divendres, 20 de novembre del 2020

Turquía, 0- Croacia, 1 (Euro 96-Primera fase)

204. Goran Vlaović (0-1)

Ser el primero de tu país que ha conseguido un hito importante te hace pasar a la historia. Ni que entonces ya no hagas nada más, tu nombre ya entra en los libros de personalidades importantes. Esto no ocurrió con el protagonista de esta acción, que completó una carrera decente en el fútbol continental, aunque seguramente podría haber sido mejor, pero fue una acción puntual, una anotación de crack, la que le hará ser recordado. Fue el delantero croata Goran Vlaovic.


Vlaovic nació muy cerca de la frontera actual entre Croacia y Bosnia-Herzegovina, en el interior de su país. La proximidad con Osijek, fronteriza con Serbia, provocó que empezara a jugar a fútbol en este equipo y en 1991, cuando estaba a punto de comenzar el conflicto bélico en los Balcanes, fichó por el Dinamo de Zagreb, que entonces se llamaba Croatia . Antes, en categorías de base, no había actuado con ninguna selección yugoslava, con lo que la primera camiseta nacional que se puso fue la del tablero de ajedrez en tres amistosos contra Australia en las antípodas. Era 1992 y ya entró en la historia para actuar en estos primeros enfrentamientos de una nueva era.

El delantero decidió entonces dar un salto a la liga italiana. Le contrató un conjunto modesto, el Padova, con el que consiguió la permanencia en el primer año y bajó en el segundo, a pesar de que él anotó trece goles. En la fase de clasificación para la primera Eurocopa de la historia del país, la de 1996, Croacia quedó primera de grupo, empatada con Italia, y logró el billete con facilidad. Vlaovic sólo jugó un partido, pero su buen final de temporada y, sobre todo, la intervención en dos amistosos en los que marcó tres goles contra Corea del Sur y uno frente a Israel provocaron que el técnico, Miroslav Blazevic, lo incluyera en la lista para el torneo.

El gol

Con un equipo que poseía una delantera formada por Bokšić y Suker, era complicado entrar. Vlaovic esperó su turno en el banquillo en el primer partido de Croacia en un gran campeonato, ante Turquía en Nottingham. El duelo fue muy cerrado e igualado e incluso parecía que se decantaba del lado otomano. El todavía jugador del Padova entró en el minuto 73 y trece después entró en la historia.


Y lo hizo con un golazo a alcance de muy pocos. En un córner favorable a Turquía, cuatro minutos antes del final del partido, Asanovic recogió un rebote en la frontal de su propia área, salió hacia un lado presionado por rivales y soltó un gran pase hacia Vlaovic, que arrancó al contragolpe desde su campo. Se adelantó a la acción enloquecida del defensa Rahim Zafer y, en una acción llena de potencia, en un terreno de juego pesado por la lluvia, superó en la carrera a Alpay Özalan, dribló al portero Rüstü, y aún tuvo fuerza para alojar el balón al fondo de la portería. El primer gol de la historia de Croacia en un torneo oficial servía para dar tres puntos.

Ya nadie quitó la titularidad a Vlaovic en todo el torneo, aunque ya no volvió a marcar ni en el triunfo ante Dinamarca por 3-0, ni en las derrotas contra Portugal, 0-3, ni en los cuartos de final contra Alemania, 2-1. Su buena Eurocopa, sin embargo, no pasó desapercibida y lo contrató el Valencia. Su trayectoria en la capital del Turia tuvo dos partes, después de un inicio esperanzador, su presencia en el equipo de Claudio Ranieri fue constante durante las tres primeras temporadas que se coronaron con la Copa del Rey de 1999, con él de titular. Sin embargo, nunca superó los diez goles por ejercicio y con la llegada de Héctor Cúper al banquillo, la temporada 1999-2000, sus apariciones, con cuatro partidos en todo el año, fueron residuales.

Por eso tuvo que cambiar de aires y encontró una nueva casa en Atenas. En el Panathinaikos estuvo cuatro temporadas que también fueron de más a menos, aunque se proclamó campeón de liga y de Copa el último año, en 2004. Su mejor temporada en Grecia había sido la 2001 -02, en la que ayudó al equipo a llegar a cuartos de final de una Champions que entonces tenía dos fases de grupos.

Con la selección vivió su mejor momento cuando estaba disfrutando de más minutos en Valencia en otro hito importante para el país, el tercer puesto en el mundial de Francia, en 1998. Actuó en los siete partidos con mención especial para el duelo de cuartos de final, la revancha de la Eurocopa de 1996, contra Alemania. Croacia ganó esta vez por 0-3 y él consiguió su único gol en una Copa del Mundo, el segundo del partido. Una de sus decepciones fue no tener ningún minuto en el mundial de 2002, el de Corea y Japón, a pesar de haber entrado en la lista del técnico Mirko Jozic. Sólo jugaría un partido internacional más, un amistoso, aquel agosto, contra Gales.

Vlaovic se retiró joven, a los 32 años, e inició una carrera de comentarista, sobre todo en los partidos de la selección, en la televisión pública de su país. Es un habitual de los medios porque él y su esposa, la ex cantante y escritora Milana Kovacek, forman una de las parejas más conocidas de Croacia.

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