierto del mismo jugador. De la gloria al infierno, es lo que le sucedió al delantero, entonces de la Fiorentina, Adrian Mutu.



Se trata de uno de los grandes proyectos de jugador del fútbol de su país que no llegó a explotar por culpa de su mala cabeza. Fichado por el Inter con sólo 21 años, fue cedido al Verona y al Parma, donde formó un gran tándem con Adriano, otra bala perdida del fútbol. Sus buenas actuaciones le valieron fichar por el Chelsea, pero la poca disciplina le hizo perder la forma y, además, dio positivo por cocaína en un control, por lo que fue despedido.

Después de otro escándalo con una actriz porno, que lo presentaba como uno de sus amantes cuando él ya estaba casado, por lo que se tuvo que divorciarse, fichó por la Juventus club que, tras bajar por el escándalo del Moggigate, lo cedió a la Fiorentina. Allí volvió a renacer y fue en este contexto que fue convocado para su segunda Eurocopa, tras la que había disputado en 2000, sólo con 21 años.

En el torneo, Rumania comenzó con un empate a cero contra Francia y debía afrontar el segundo partido contra Italia, la selección del país donde jugaba Mutu. Al descanso se llegó con empate a cero y en la segunda parte él fue el gran protagonista.

El gol

Así, en el minuto 10 de la reanudación, aprovechó un grave error del lateral Zambrotta, que quiso ceder el balón atrás a Buffon, para adelantarse con astucia al portero y anotar el 0-1.




La alegría no duraría mucho, ya que sólo un minuto más tarde los italianos empatarían con un lanzamiento de córner tocado en el segundo palo por Chiellini y rematado por Panucci. La gran oportunidad de Rumania, sin embargo, llegaría nueve minutos antes del final. El colegiado, el recordado noruego Tom Henning Ovrebo, que al año siguiente tendría un gran protagonismo en el Chelsea-FC Barcelona de las semifinales de la Liga de Campeones, indicó un penalti a favor de Rumania. Mutu asumió la responsabilidad de intentar dar los tres puntos a su país.




Pero el disparo del delantero fue demasiado centrado y Buffon lo detuvo de manera espectacular con el pie. Evitó que Rumanía sumara cuatro puntos en dos partidos y dejara a Italia, que había perdido el primer partido contra los Países Bajos, con cero y matemáticamente eliminada. En la última jornada, Rumanía perdió contra los neerlandeses y el triunfo italiano contra Francia dejó a Mutu y sus compañeros fuera del torneo y de un probable cruce con España, posterior campeona, en los cuartos de final.

Aunque estuvo tres años más en Florencia, su historia en la Toscana acabó mal, al dar positivo por consumo de drogas de nuevo, ser acusado de agresión a un camarero y acabar relacionado con la mafia rumana. El tramo final de su carrera fue poco afortunado, con pasos por el Cesena, el Ajaccio, el Petrolul, una etapa en la India, en Pune, y final en el Targu Mures de Rumania. Después inició la etapa de entrenador e incluso fue director general del Dinamo de Bucarest.

dijous, 16 de juliol del 2020

Bélgica, 2- Yugoslavia, 0 (Euro 84-Primera fase)

331. Erwin Vandenbergh (1-0)

Hay jugadores, sobre todo delanteros, que tienen facilidad para marcar los primeros goles de los partidos, aquellos que abren la lata y que permiten a sus equipos afrontar el resto de los duelos con ventaja. Son muy apreciados, ya que ayudan a superar fases de los partidos habitualmente complicadas. La Bélgica de los años 80 tuvo un delantero centro que fue recordado porque marcó el primer gol de la selección en tres grandes torneos consecutivos, dos mundiales y una Eurocopa. Era Erwin Vandenbergh.



Era la punta de lanza de la selección de Guy Thijs y también lo fue en todos los equipos en los que actuó. Es el único belga que ha conseguido la Bota de Oro, la temporada 1979-80, cuando aún jugaba en las filas del modesto Lierse, con quien ganaría tres veces el premio al máximo realizador de la liga de su país. También lo ganó dos veces con el Anderlecht y uno con el Gante. Ya disputó la Eurocopa de 1980, en el que su país fue subcampeón, aunque su presencia fue decreciendo. Jugó los dos primeros partidos de titular, el tercero de suplente y ya no actuó en la final contra Alemania Federal, en el que Raymond Mommens le quitó el lugar.

En el siguiente Mundial, su imagen celebrando el gol de la victoria contra la Argentina de Maradona en el Camp Nou en el partido inaugural dio la vuelta al mundo. Fue el primer gran campeonato en el que abría la lista de anotaciones de los belgas, aunque él no marcó más en todo el torneo. En la Eurocopa de 1984 siguió en la misma línea.

El gol

Bélgica arrancó en Lens un campeonato en el que tenia que defender el segundo lugar de Italia. El rival en el debut era Yugoslavia y el partido se disputaba al día siguiente de que Francia hubiera derrotado por 1-0 a Dinamarca en el primer partido del grupo. El enfrentamiento era igualado pero se empezó a romper cerca de la media hora de juego. Scifo roba un balón que acaba a pies de De Greef y éste lo desplaza hacia arriba, a la posición de Vandenbergh. El atacante del Anderlecht, caído al lado izquierdo, no duda, encara a la defensa y suelta un fuerte disparo. Por suerte para él, el balón toca en el central Katanec, de quien en el post de ayer conocíamos la tormentosa relación con Zahovic de dieciocho años más tarde en la selección eslovena, y despista al portero Simovic. Se puede ver el gol al inicio del todo del siguiente video.

https://www.dailymotion.com/video/xyq3ut


Bélgica ganó el partido por 2-0, gracias a un cabezazo del central Grun antes del descanso, pero quedaría fuera de la Eurocopa con dos derrotas seguidas, contra Francia (5-0) y ante Dinamarca (3-2), con otro gol de Vandenbergh. Dos años más tarde, en el Mundial, el atacante completaría el hat trick de primeros goles de Bélgica en un gran torneo al anotar en el debut contra México, la anfitriona, aunque el partido acabaría con derrota por 2-1. Vandenbergh tampoco marcaría ningún otro gol en su último gran campeonato, en el que la selección fue cuarta y ya no sería convocado para la Copa del Mundo de 1990, en Italia.

A nivel de clubes, después de sus etapas en el Lierse y el Anderlecht, equipo en el que anotó 112 goles en 162 partidos, emprendió su única aventura en el extranjero pero no muy lejos de la frontera belga, con cuatro temporadas en el Lille. Volvió a casa en 1990 para jugar cuatro años más al Gante y el último en el Molenbeek.

dimecres, 15 de juliol del 2020

Yugoslavia, 3- Eslovenia, 3 (Euro 2000-Primera fase)

332. Zlatko Zahovic (0-1)

Eslovenia, selección representativa de un país de poco más de dos millones de habitantes, hizo historia al clasificarse para la Eurocopa del 2000 en Bélgica y los Países Bajos. Fue segunda en una fase previa en la que Noruega entró como primera de un grupo sencillo que completaban Grecia, Letonia, Albania y Georgia. Los eslovenos se vieron obligados a disputar una repesca que resolvieron por un solo gol ante Ucrania. La figura del país, y el máximo goleador de la clasificación era, sin duda, el media punta Zlatko Zahovic.



A los 29 años había completado una sólida carrera en Serbia y en Portugal, sobre todo en el Oporto, con el que había ganado tres ligas y una Copa. Con una gran relación con el gol, era un jugador de difícil ubicación en el campo, con capacidad para asociarse con los centrocampistas pero también con una gran llegada al área. El verano anterior había fichado por el Olympiakos, con el que se había proclamado campeón de liga, y al cabo de unas semanas daría un salto de nivel y lo contrataría el Valencia, vigente subcampeón de la Champions. En el mejor momento de su carrera llegó el debut de Eslovenia y el suyo en un gran torneo.

El gol

Y el primer partido no podía ser más significativo. Charleroi acogería uno de los mejores duelos del campeonato entre los eslovenos y sus excompatriotas yugoslavos cuando todavía no se habían extinguido todos los conflictos en los Balcanes. La selección de Yugoslavia ya no jugaría ningún otro gran torneo con esta denominación. Y el duelo fue vibrante y comenzó con un tempranero gol esloveno. Gran centro del lateral del Maribor Amir Karic por la banda izquierda y remate espectacular de cabeza de Zahovic desde el punto de penalti que supera a Kralj. En el siguiente link, aparte de poder ver todos los goles del partido, se puede disfrutar de la primera anotación eslovena en la historia de un gran campeonato a partir del segundo 18.

https://www.youtube.com/watch?v=saBXTZC20Ks&t=4s

Eslovenia tuvo la victoria en la mano ya que se situó con un 0-3 favorable ya en la segunda parte, con un gol de Pavlin y otro del mismo Zahovic, que aprovechó un error de Mihajlovic, que luego sería expulsado. Pero en sólo seis minutos, la mitad de los cuales jugando con un hombre menos, Yugoslavia reaccionó increíblemente y empató el partido con dos goles de Milosevic y uno de Drulovic. Eslovenia perdió el siguiente partido ante España (1-2) y empató (0-0) el último contra Noruega, con lo cual pagó la remontada recibida en el debut con la eliminación.

Zahovic completó un año irregular en el Valencia pero estuvo a punto de terminarlo siendo campeón de la Champions. Sólo la derrota por penaltis contra el Bayern en Milán se lo impidió en una final en la que jugó 24 minutos. A pesar de este buen resultado, la aventura en la liga española sólo duró un año por problemas con el entrenador, Héctor Cúper, y volvió a Portugal, aunque esta vez al eterno rival del Oporto, el Benfica, con el que ganó una liga y una Copa.

Con la selección disputó el siguiente mundial, el del 2002, pero sólo 63 minutos del primer partido, contra España nuevamente. Al ser cambiado, insultó al seleccionador, Srecko Katanec, y fue expulsado de la concentración. La salida de Katanec del equipo después del campeonato le permitió jugar catorce partidos más con la elástica nacional, pero ya en un momento crepuscular de una carrera nada despreciable.

dimarts, 14 de juliol del 2020

Checoslovaquia, 3- Grecia, 1 (Euro 80-Primera fase)

333. Nikos Anastopoulos (1-1)

Ser precursor en algo siempre es complicado. Se debe abrir un camino nuevo y afrontar dificultades desconocidas. Grecia fue campeona europea en 2004, de manera sorprendente, y en este siglo ha obtenido varias clasificaciones para grandes campeonatos, pero el primer equipo helénico que llegó a una fase final no lo tuvo fácil. Fue en la Eurocopa de 1980, en Italia. En los tres partidos disputados, los griegos sólo marcaron un gol y fue logrado por un nombre histórico de su fútbol durante muchos años, el del delantero Nikos Anastopoulos.


Conocido como Moustakias (bigotes) fue el gran goleador del país durante muchos años. Se formó en el Panionios, con el que ganó una Copa, y durante el verano del 80 había fichado por el Olympiakos, uno de los grandes del país. Delantero alto y fuerte, de más de 1,90 metros de altura, imponía su calidad en un campeonato nacional que entonces era de tercera fila en Europa. Sólo el Panathinaikos, con la derrota en la final de la Copa de Europa de 1970, había llegado lejos en las grandes competiciones.

Grecia se había clasificado para la Eurocopa dejando fuera, de manera sorprendente, a Hungría y a la URSS. Una victoria sobre los soviéticos por 1-0 había encarrilado el acceso a Italia. Anastopoulos, que era muy joven en aquella fase de clasificación, aunque ya había sido convocado por el equipo nacional en algún amistoso, no intervino en ningún partido, pero sus buenas actuaciones con el Panionios provocaron que el seleccionador, Alketas Panagoulias, le diera algunas oportunidades antes del torneo y entrara en la lista. Grecia cayó en el debut contra los Países Bajos por un solo gol, y de penalti, y afrontaba el segundo duelo ante Checoslovaquia en Milán.

El gol

El partido no comenzó demasiado bien ya que los vigentes campeones se adelantaron con un sensacional lanzamiento de falta transformado por Panenka. Grecia tenía que reaccionar y lo hizo con rapidez. Así, el centrocampista del AEK de Atenas Mavros profundizó por la derecha y envió un centro al área. Allí, Anastopoulos, entre dos defensas, aprovechó una de sus virtudes, remató de cabeza y superó al portero Seman para empatar el partido. Era el minuto 14 y el primer gol griego en la historia de los grandes torneos. Se puede ver en el siguiente video a partir del segundo 45.


Pese a la alegría momentánea, Grecia acabó perdiendo el partido al recibir un gol de Vizek, siete minutos más tarde, y uno de Nehoda en la segunda parte que estableció el 3-1 final. En el tercer partido, arrancó un meritorio empate a cero contra Alemania Federal en un duelo intrascendente para ambos conjuntos, ya que los alemanes ya estaban clasificados para la final y los griegos, eliminados. Panagoulias alineó un conjunto de suplentes, sin Anastopoulos a la formación.

Grecia no participó en ningún otro gran torneo hasta catorce años después, en el Mundial de Estados Unidos. Fue justamente después de la última temporada como profesional de Moustakias, que se hartó de ganar títulos nacionales con el Olympiakos, cuatro ligas y dos Copas, y que volvió a ser precursor en fichar por un equipo de la serie A italiana. En una época en que era la competición más potente del mundo, y en el que los equipos sólo podían disponer de dos extranjeros, buscó fortuna en el Avellino, en la temporada 1987-88. No se adaptó, sólo participó en dieciséis partidos y volvió a casa, a un país que lo considera una leyenda.

dilluns, 13 de juliol del 2020

Irlanda del Norte, 0- Alemania, 1 (Euro 2016-Primera fase)

334. Mario Gómez (0-1)

En las diferentes selecciones alemanas de la historia siempre han funcionado los arietes goleadores. Generalmente han sido hombres altos. No lo era tanto Gerd Müller, aunque sí potente, pero sí les han dado resultado en grandes torneos elementos como Dieter Müller, Horst Hrubesch, Klaus Fischer, los más móviles Rudi Völler, Jürgen Klinsmann y Karl-Heinz Riedle, también Oliver Bierhoff y Miroslav Klose. El último de esta larga lista es un atacante que ha participado en todos los últimos grandes torneos de la Mannschaft menos en el que le supuso el título mundial en Brasil: Mario Gómez.


Este espigado atacante nació en Riedlingen, en el land de Baden-Würtenberg, pero su nombre, y si añadimos que de segundo apellido se llama García, heredado del padre, no de la madre alemana, no pueden ocultar un origen español. Sus abuelos eran originarios de Albuñán, en Granada, y fueron dos de los muchos exiliados al país centroeuropeo del siglo pasado. Mario destacó pronto por su físico en todas las selecciones alemanas de base. Formado en el Stuttgart, lo fichó el Bayern, donde estuvo cuatro años, en 2009, y luego inició una carrera en el extranjero.

En 2016 volvía a una lista para un gran campeonato después de no haber estado en la de Brasil. El juego de toque del equipo de Joachim Löw había provocado que el seleccionador apostara por otro Mario, Götze, como punta en la Eurocopa de Francia, tanto en el debut victorioso contra Ucrania (2-0), como contra Polonia en el siguiente partido. Pero el invento no había salido bien, Alemania se tuvo que conformar con un empate a cero ante los polacos y Gómez, que ya había jugado veinte minutos en ese partido, fue titular en el tercer y decisivo duelo ante Irlanda del Norte.

El gol

Y la apuesta salió bien a la media hora de juego. Los norirlandeses perdieron un balón en la construcción y la transición alemana acabó con un pase interior de Özil que Gómez tocó para dejar solo a Thomas Müller en el área. Pero este quedó ubicado de espaldas a la portería y al portero McGovern y tuvo que descargar el balón atrás hacia el mismo Gómez quien, con calma y todo de cara, anotó el único gol del partido.


Aunque anotó otro gol en el torneo, contra Eslovaquia, y jugó los cuartos contra Italia. No lo hizo en semifinales, en la eliminación ante Francia. El delantero de origen hispano, que ha vivido en los últimos años a caballo entre la Fiorentina y el Besiktas, también estuvo presente en el desastre alemán del Mundial de Rusia, aunque fue suplente en los tres partidos. Sus últimos partidos han sido en el Wolfsburgo, antes de retirarse en este 2020.

diumenge, 12 de juliol del 2020

CEI, 1- Alemania, 1 (Euro 92-Primera fase)

335. Igor Dobrovolski (1-0)

La mayoría de futbolistas sólo pueden jugar para una selección nacional, la del país donde han nacido. Pero en muchos casos se puede optar por más de una, dependiendo de si ha habido nacionalización o bien se ha llegado al mundo accidentalmente en un lugar pero la familia se ha establecido en otro. Después hay situaciones curiosas, la de deportistas que, por su trayectoria o por las circunstancias históricas que les ha tocado vivir, han podido elegir entre muchas. Y está el caso de un delantero de los años ochenta y noventa que actuó en tres selecciones diferentes en tres grandes campeonatos. Era Igor Dobrovolski.


La carrera de este delantero fue tan anárquica como su juego. Zurdo y con un gran futuro por delante, quedó campeón olímpico en Seúl 88, donde anotó seis goles en seis partidos con la Unión Soviética, entre ellos uno en la final. También marcó en el Mundial de Italia, dos años después y ayudó a clasificar la URSS para la Eurocopa de Suecia 92. Pero el país se desmembró y hubo que montar un invento denominado Comunidad de Estados Independientes (CEI) para competir. En el conjunto, sin bandera, se incluían todos los países del antiguo gigante comunista y sólo existiría para aquel torneo. El equipo marcaría un solo gol en los tres partidos que jugó en su historia, y su autor sería Dobrovolski.

El gol

Así, en el debut contra una selección que también era nueva, la Alemania unificada, la CEI plantó cara y se adelantó en el marcador. Fue al inicio de la segunda parte cuando un balón colgado, terminó en los pies de Dobrovolski. Cuando iba a disparar, fue derribado de manera torpe por Stefan Reuter y el colegiado francés Biguet se vio obligado a decretar penalti. El mismo Dobrovolski afrontó la responsabilidad y batió a Illgner con calma.



Lamentablemente para los ex soviéticos, una falta ejecutada por Thomas Hässler en el último minuto les privó de la victoria. Mantuvieron las posibilidades de clasificación empatando a cero contra los Países Bajos, pero una derrota por 3-0 ante Escocia les dejó fuera del torneo.

Dobrovolski, que había salido del Dinamo de Moscú un año y medio atrás para fichar por el Castellón por media temporada y había terminado en el Servette suizo, siguió una carrera tan errática como su juego en el Genoa, el Olympique de Marsella, con retorno al Dinamo, un año en el Atlético de Madrid, justo antes del doblete de los colchoneros, y pase al Fortuna Düsseldorf, donde batió un récord personal de estabilidad en permanecer allí tres años.

En uno de ellos, en 1996, fue convocado por Rusia para disputar la Eurocopa de 1996. Sólo estuvo veinte minutos sobre el campo, pero sirvió para actuar con la tercera selección en un gran campeonato, después de la URSS y la CEI. Además, Dobrovolski aún habría podido formar parte de dos equipos nacionales más: uno sería Ucrania, ya que nació allí, en concreto a Markivka, una población fronteriza con Moldavia. También podía haber jugado con la selección de ese otro país, ya que tiene la nacionalidad y estuvo en dos equipos moldavos de ciudades con tendencia política opuesta. Debutó en el Nistru Chisinau, conjunto de la capital, de influencia rumana, y se retiró en el Tiligul Tiraspol, al que entrenaría después, de la zona de Transnistria, de clara influencia comunista rusa.

dissabte, 11 de juliol del 2020

Grecia, 1- España, 2 (Euro 2008-Primera fase)

336. Rubén de la Red (1-1)

La Eurocopa de 2008 será recordada por la victoria de España con un juego en el que el centro del campo tuvo una gran importancia. Jugadores como Senna, Xavi, Iniesta, Silva o Cesc fueron fundamentales en el éxito del conjunto de Luis Aragonés. Existía una segunda unidad, los que no jugaron tantos minutos. De hecho, la mayoría de ellos disputaron sólo un partido, el último de la primera fase, ya intrascendente, que se resolvió con remontada por 1-2 contra Grecia. Uno de los jugadores que la formaban era Rubén de la Red.



Formado en la cantera del Real Madrid, destacó por su técnica y capacidad de distribución. Había debutado en Primera tres años antes y la temporada anterior había sacado partido de una cesión al Getafe, con el que llegó a los cuartos de final de la Copa de la UEFA. Por sus méritos fue seleccionado por Luis Aragonés, aunque le tocó esperar su oportunidad en el banquillo. Esta llegó en el tercer partido del grupo, en Salzburgo.

El gol

España reservó a la mayoría de titulares contra el conjunto griego, que había perdido los dos primeros partidos, contra Suecia y Rusia, y ya estaba eliminado. Sin embargo, los vigentes campeones se avanzaron en el umbral del descanso con un cabezazo del delantero Charisteas. España no hizo cambios en el receso y pronto llegó el gol del empate. En el siguiente video se puede ver a partir del minuto 1:19.

Cesc envió un balón vertical al área, Dani Güiza lo bajó atrás y De la Red, llegando desde segunda línea, puso fuerte la pierna, para vencer la resistencia del central Dellas y dobló el brazo del portero Nikopolidis . En el tramo final del partido, Güiza anotaría el segundo gol y permitió que España pasara a los cuartos de final con pleno de puntos.

De la Red no sabía que aquel sería su último partido con la selección, con sólo 23 años. En verano lo repescó el Real Madrid, pero en un partido de Copa en el campo del Real Unión de Irún, en octubre, se desmayó de repente y tuvo que ser ingresado. No se le encontró ninguna anomalía en el corazón, pero ni él, ni el Real Madrid, no quisieron arriesgarse a que volviera a pasar. La muerte del sevillista Antonio Puerta, un año antes, y la del año siguiente de Dani Jarque por muerte súbita seguramente precipitaron la decisión de De la Red de retirarse de la práctica del fútbol de élite dos años más tarde.

Pasó a formar parte del equipo técnico blanco y en los últimos años también ha trabajado de comentarista de partidos por televisión. El desmayo de Irún impidió saber si De la Red se habría consolidado al equipo de su vida y en una selección que, tras la Eurocopa, encadenaría triunfos en el Mundial y al siguiente torneo europeo.

divendres, 10 de juliol del 2020

Dinamarca, 3- Bélgica, 2 (Euro 84-Primera fase)

337. Frank Vercauteren (0-2)

Bélgica era una potencia futbolística similar a la actual a finales de la década de los setenta y durante la primera mitad de la de los ochenta. Su liga era potente, con equipos que llegaban siempre a las últimas rondas de las competiciones europeas, gracias a un gran trabajo físico, pero también táctico. En la selección, técnicos como Raymond Goethals, primero, y Guy Thijs, después, provocaron que sus conjuntos jugaran con la defensa muy adelantada, haciendo caer los rivales a menudo en unos fuera de juego que quizás ahora, en la época del VAR, no se hubieran señalizado tanto.

Bélgica se basaba también en un centro del campo de jugadores fuertes y potentes, pero también con una buena calidad técnica. En 1980 habían llegado a su cenit hasta ese momento al disputar y perder en los últimos minutos la final de la Eurocopa contra Alemania Federal. De cara al Mundial de España y para la siguiente Eurocopa debían renovar el equipo y uno de los hombres que entró en las listas fue Frank Vercauteren.



De hecho, pudo asistir a la cita de cuatro años antes, porque era uno de los fijos del Anderlecht ganador de dos Recopas y dominador, con el Brujas, del campeonato. Participó en España 82 y en la Eurocopa de Francia era titular indiscutible junto a su compañero de equipo René Vandereycken. Bélgica había comenzado bien el campeonato, derrotando por 2-0 a Yugoslavia, pero una grave tropiezo contra Francia por un escandaloso 5-0 la dejaba con la necesidad de superar a Dinamarca en el último partido para acceder a las semifinales.

El gol

Y el partido, disputado en Estrasburgo, no podía comenzar mejor para los belgas. Ceulemans los adelantó en el minuto 26 y, trece más tarde, llegó el segundo. Un joven Enzo Scifo, que sólo tenía 18 años, realiza un servicio de banda con los daneses distraídos. Vercauteren, dinámico como era, cae al lado izquierdo, supera en el cuerpo a cuerpo a Jens Bertelsen y desde el vértice del área empala una volea espectacular que supera por arriba al portero Ole Qvist. El gol se puede ver en el siguiente enlace a partir del segundo 16.

https://www.youtube.com/watch?v=dR-0FI1wSlE&t=23s

Lamentablemente para los intereses belgas, los daneses se rehicieron. Arnesen, de penalti, redujo la distancia dos minutos más tarde y, en la reanudación, Brylle y Elkjaer Larsen dieron la vuelta al resultado y dejaron al equipo de Vercauteren fuera del torneo. El centrocampista, que ese año había sido subcampeón de la Copa de la UEFA después de haberla ganado en la edición anterior, estuvo a punto de llegar a la final de la Copa de Europa de 1986, pero el Anderlecht fue eliminado por el Steaua en las semifinales. El mismo año, Bélgica, con él en el equipo, obtuvo su máximo éxito en las Copas del Mundo hasta ese momento, con un cuarto lugar en México. Vercauteren aguantó una temporada más en el conjunto de Bruselas antes de jugar tres años en el Nantes y tres en el Molenbeek e iniciar una larga carrera como entrenador.

dijous, 9 de juliol del 2020

Escocia, 3- CEI, 0 (Euro 92-Primera fase)

338. Brian McClair (2-0)

Brian McClair es el típico jugador que cualquier equipo grande debe tener. Fue uno de los pilares del Manchester United de los primeros años de Alex Ferguson en el banquillo. Ambos son escoceses, se conocían bien. Nunca terminado de ubicar como delantero centro nato, McClair era, sobre todo, un jugador listo y un gran goleador. Siempre sabía dónde situarse y aprovechaba que los focos se dirigían a otros para ir engordando un palmarés envidiable en las once temporadas en que fue red devil. Sólo le falta la Liga de Campeones y le vino de un año, ya que él dejó el club en 1998.



Fichado en 1987 procedente del Celtic, donde había destacado en la liga escocesa, McClair fue casi siempre titular en el United. Primero como delantero y luego, desde la llegada de Éric Cantona, como centrocampista, terminó su trayectoria en Old Trafford con 88 goles oficiales en 355 partidos.

Con la selección, debutó en noviembre de 1986, meses después del Mundial de México y, aunque Escocia se clasificó para la Copa del Mundo de Italia 90, y McClair intervino en cinco partidos en esa fase previa, sorprendentemente no fue seleccionado por Andy Roxburgh. Los escoceses volvieron a casa con tres derrotas seguidas. Con el mismo técnico, y en el punto álgido de su carrera, con 28 años, sí asistió a la Eurocopa de Suecia 92.

Pero Escocia tampoco tuvo fortuna. Encuadrado en un grupo muy difícil, perdió los dos primeros partidos, por 1-0 contra los Países Bajos y por 2-0 ante Alemania, y dijo adiós matemáticamente a la competición. El tercer partido la enfrentó a la Comunidad de Estados Independientes. La Unión Soviética se había clasificado para el torneo, pero la caída del comunismo, unos meses antes, y la creación de nuevos países provocó que se tuviera que idear una solución de urgencia. Ya sin el nombre URSS, se formó un conglomerado de naciones, tal como ocurrió un mes después en los Juegos de Barcelona con el Equipo Unificado.

El gol

Así, la CEI aún se podía clasificar antes del partido de Norrköping, ya que había empatado el primer partido con Alemania Federal, pero fue arrasada por los escoceses en un cuarto de hora. McStay adelantó a su equipo con un gol, tras rebote en el palo y en el portero Kharin, a los seis minutos. Y a los 17, llegó el gol de McClair en una jugada que resume todo el ideario de juego de Escocia.




El portero Goram realiza un lanzamiento largo de portería que sirve para adelantar a todo el equipo. Después del primer salto, es McClair quien va a por la pelota suelta y la deja atrás, a la vez que busca posición. Se suceden una serie de pases, un balón vertical hacia el ariete McCoist y éste lo deja de cara. McClair, ya encarado a la portería, pero desde muy lejos, chuta. No parece que el remate tenga que ser muy bueno, pero toca en el defensa Tskhadadze y despista a Kharin.

La CEI intentó reducir la distancia, pero no sólo no se recuperó sino que encajó un tercer gol en el tramo final, en un penalti transformado por McAllister. Escocia no se clasificó para el siguiente Mundial, el de Estados Unidos, y McClair dejó la selección, con lo cual no pudo aspirar a jugar la siguiente Eurocopa, la de 1996, ya con 32 años. Terminó su brillante trayectoria en el United y se retiró en su primer club, el Motherwell, donde todo había comenzado.